Las agendas pendientes desde regiones: 4 gobernadores y sus apuntes sobre minería, agricultura, salud e infraestructura

Los reportes presupuestales de los últimos cinco años muestran que las inversión de proyectos en el sector agrario a nivel regional alcanzó el 3.35% y en gobiernos locales, el 4.7%. Hablamos de montos muy bajos para el potencial de competitividad productiva en regiones como Junín.

En el anterior gobierno del lápiz (de Pedro Castillo) se usó el slogan de “segunda reforma agraria” para hablar de la reactivación del desarrollo agrario, pero esto nunca se concretó en reducir las brechas de infraestructura económica que tiene un gran potencial para generar empleo a gran escala. En el actual gobierno, no se ha dado mayor impulso al sector agrario. Esperamos anuncios para el 28 de julio.

Por lo pronto, en Junín hemos declarado como prioritaria la política regional agraria, en busca de ir más allá de un slogan. Hemos aprobado 120 millones de soles para planes de negocio que beneficiarán a 54 cadenas productivas. 

Estamos a la espera del financiamiento de 2 mil millones de soles para el cierre de brechas a través de 16 obras en el marco del plan por el Bicentenario de la Batalla de Junín, el cual incluye carreteras necesarias para la mejora en la cadena logística.

Esperamos la inversión para el plan Bicentenario de la Batalla de Junín, el más ambicioso a nivel regional, que requiere de una priorización técnica y no política de parte del gobierno. La conmemoración debe ir más allá del nombre oficial del año 2024. 

El Perú es históricamente un país minero. Pero hablamos de una minería que convive con las otras actividades económicas que desarrollamos como la agricultura, el comercio, y la industria. Sin embargo, es importante que en cuenta que, según los informes técnicos de las últimas décadas, la minería es la principal actividad económica pues genera grandes fuentes de empleo y divisas. Producimos los metales de mayor demanda en el mercado internacional, como es el caso del cobre. Arequipa, por ejemplo, es la segunda región con mayor producción del metal rojo, después de Moquegua. 

El alza del precio del cobre beneficia no solo al Perú, sino también a las regiones que tienen una fuente de financiamiento importante a través del canon. Por esta razón, debemos respaldar la minerías responsable, los proyectos en cartera y que ayudarán a mejorar los niveles de vida de nuestros ciudadanos. La correcta ejecución de los recursos del canon es de vital importancia para el desarrollo de nuestras regiones y el cierre de brechas. 

En ese sentido, resulta necesario transmitir el apoyo necesario a la industria extractora, siendo vigilantes del cuidado del medio ambiente. Es momento de trabajar unidos para retomar la senda del cambio y desarrollo que beneficie a la población y nos permita superar las brechas que mantienen a millones de hermanos por debajo de la línea de pobreza.

Áncash es el cuarto departamento más importante para la economía del país, pero ha sido relegado durante muchos años en términos de infraestructura. La espera ha sido larga pero, tras sentar las bases de la institucionalidad regional, el lunes último, se adjudicó la obra más grande en la modalidad de obras por impuestos de la Nación. Se trata del Hospital de Huaraz, que se hará realidad iniciando el ciclo de inversiones mayor a los 1.000 millones de soles.

Durante décadas hemos carecido de la infraestructura necesaria y por ello, venimos impulsando un shock de megaproyectos. En nuestra región tenemos priorizados 30 proyectos. Logramos destrabar Chinecas, cuyas 80 mil nuevas hectáreas generarán un incremento de 1% a 1.5% de nuestro PBI mejorando así nuestra agroexportación.

Otro hito es que este 1 de julio, se inician los vuelos comerciales en la región. No se puede concebir un desarrollo competitivo sin conectividad aérea. La agenda pendiente, a gestionar con el Gobierno Central, tiene que ver con los megaproyectos del puerto internacional multipropósito, el aeropuerto de Chimbote y nuestra Longitudinal de Conchucos.

Nuestros esfuerzos seguirán haciendo notorios. El mensaje es que Áncash está posicionándose como una región moderna, y eso debería tomarse como ejemplo para ser replicado desde el Gobierno Central. 

En el Perú, todo ciudadano con algún seguro, ya sea SIS, EsSalud, privado o de un instituto armado, debe tener el derecho de ser atendido en cualquier establecimiento de salud según su necesidad o complejidad. Existen 24,158 instituciones prestadoras de servicios de salud (Ipress) inscritas en el Registro de Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud, incluyendo hospitales, clínicas privadas, centros de salud pública, consultorios y laboratorios, entre otros.

Un sistema de salud centrado en el paciente debería funcionar mediante tarifarios y copagos asignados a cada prestadora de servicio. La creación de una Oficina Nacional de Intercambio Prestacional permitiría que clínicas, hospitales y médicos compitan por atender eficiente y rápidamente a los pacientes. El acceso a la salud es un derecho avalado por la Constitución que no se hace efectivo, sobre todo para los peruanos de las regiones.

Un ejemplo es la falta de atención oportuna, con esperas mayores a dos meses para una cita, o la falta de digitalización de historias hospitalarias, generando mayores trabas administrativas.

Todo el sistema de salud debe unirse para prestar servicios de manera rápida y eficiente, permitiendo que el ciudadano determine la continuidad de los mismos. Ha llegado la hora de centrarnos en el ciudadano y fortalecer el verdadero rol de la salud, que es servir.