La jefa del Gabinete Ministerial, Mirtha Vásquez, no acompañó al presidente Pedro Castillo en la presentación de su balance sobre los primeros 100 días de Gobierno. Su ausencia se da en medio de la nueva crisis política desatada por las denuncias de presiones en los ascensos de las Fuerzas Armadas que apuntan directamente al ministro de Defensa, Walter Ayala; al secretario presidencial, Bruno Pacheco, y al propio mandatario.
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Esta mañana fuentes de El Comercio señalaron que la decisión de Vásquez de no participar en esa ceremonia, cuya realización ella misma había anunciado la semana pasada, está motivada por la continuidad de Walter Ayala en el sector Defensa.
Ya la noche del martes, fuentes de este Diario habían lo adelantado. “No va a asistir a la reunión. Es una forma de comunicar”, indicaron.
Justamente, ayer se esperaba que el Gobierno tomara una medida sobre la permanencia de Ayala, quien la noche del lunes había puesto su cargo a disposición. La propia Mirtha Vásquez había dicho en el Congreso que en las próximas horas se tomarían “decisiones” como respuesta a esas denuncias.
“En este momento, dadas las situaciones denunciadas que se consideran graves, estamos tomando decisiones que vamos a comunicar en estas próximas horas y que en realidad son decisiones que responden a la preocupación de la población y de los diferentes sectores, incluyendo el Legislativo que tomamos con mucha seriedad”, expresó durante la mañana la primera ministra.
Sin embargo, las horas fueron pasando y ningún anuncio se dio. Por la noche declaró el cuestionado ministro de Defensa, sobre quien pesa una moción de interpelación que podría terminar en su censura. Tras reunirse con el presidente Castillo y lejos de dar su paso al costado dijo que “hasta el momento” continuaba en funciones.
“Hasta el momento continúo en el cargo […] Ayer puse mi cargo a disposición, si estoy acá ahora es porque tengo la conciencia limpia”, manifestó.
Tanto el comandante general del Ejército, José Vizcarra, como el de la FAP, Jorge Chaparro, quienes fueron pasados a situación de retiro el 4 de noviembre, han señalado en los últimos días que recibieron presiones desde el Ejecutivo para promover el ascenso de oficiales que habrían sido recomendados por el presidente de la República, Pedro Castillo.
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