Pasividad del Estado permitió avance de estrategia senderista

RODRIGO CRUZ ARANA @rcruza

Pensaron que Sendero Luminoso (SL) había sido derrotado por completo y bajaron sus defensas. No previeron que eso era justamente lo que ellos querían. “Yo me espantaba cada vez que escuchaba a algún especialista decir que Sendero ya se había acabado y que el único problema que quedaba era el Vraem”, afirmó a El Comercio Marcos Ibazeta, ex presidente de la Sala Penal Antiterrorista.
 
“Me espantaba porque sabía que este grupo terrorista tenía una estrategia: infiltrarse en las bases sociales, aprovechándose de que los partidos políticos no le daban batalla”, añadió. 
 
EL INICIO
Para Ibazeta, el plan de Abimael Guzmán, cabecilla de esta agrupación genocida, empezó en el gobierno de transición de Valentín Paniagua (2000-2001), precisamente cuando el Ejecutivo promulgó el Decreto 003, el cual flexibilizó el régimen penitenciario de los condenados por terrorismo.
 
Luego, añadió, la situación se agravó en la gestión de Alejandro Toledo (2001-2006), a través del Decreto 922.  Ambas medidas, según Ibazeta, dieron como resultado la excarcelación de 2.814 militantes de SL. 
 
“Con esas dos decisiones el Estado no le abrió una rendija a los terroristas, sino un gran hueco, porque al salir empezaron con su plan de infiltración”, dijo.
 
Luego de esta primera etapa, el ex magistrado señaló que era cuestión de tiempo para que la cúpula senderista decidiera llevar a acabo el segundo nivel de su estrategia: crear el Movadef. 
 
“Fuimos unos inocentes y unos confiados, dimos por hecho algo que no nos constaba:  Abimael Guzmán nunca se rindió, y quien no se rinde está en guerra y cada movimiento que da lo hace como parte de la guerra”, remarcó Ibazeta. 
 
En tanto, el general PNP (r) Marco Miyashiro, uno de los artífices de la captura de Guzmán (12 de setiembre de 1992), manifestó que entre las deficiencias que tiene el Estado en la lucha antiterrorista se encuentra el descuido en materias tan elementales como la educación cívica en los centros de estudios.
 
“Se ha descuidado prevenir a la población sobre el peligro de los delitos del terrorismo. Ellos buscan tener una base social, una legitimidad poblacional”, aseveró Miyashiro a este Diario. 
 
NEXOS CON LA DROGA
El investigador Pedro Yaranga, especialista en temas de narcotráfico, aseguró que no es una sorpresa saber que SL tiene como aliado al narcotráfico, pues desde los años ochenta trabajan juntos.  
 
“En 1985 Sendero entró en una etapa de desesperación porque crecían sus grupos de apoyo y no tenían cómo abastecerlos. Por lo tanto, Guzmán se vio obligado a enviar a ‘Artemio’ al valle del Huallaga para trabajar con el narcotráfico y proveerse [de dinero]”, dijo. 
 
Las declaraciones del especialista se dieron al comentar los delitos imputados a los 28 dirigentes de la agrupación prosenderista Movadef, que fueron detenidos el pasado miércoles tras ser acusados de terrorismo y su financiamiento con dinero proveniente del narcotráfico. 
 
El Comercio explicó ayer cómo la formación de este organismo fue parte de una estrategia creada por Guzmán desde la Base Naval del Callao.

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Yaranga comentó que, desde la captura de ‘Artemio’, Sendero ha perdido participación en el Huallaga y es casi inexistente. “Lo que actualmente pretenden reorganizar son apenas algunas personas que antes colaboraron con ‘Artemio’ y que son traficantes”, indicó Yaranga. 
 
Remarcó que quienes están directamente vinculados con el narcotráfico son los miembros del clan Quispe Palomino, liderado por Víctor Quispe Palomino ‘José’. Sin embargo, el analista afirma que la diferencia entre Quispe y ‘Artemio’ es que el primero no reivindica el llamado “pensamiento Gonzalo”.
 
“Desde la caída de ‘Feliciano’, los Quispe Palomino dicen que son el militarizado Partido Comunista del Perú; no obstante, no tienen la experiencia política e ideológica de la gente de Guzmán, por eso estos últimos son más peligrosos”, sentenció.