“El mejor aliado de Pedro Castillo es el Congreso”, me dice un amigo que cubiletea con ambos poderes. En efecto, Castillo tiene congresistas descubiertos y encubiertos que conjuran la posibilidad de recolectar 87 votos para su vacancia. Y, cuando las bancadas que sí quieren golpearlo, deciden hacerlo, lo hacen con tanto apuro, caos y desunión; que no lo mueven de su sitio. En realidad, lo más cómodo y prudente que puede hacer el Congreso, es dejar trabajar al mayor enemigo del presidente, el Ministerio Público. Aunque el viernes, Castillo caminó orondo entre Palacio y la oficina del fiscal de la Nación, Pablo Sánchez; la procesión de sus temores iba por dentro.
LEE TAMBIÉN | Los apuros de Dimitri. Una crónica de Fernando Vivas sobre el ministro del Interior
El gobierno apuesta a que el Congreso va a concentrarse en debatir su agenda propia (realizar algunas reformas políticas y renovar su mesa directiva) y, en ese trance, no tendrá unidad ni energía para apurar las acusaciones constitucionales contra Castillo y Dina Boluarte, ni censurar a otros ministros o, en una maniobra de alto riesgo, disparar la bala de plata contra Aníbal Torres. Entre Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País, que es el núcleo de la coalición vacadora, hay notorias discrepancias que pueden debilitar la ‘marcación’ al Ejecutivo. Por ejemplo, esta semana le han puesto la puntería al ministro Dimitri Senmache; pero, ¿acaso censurarlo sería darle un golpe a Castillo? Para nada, pues Senmache no es uno de los suyos.
El ministro operador
¿Quiénes son los favoritos del presidente? Pues un grupo de ministros operadores, que hacen vocería, aportan ideas, hablan con distintos sectores en busca de calma e indulgencia con el aprendiz de Palacio. Alejandro Salas, el ministro de Cultura; Roberto Sánchez, de Comercio y Turismo; Félix Chero, de Justicia; y Betssy Chávez, aunque ya no tiene cartera, son parte de ese grupo fiel. El jefe del gabinete de asesores, Alberto Mendieta, según me cuentan, ha aumentado su ascendiente y ya quedó fuera de la cúpula, el otrora empoderado asesor Biberto Castillo. Quien sigue rondando el presidente y ha establecido una relación particular con él, es el agente de inteligencia Henry Shimabukuru.
Salas y Chávez, acompañaron al presidente a su entrevista del domingo pasado en TV Perú. Salas, que brinca de set en set como vocero oficioso, defiende todas las ocurrencias oficiales, al punto que parecen suyas, como la de declarar feriado e lunes del repechaje. Me cuentan que tal idea fue sugerida por empresarios del sector turismo y recreativo. Sumemos al intento de poner orden en los entornos, el fichaje de una comunicadora profesional, Randa Mussalam, que cumplió rol similar en tiempos de Ollanta Humala.
¿No debiera liderar Aníbal Torres a este grupo? Pues sí; pero esa lógica se estrella contra la realidad que ya conocen: la cara de pocos amigos del premier refunfuñón, que troca la fatiga en mal humor. Según mis fuentes, en el gabinete ya se comenta que Torres se va en julio, junto a un puñado de ministros. Sin embargo, el momento del cambio es impreciso, pues depende de que el elegido(a) como sucesor(a) esté disponible y la coyuntura permita un respiro para poner el crucifijo y arrodillar a los reemplazos. Con tantas tribulaciones judiciales, en lo cual los ministros no pueden ayudar en nada, es difícil prever si Castillo podrá encontrar otro premier que le aguante tanto.
Mención aparte para Dina Boluarte, que se aisló desde el año pasado, cuando peleó con el cerronismo y empezó a construirse un entorno y perfil propio que le sería rentable en el futuro. Sin embargo, asustada y desbordada por lo que ello implicaba, se le ocurrió decir que se iría con el presidente. Muchos le hicieron ver el despropósito de semejante declaración, y volvió a aislarse. Pues, resulta que la acusación constitucional que pende sobre ella por haber supuestamente faltado al Art. 126 de la Constitucional que impide a los ministros hacer gestiones para otros entes; la ha obligado a buscar apoyo en el Ejecutivo y en las bancadas oficialistas. Sin embargo, de allí a que vuelva a ser operadora de Castillo como lo fue en la campaña, hay mucho trecho. Los últimos días no se la ha visto porque, según mis fuentes, estuvo con covid y ha preferido tener una discreta convalescencia.
MIRA | Investigada por tráfico de terrenos visitó 12 veces al exministro Silva y otras oficinas del MTC
Quien sí tiene vocación de operador o, al menos, de vocero, es el ministro del Ambiente, Modesto Montoya; sin embargo, sus pares no lo toman en serio. César Landa sí tiene predicamento fuera de la cancillería, pero perdió interés en operar para el Ejecutivo. Incluso, publicó un tuit mostrándose a favor de la decisión de la fiscalía de investigar al presidente, lo que se podría leer como una advertencia de que opta por limitarse a su cartera. Ni siquiera acompañó a Castillo a la Cumbre de la Américas en Los Ángeles, pues también cayó víctima del Covid y lo hizo público.
La cumbre, por cierto, en la que Castillo fue el único presidente, además de Joe Biden, que habló en la sesión inaugural; reveló un pragmático y tácito acuerdo bilateral. Estados Unidos lució al outsider domesticado y desparasitado de prejuicios antimperialistas y, el gobierno, recibió de parte de la diplomacia gringa y de la OEA, un velado respaldo a su estabilidad. A EE.UU no le importa el daño a las instituciones que perpetra el gobierno de Castillo, ese es problema de los peruanos; lo que le vale es que Perú no sea un incondicional del bloque chavista.
Aunque he oído en otras coyunturas que Castillo ha repetido a sus ministros la voluntad de mejorar el estándar de las cuotas o de desaparecerlas si no vienen acompañadas de fichajes solventes; esta vez oigo la misma promesa con mayor insistencia.
Vladimir, hasta aquí nomás…
Vladimir Cerrón escupe espuma cuando ve a Castillo de cumbre en cumbre. La foto de la pareja de Pedro y Lilia con Joe y Jill Biden; confirma que se cumplió su pesadilla imperialista. Pedro, entusiasmado con el viaje, ha dicho que Jill es maestra y está invitada al Perú a hacer ayuda social.
El abandono, real y simbólico, de la agenda pro chavista, ya se ha consumado con ayuda de los embajadores Manuel Rodríguez Cuadros y Harold Forsyth. Poco o nada puede decir Cerrón a esto, porque su cuota ya está clara y no incluye la consejería en temas de Estado: que se quede con el Minsa y algún cargo aislado en algún ministerio (hasta que el ministro, en cada caso, lo aguante). Según he oído, los cambios de julio no afectarían su cuota en el Minsa, pero si Castillo replantea sus cuotas parlamentarias y siente que puede reemplazar los 15 votos que le quedan a Cerrón, con aliados de otras bancadas, podría provocar una ruptura. Según mis fuentes, ya ha hecho esas señas a César Acuña de APP, a Patricia Li de Somos y a papá e hijo José Luna, de Podemos.
Hay mucha gente que le dice al presidente que el cuoteo es nefasto; pero es difícil que imponga esos estándares a los aliados. Por ejemplo, la nueva bancada Bloque de Concertación Magisterial, tiene aspiraciones de que uno o dos de su grupo lleven fajín. ¿Aceptarían que un buen funcionario ocupe su cuota? ¿Aceptaría lo mismo Perú Democrático que se quedó sin el lugar de Betssy Chávez o el nuevo grupo Perú Bicentenario? Sin bases ni cuadros, esos congresistas esperan el fajín para sí mismos.
MÁS EN POLÍTICA | Los argumentos por los que se recomendó archivar la denuncia constitucional contra Merino.
No solo la cuota de Cerrón ha disminuido con el tiempo y peligra. La agenda nacionalista estatista que lo unía con Castillo se está difuminando. Ya vimos como la política exterior ignora por completo al cerronismo y cada día la ministra Alessandra Herrera borra alguna huella de Perú Libre en Energía y Minas. Hay algo más importante que ha sido abandonado: ¡la asamblea constituyente! Castillo ni siquiera la mencionó en la extensa entrevista de TV Perú, a pesar de que recientes encuestas, de Ipsos e IEP, muestran que el porcentaje de peruanos a los que les seduce la idea, ha aumentado hasta llegar a un empate técnico con quienes la desaprueban.
¿Por qué abandonar ese tema en circunstancias propicias para quien quiera enarbolarlo?, Según mis fuentes, tanto Castillo como Torres han dicho, a ministros y allegados que insisten en el tema, que el gobierno tiene otros retos nacionales e internacionales cruciales, como para pensar en una nueva constitución. Además, es probable que quieran honrar el compromiso establecido con varios actores políticos y gremios empresariales, que piden no dar la lata con el tema. Aunque sabemos que Castillo le dice que sí a todo el mundo sin que ello signifique su real aquiescencia; a veces, por razones de peso, ha de cumplir su palabra.