"PPK construyó un personaje y ha logrado que esté en la gente"
Fernando Vivas

Su cartera incluye tanto patrimonio material e inmaterial que el solo inventario excedería una entrevista. Tengo que escoger unos pocos ítems, como si fueran estrenos escogidos de una rebosante cartelera nacional. Además, mi propósito adicional es hacerlo romper el quinto mandamiento de , que ordena a los ministros no meterse en territorio ajeno. Tarea difícil, pues el colega analista de la campaña es ahora una prudente autoridad.   

—¿Y usted necesita delegación de facultades en Cultura?
[Sonríe] Todo el Gobierno necesita delegación de facultades. Por ejemplo, la delegación en Economía nos afecta, porque en la medida en que el presupuesto crezca, crecerá el de Cultura. Igual en materia de seguridad. Ya hemos convenido con el ministro [Carlos] Basombrío en hacer puntos de cultura en su programa Barrio Seguro.

—País culto, país seguro. 
Claro que sí. Un país culto es un país más seguro.

—El costo del Muna (Museo Nacional) equivale a los S/400 millones de presupuesto del sector. ¿Es realmente necesario?
El Perú necesita un museo a la altura de su patrimonio. La discusión es si ese museo, que es el principal proyecto de inversión del ministerio en toda su vida, está bien situado y cumple las condiciones para que sea un aporte a la red nacional de museos.

—¿No se descarta trasladarlo?
Hay que construir escenarios de solución. Me he reunido con el representante de la Unops [agencia de la ONU a través de la que se financia la obra] y hemos pedido toda la información. No quisiera adelantar opinión.

—Ha dicho que una tarea transversal e importante es abatir la discriminación. Ya hubo una comisión multisectorial que hizo poco o nada. ¿Qué de nuevo ofrece?
Lo primero que hay de nuevo es que tenemos un mandato clarísimo del presidente: abatir todo tipo de discriminación, especialmente la étnico-racial. Tenemos una unidad dedicada a este asunto. Les he pedido que piensen en grande.

—Lo más efectivo han sido las operaciones de Indecopi con capacidad sancionadora. El ministerio no tiene esa capacidad.
Lo que estamos haciendo en este plan nacional contra la discriminación es ver las capacidades que necesitamos. Un aspecto es el punitivo, sancionador; pero el otro es –suena fácil decirlo, pero no lo es–  celebrar lo que somos, recuperar el orgullo de tener el país que tenemos, que somos un país cuna de civilización. No hay más de diez países que pueden pertenecer a ese club. El canciller está llevando a China una iniciativa para formar alguna instancia mundial.

—Usted fue voceado como asesor político, pero luego lo vimos de ministro. ¿Cómo se dio el cambio?
En primer lugar, no participé en la campaña. Tuve un par de conversaciones [con el presidente] sobre un par de temas y siguió la campaña. Luego, cuando gana, entiendo que aparece mi nombre como consejero, pero también se pone sobre la mesa que he sido funcionario de la Unesco [agencia de cultura de la ONU]. Por veinte años he conocido el gobierno detrás del que tomaba las decisiones. El tránsito ha sido rápido y fácil.

—¿Qué pasará con el pedido de facultades?
Un mandamiento del presidente me impide desarrollar este tema [ríe], pero no quiero rehuir la pregunta. Estamos obligados a llegar a acuerdos. No sería realista pensar de otro modo. Y es lo que está ocurriendo poco a poco.

—PPK dijo “no se metan en otro ministerio” y no dijo “no se metan conmigo”. Así que, puede hablar de él. ¿Hubiera desaconsejado cosas como anticipar la designación de ministros o el pedido de facultades?
Pedro Pablo Kuczynski es una personalidad compleja, multifacética. Cuando señala a Thorne, les dice a los mercados aquí hay una persona que sabe. Yo no hubiera desaconsejado eso. Muchas de las cosas que ha dicho, de esta naturaleza, lo hace porque es un hombre de muchos registros. Tiene sensibilidad y es un intelectual. Al mismo tiempo, es un técnico y un hombre con una visión empresarial. Y los resultados nos dicen que esa espontaneidad, esa franqueza en la comunicación con la población están rindiendo frutos. Ha construido un personaje y ha logrado que ese personaje esté en la gente.

—¿El primer ministro Fernando Zavala está sacando cintura política?
Como yo, debe haber bajado un par de kilitos [ríe]. No es una competencia de volúmenes, lo veo haciendo su trabajo bien, es un líder del Gabinete.

—Apelo a su correa, ¿por qué no va a las sesiones de ejercicios?
He ido a una. El problema real, y lo sabe el primer ministro, es que tengo un nervio en la cintura. Por eso, yo nado.

—Volvamos a su cartera. ¿Cómo agilizar los CIRA (certificado de inexistencia de restos arqueológicos) sin que dejen de proteger el patrimonio?
Es bastante complejo. Hemos tenido una política básicamente defensiva del patrimonio. Tenemos que pasar a una nueva fase. Tenemos que estar sentados en la mesa donde se proyecta el crecimiento. He hablado con el gobernador de Cusco y si uno proyecta las tendencias del crecimiento del comercio, del turismo, del parque automotor, con el actual modelo de gestión, sería severamente afectado. Cusco tiene que construir un nuevo centro moderno y que el Centro Histórico se convierta en espacio peatonal.

—El problema de Cusco es de éxito, a otros les falta turismo. Cusco logró desechar una ley que facilitaba la inversión privada en el patrimonio, porque no la necesitaba.
Necesitamos una nueva ley de patrimonio, para encarar estos problemas. Estamos cerrando un convenio con el Ministerio de Defensa para que el satélite nos ayude a hacer el levantamiento de todo el patrimonio. Tendríamos en el futuro un sistema de señales para que el inversionista sepa, introduciendo las coordenadas geográficas, si le salió color rojo, verde o ámbar, el tratamiento específico del lugar. Tenemos que estar antes de que se construyan las carreteras, las obras.

—Lima está en la lista de patrimonio de la Unesco por su legado colonial. ¿Cómo cambiar la idea de que lo prehispánico es lo más valioso?
Estoy de acuerdo en que todo el patrimonio, prehispánico, colonial, republicano, es valioso. En Lima hubo un desborde popular, Matos Mar y las fotos del ‘Chino’ Domínguez y el elogio al informal que hizo De Soto fueron construyendo otra imagen de ciudad. Pero eso ya está desfasado. Hoy Lima vive una expansión del consumo que nunca tuvo, que escapa a la previsión. Es un reto para nuestros creadores construir la imagen de Lima.

—¿Cómo llegará el sector al bicentenario?
La única manera de hacer nuestra tarea es cambiando el modelo de gestión del patrimonio. Hacer que la población lo conozca y que lo quiera. Conociéndolo, que lo haga suyo. La frase es cursi, pero se trata de construir, además del orgullo de ser lo que somos, amor por el Perú. Si el Perú gasta 1 por persona en cultura, Chile gasta 3, Colombia 5, México 11.

¿Cuál es la meta? ¿Gastar como cuánto?
Más que gastar, la meta debe ser avanzar en las tareas que se nos ha encomendado: abatir la discriminación e impulsar intensamente la creatividad. El tema de la identidad tiene que ver con la creatividad y con convertirnos en propagandistas, en agitadores de la cultura en el país. En el mundo futuro de las economías del conocimiento, la identidad será un valor fundamental. La cultura no es un problema, es un activo.

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