En noviembre pasado, la presidenta de la República, , alcanzó un pico de desaprobación en su mandato con 84%, según la encuesta de Datum para El Comercio. Tras un año de gestión, cuatro especialistas analizan el accionar de Boluarte en sectores claves como seguridad ciudadana, economía, el ámbito laboral y la agenda política.

Para analizar el primer año de gobierno de Dina Boluarte, El Comercio buscó el análisis de cuatro especialistas Omar Awapara (director de Ciencias Políticas de la UCP), Carlos Basombrío (exministro del Interior), Jessica Luna (directora ejecutiva de ComexPerú) y Miguel Jaramillo (investigador principal de GRADE).

Lo que nos deja el primer año de Dina Boluarte

La reina sin corona
Por Omar Awapara, director de Ciencias Políticas de la UPC

Si podemos resumir el primer año de Dina Boluarte como presidenta, es que ha pretendido que el Perú es una monarquía constitucional y no una república. Dependiente hasta el último detalle de Alberto Otárola, quien funge en la práctica de jefe de Gobierno, ella ha privilegiado lo protocolar sobre lo terrenal, y se proyecta inmune, distante, epidérmica a los problemas del país.


Quizá fue una manera de sacar cuerpo al pecado original de su gobierno, los meses de la barbarie de diciembre y enero, pero ello tornó en frivolidad viajera y disonancia con la “calma y estabilidad” que pregona desde entonces.


A diferencia de la reina Isabel de Inglaterra, quien supo reconocer un annus horribilis cuando lo vivió en 1992, Boluarte prometió, a medio camino, en su discurso de 28 de julio, un annus mirabilis que se ha enfrentado de bruces con la realidad.


La economía en recesión y la inseguridad desatada son la marca de su gestión. Y la certeza de que el fenómeno de El Niño hará que llueva sobre mojado.


Mientras un nuevo terremoto con epicentro en la Fiscalía de la Nación se extendía por el sistema político, la presidenta insistía en una conferencia que el Perú contaba con “estabilidad jurídica y reglas de juego claras”. 


Para Dina Boluarte, el mundo es ancho pero el Perú le es ajeno.

Por Omar Awapara, director de Ciencias Políticas de la UPC
Insuficiente respuesta a transnacionalización del crimen
Por Carlos Basombrío, exministro del Interior

El primer año de gobierno de Dina Boluarte será recordado como aquel en que se consolidó la transnacionalización del crimen organizado, un fenómeno regional que compartimos con otros países sudamericanos. Ello ha venido acompañado por mucha mayor violencia en las calles y el crecimiento geométrico de la extorsión en sus diferentes modalidades, en especial a los pequeños y medianos negocios.


La PNP ha logrado importantes capturas, pero la magnitud del fenómeno los sobrepasa. El gobierno, dominado por el populismo y extremo cortoplacismo, de Alberto Otárola, se ha limitado al estado de emergencia y a reivindicar un inexistente plan Boluarte, lo que no hace sino retrasar la implementación de verdaderas soluciones, a saber, el fortalecimiento de la inteligencia, así como un patrullaje mucho mayor y debidamente planificado. 


Estrategias ambas que, acompañadas por un incremento de recursos, debidamente cautelados de la corrupción reinante, puedan ir paulatinamente dando mejores resultados. El nuevo ministro del Interior no parece tener mayor idea de su rol y, por ahora, se limita al lugar común de describirse como un ministro que estará en la calle, cuando lo que se necesita es su aporte creativo en la planificación y evaluación.

Por Carlos Basombrío, exministro del Interior
Desalineados en lo económico
Por Jessica Luna, directora ejecutiva de ComexPerú

El primer año de gestión del gobierno ha sido difícil en lo económico. La inestabilidad política de los últimos años y el desastre del gobierno de Castillo debilitaron nuestra economía. El gobierno tuvo que recuperar la tecnocracia, pero aún hay trabajo por hacer.


El Ejecutivo realiza esfuerzos para sacar la economía adelante, pero le meten cabe desde adentro. No están alineados frente al mismo objetivo. El MEF muchas veces solo, busca recuperar la confianza empresarial, pero con temas como Petro-Perú se va en sentido contrario. Pierden credibilidad. Faltan firmeza y liderazgo desde la PCM para alinear a todos los ministerios.


El resultado, la economía debilitada, inversión privada caería un 5,3% este año, y sin un equipo sólido para enfrentar los retos del país. ¿Podrán con el fenómeno de El Niño? Urge avanzar en la lucha contra la pobreza y la generación de oportunidades para la población.


En el comercio exterior, volvió la tecnocracia al Mincetur después de una época oscura. Los conflictos sociales y el clima afectaron las exportaciones, que caerían ligeramente este año. Vienen nuevos TLC, Indonesia, Hong Kong, Tailandia; y un nuevo puerto de Chancay que, sin duda, ayudarán.

Por Jessica Luna, directora ejecutiva de ComexPerú
Sin norte para el largo plazo
Por Miguel Jaramillo, investigador principal de GRADE

En general, es problemático dividir el análisis del desempeño económico por períodos de gobierno. Esto es particularmente cierto cuando los períodos son tan cortos como aquellos a los que nos ha acostumbrado nuestra clase política, alrededor de un año por presidente. En el caso del empleo, por ejemplo, la tasa de crecimiento de la inversión privada, que impulsó la mayor expansión del empleo en el último medio siglo, viene decayendo desde la segunda mitad de la década pasada. 


Mirando el largo plazo, el país ha perdido la capacidad de crecer y mejorar el bienestar de sus ciudadanos de hace dos décadas.


La responsabilidad del gobierno de Boluarte no se debe medir por los resultados del mercado laboral en este año de su gestión, sino por lo que no ha hecho para revertir este deterioro estructural, que ya se ve reflejado en el incremento de la pobreza. 


Visto así, la principal falencia de Boluarte ha sido no emprender un programa de reformas que nos permita retomar la senda del crecimiento que nos permitió reducir sostenidamente la pobreza y recuperar la aspiración de ser un país más próspero y justo. Y, de paso, trascender la mediocridad de su entorno político.

Por Miguel Jaramillo, investigador principal de GRADE