“Hay una federación de ministros y Cevallos está solo”, me dice un ex ministro atento a la ola y a la política. “¿Y eso puede ser una ventaja si tiene libertad para actuar, no?”, le pregunto. “Sí, pero no solo necesitas libertad para hacer una buena gestión, sino un plan y poder”.
Este pequeño diálogo resume la situación de Cevallos: Tiene la plena confianza de Pedro Castillo, el MEF está comprometido a atender sus urgencias y no le rinde cuentas a ningún partido (fue congresista del Frente Amplio, y se alejó de aquel en el 2021). Probablemente, tampoco lo haría si militara: según colaboradores que lo conocen bien, marca su territorio y no le gusta gastar tiempo en comisiones multisectoriales, coordinaciones o ‘comandos vacuna’. Recibe aportes y se reúne con quienes tiene que hacerlo, pero sin abrir demasiado el juego. Según mis fuentes de la PCM, allí lo perciben muy autónomo pero lo apoyan sin mayores objeciones.
LEE TAMBIÉN: El 24 arranca la vacunación a niños de entre 5 y 11 años.
La pandemia avanza más rápido que esta burocracia práctica de Cevallos y el plan de tercera ola que esbozó el Minsa entre setiembre y octubre, debe ser constantemente ajustado. Por ejemplo, las recientes dudas sobre la hora en que debe empezar el toque de queda, evidencian los desajustes. En diciembre se bajó de las 2 a.m. a las 11p.m para conjurar los efectos de la parranda de año nuevo. Pasó la resaca y con la tercera ola desatada, el gobierno decidió mantener la hora a pesar de muchas opiniones que dicen que los toques congestionan en vez de ayudar. De pronto, se anunció otro cambio, por una sola hora. El toque es a la medianoche.
Le pedí a Víctor Zamora, que fue ministro cuando se creía en las virtudes del enfoque represivo, un comentario sobre este zig zag. “No debiera haber toque de queda. Además, impide el acceso a la vacuna a muchos jóvenes que trabajan todo el día y podrían vacunarse en la madrugada”. Visto el renovado enfoque permisivo de Víctor, le pregunto si la afición oficial por los toques de queda, siendo relativo el fundamento sanitario, tiene que ver con un fin subsidiario de combate contra la inseguridad. “En mi caso, no; pero no puedo negar que, cuando se hablaba de intervenciones o sacar tanques, los ministros de las fuerzas armadas se entusiasmaban”. Y Vizcarra también, si recuerden que junto a las cifras de contagiados, hospitalizados y fallecidos, registraba celosamente la de detenidos.
LEE TAMBIÉN: Toque de queda ya no será a las 11p.m. sino a la medianoche.
Valga esta evocación del vizcarrismo para considerar que Cevallos y cualquiera que esté en su lugar, tiene un par de ventajas. ¿Cuáles? Que en la primera ola nos acostumbramos a soportar estándares severos que persisten sin que los cuestionemos. Y, al revés, se puede caer muy simpático liberando restricciones como, por ejemplo, permitiendo ingresos a los estadios. De esos temas pude conversar con fuentes del Minsa y con el propio ministro, que me respondió desde su casa, por Zoom. El Covid lo ha cogido con síntomas leves. Las vacunas funcionan para él y para la inmensa mayoría del 82% de vacunados con dos dosis.
Para qué obligar...
Le pregunté al ministro si, como en otros países que han agarrado el toro por los cuernos, han evaluado la posibilidad de decretar la obligatoriedad de vacunarse. “No está en agenda. Lo hemos conversado en el Minsa, pero no lo hemos planteado en el Consejo de Ministros. Hay un 8%, más o menos, al que tenemos que llegar y que no son antivacuna”.
Un país tan devastado por las dos primeras olas no necesita, como otros, que le cuenten porqué hay que vacunarse. Hemos avanzado un buen trecho sin que los antivacuna hagan estragos y se puede seguir avanzando sin pelear la tortuosa batalla legal de la obligatoriedad. O sea, no vale la pena. Antonio Quispe, doctor en epidemiología y responsable del Grupo de Trabajo de Inteligencia Estratégica del Minsa, me habló a título personal y también cree que no vale la pena pelear la batalla de la obligatoriedad pues, además, acarrea debates legales que a los franceses les ha tomado rounds con su Congreso. “Es obligatorio presentar el carné de vacunación para entrar a espacios cerrados”, subraya Antonio, como una manera práctica de inducir la obligación.
LEE TAMBIÉN: Se declara obligatoria la presentación del carné de vacunación en locales públicos y comerciales
Otra vía de inducir a vacunarse es permitir a los empleadores suspender a los trabajadores renuentes a inocularse. ¿Pensaron en permitir los despidos?, pregunto al ministro. “No, solo suspensión, somos respetuosos de los derechos”. Por cierto, este es el gobierno de sindicalistas y eso incluye a Cevallos, que ha presidido la Federación Médica de Piura. Me contó cómo había reunido a las cabezas de los distintos sindicatos y federaciones del sector Salud, y consolidado un pequeño pliego de reclamos que discutió con Pedro Francke. Eso no lo podrían hacer, con la misma facilidad, otros ministros. Sucede que Castillo, con todos los ministros de testigos, le dijo a Francke que el MEF tenía que acceder a los pedidos urgentes del Minsa.
En el consejo del miércoles, que fue virtual pues 4 ministros (Cevallos, Francke, Juan Carrasco y Óscar Maúrtua) están contagiados; se tocó un asunto crucial ligado a la pandemia y al sector Trabajo. Como les constará a muchos de ustedes, hay muchos peruanos pasando las de caín para conseguir pruebas y certificados médicos que confirmen lo obvio, que están contagiados. Para aliviar el estrés ciudadano y descongestionar el saturado mercado de pruebas, Cevallos propuso establecer como norma la presentación de una declaración jurada. ‘Tengo Covid e invoco la confianza de mi empleador’, es la lógica invocada. La ministra de Trabajo, Betssy Chávez, no asistió al consejo, y se acordó que Cevallos trabajara con ella la propuesta. Que no demoren, pues estamos en la escalada y los casos se multiplican. (Las estimaciones de cuándo será el pico, el descenso o la meseta, si hubiera esta última, se toman con muchas pinzas en el Minsa, y los cálculos prudentes apuntan a alguna fecha indefinida entre febrero y marzo).
Sobre el toque de queda, Quispe fue enfático cuando se le pregunté y me dijo que desaparecerlo en estos momentos sería como “echar kerosene a la hoguera”. Le pregunté al ministro si confiaba en los toques a pesar de que se restringe la oportunidad de la vacunación de madrugada. “Lo hemos puesto a las 12. Queremos evitar, sobre todo, la movilización y reuniones de sectores especialmente sensibles para la propagación de la pandemia”. Le hice la misma pregunta que a Zamora sobre el fin subsidiario de combate a la inseguridad, pero no comparte esa presunción.
Que piense Gareca
Le comenté al ministro que el Minsa perdió la oportunidad de convertir la fiesta de cumpleaños de Paolo Guerrero y la cerrada defensa que de este hizo el DT Ricardo Gareca, en un mensaje aleccionador. Pudo ser nuestro Caso Djokovic, le digo, en alusión al tenista serbio expulsado por el gobierno australiano. Cevallos fue parco y prefirió hablarme del ‘Vacunazo’, el evento con equipos y barras, que incluye puestos de vacunación en la Videna y junto a los estadios.
En realidad, según mis fuentes del Minsa, el partido con Gareca no terminó con sus declaraciones impropias. Lo buscaron y este fue esquivo, como lo suele ser cuando lo convocan las autoridades. Afortunadamente, Juan Carlos Oblitas hizo de puente y se pactó una reunión con el ministro. Los tres iban a cenar el fin de semana, pero Cevallos canceló la cita cuando empezó a sentir los síntomas que luego confirmó eran del Covid. Había temas que discutir y negociar: aumentar el aforo a los estadios y garantizar el apoyo de la selección, con garra y sin parranda, al combate a la pandemia. El fútbol y la lucha contra el Covid son los temas que más nos unen. Algo tiene que salir de allí.
Vacunas al rojo vivo
Me contaron en el Minsa que un rompedero de cabeza de la gestión de Cevallos es el destino de un lote de 9 millones de vacunas de AstraZeneca. El ministro ya lo hizo público en entrevista con El Comercio (16/1/22). Aquí les cuento más detalles: En diciembre del 2020, el gobierno de Sagasti, en plena carrera desesperada de compra de vacunas, contrató un lote de 14 millones con AstraZeneca que, según el contrato, llegarían a partir de setiembre del 2021. Resulta que en ese mes llegaron 36 mil dosis, es decir, casi nada. Luego hubo algunos envíos más importantes hasta que, para escándalo del Minsa, les informaron de la pronta llegada de los 9 millones a punto de vencerse.
AstraZeneca alega que informó de esta cronología al Minsa en el verano del año pasado y no tuvieron una respuesta objetando el envío. Mis fuentes aún no han verificado si, en efecto, hubo esa advertencia sin réplica; pero están furiosos con el laboratorio. El ministro, tratando de resolver el tema, ha hablado con otros gobiernos y con Covax Facility, para donar el lote; pero nadie quiere o cree que puede servirse de vacunas de poca vigencia. De no llegar a un acuerdo con la empresa, esas vacunas se incinerarían.
LEE TAMBIÉN: El gobierno de Francisco Sagasti adquirió 14 millones de vacunas de AstraZeneca
Fuera de ese laboratorio que el Minsa tiene entre ceja y ceja, Cevallos asegura que hay vacunas suficientes hasta para una cuarta dosis de refuerzo, además de la vacunación a los niños de entre 5 y 11 años que arranca el lunes 24. Los detalles de los contratos son confidenciales pero me dice que hay cláusulas que ofrecen entregar vacunas actualizadas para nuevas cepas o variantes, si las hubiera disponibles. Respecto a tratamientos antivirales, pruebas de uso doméstico y otras novedades anti Covid, el ministro no muestra mucho entusiasmo, pero dice que su gente tiene el mandato de estar al tanto de todo lo que valga la pena conocer y adquirir.
Estamos en plena ola con amplia movilización social. Aún si la Ómicron y las vacunas vuelven leves los padeceres; su masividad es tal que los residuos mortales puede volvera desolarnos. Le pregunto a Cevallos si Castillo y la primera ministra son ‘Covid conscientes’; es decir, si se hacen cargo de la gravedad del asunto sin que él tenga que convencerlos de tomar medidas. Me responde con un escueto pero firme, “sí”. También le pregunto si el gabinete, como pasó durante la gestión de Vizcarra, se divide entre los ‘ministerios sociales’ (Salud, Midis, Mujer, Mininter, Mindef) proclives a aceptar gastos y restricciones y los ‘ministerios de la producción’ (MEF, Mincetur, Produce, Minem) más preocupados en expandir el tránsito y los aforos. “Hay algo de eso”, sonríe. “Pedro Francke tiene claro la necesidad de apoyar al Minsa, pero siempre pregunta el porqué de las restricciones. Roberto Sánchez [Mincetur] aboga por el turismo, que está muy golpeado”.
Entre el registro de las bajas humanas, dibujadas en una curva erizada como expresión muda de la hecatombe; y las presiones para abrir espacios públicos y locales, como prueba de que estamos vivos; el Minsa y su ministro confían en que esta ola, suceda lo que suceda en la política, no nos revuelque como las anteriores.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- Retorno a clases escolares: el pedido para que no se condicione vuelta a las aulas por aumento de casos de COVID-19
- ¿Qué puede ocurrir si se pone un tope de precios a los medicamentos utilizados para contrarrestar el COVID-19, como planteó el ministro de Salud?
- Cuatro ministros con los que el presidente se reunió durante la última semana dieron positivo al COVID-19
- COVID-19: ¿Cómo se desarrollará la vacunación a los menores de 5 a 11 años?