El gobierno de Dina Boluarte insiste en que no ha habido un giro en su postura ante la crisis política venezolana luego de la salida de Javier González Olaechea como ministro de Relaciones Exteriores y su reemplazo con Elmer Schialer. Sin embargo, este jueves sí se expresó un cambio concreto: el Perú ya no reconoce al opositor Edmundo González como presidente electo de Venezuela, como sí se había hecho durante la gestión del ahora excanciller.
Gustavo Adrianzén, presidente del Consejo de MInistros y número 2 del gobierno peruano, declaró en RPP Noticias que el líder opositor “No puede ser presidente electo” y afirmó que no hay “ninguna comunicación oficial del Estado peruano reconociendo esa condición para el señor González Urrutia”.
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Lo dicho por el titular de la PCM contradice directamente lo afirmado por Javier González Olaechea cuando era canciller, hace poco más de un mes, bajo la jefatura de Gustavo Adrianzén. “González es el presidente electo legítimo de Venezuela”, afirmó el entonces ministro el pasado 30 de julio en declaraciones a la prensa.
La misma postura fue expresada en una entrevista con la cadena estadounidense CNN y en su participación ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde se refirió a él como “el verdadero, legítimo presidente electo de Venezuela”.
Mientras Javier González Olaechea era parte de su gabinete, ni Gustavo Adrianzén ni Dina Boluarte ni ningún otro representante del Ejecutivo rectificaron o contradijeron esa afirmación. Tras su salida, la postura del Ejecutivo -a pesar de que ellos lo nieguen- ha variado.
En la misma entrevista de este jueves, Gustavo Adrianzén aseguró que la postura de Perú frente a la crisis en Venezuela está manifestada en los comunicados oficiales de la Cancillería y que esta “no ha variado en lo más mínimo”. “Que ve con preocupación los resultados del 28 de julio, que hace votos para que las actas se entreguen [...] que es imprescindible que esos resultados sean objeto de una revisión, que se haga un reconteo de las actas”.
Consultado sobre si reconocían al ganador de esas elecciones, Gustavo Adrianzén se limitó a repetir la necesidad de que se exhiban las actas. Además, como había hecho el canciller Schialer en la víspera, evitó responder en más de una ocasión respecto si hubo un fraude electoral y si en Venezuela hay una dictadura.
Pese a ello, los comunicados de la Cancillería citados por Gustavo Adrianzén -a diferencia de él-, sí hicieron mención expresa a un fraude electoral en Venezuela. En el comunicado del 29 de julio se condenó el “intento de las autoridades de ese país de consolidar el fraude”; y en el del día siguiente, se rechazaron las “múltiples irregularidades” que constituyeron “un auténtico fraude electoral”.
Este mismo jueves, en el Palacio de Torre Tagle, Elmer Schialer participó en una ceremonia de presentación como nuevo ministro de Relaciones Exteriores. Allí también estuvo el saliente canciller, Javier González Olaechea, quien hasta ahora no ha dado declaraciones públicas respecto a su abrupta salida del gabinete.
En su discurso de despedida, elaborado en forma de un poema, el saliente canciller se limitó a elogiar a la función pública y el servicio a la Nación, además de agradecer al personal que trabajó con él durante su gestión. Luego, le dio un fuerte abrazo a su sucesor, quien antes fue su secretario general.
A su turno, en su primer discurso como ministro, Elmer Schialer hizo alusión a su postura ante Venezuela. El canciller había sido ampliamente criticado por decir, luego de su juramentación del último martes, que la postura del Perú era que “los problemas de Venezuela sean resueltos por los venezolanos
Esta vez, insistió en que “no hay ningún cambio ni giro” en la postura peruana, aunque añadió que hay “evidencia de graves irregularidades en el proceso, las cuales hemos denunciado”. “No reconocemos, por ello, esos resultados. Asimismo, coordinamos las detenciones arbitrarias y la persecución política [...] Hemos rechazado resueltamente la orden de aprehensión emitida en contra del señor Edmundo Gonzáles Urrutia”.
El discurso del nuevo canciller y los dichos de Gustavo Adrianzén tuvieron reacciones divididas entre las fuerzas políticas del Congreso, que ya habían cuestionado a Schialer por sus primeros pronunciamientos.
El legislador José Cueto (Honor y Democracia) dijo, luego de la ceremonia en Torre Tagle, que le dieron gusto las declaraciones del canciller “reafirmando la posición que ha tenido en el Perú desde el inicio”. Atribuyó las diferencias entre los dichos del saliente canciller y el nuevo a una cuestión de estilo. “Yo personalmente sigo pensando que hubo fraude, pero en Cancillería siempre hay que tener un poco de cuidado”.
Consultado por El Comercio respecto al cambio en el reconocimiento a Edmundo González como presidente electo, dijo que “no le gusta”, pero reiteró que lo dicho por el canciller el daba tranquilidad. Luego, se reafirmó en que la salida de Gonzáles Olaechea del gabinete le parece una “pésima decisión”.
Por su parte, Fuerza Popular lamentó “las tibias declaraciones” de Gustavo Adrianzén y Elmer Schialer “sobre el fraude electoral en Venezuela”. “Los demócratas no deben quedarse callados frente a estos abusos y estamos obligados a denunciar públicamente la sangrienta dictadura izquierdista por Nicolás Maduro”, manifestó en un comunicado el partido naranja, que ha anunciado a Alberto Fujimori como próximo candidato presidencial.
Mediante su cuenta de X, el parlamentario fujimorista Alejandro Aguinaga, expresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, remarcó que Gustavo Adrianzén “optó por una respuesta evasiva” cuando se le preguntó por el fraude y la dictadura en Venezuela. “Frente a estas ‘nuevas respuestas diplomáticas’, no me sorprendería que le organicen la chocolatada navideña a Nicolás Maduro”, ironizó.
Desde Avanza País, Patricia Chirinos también se sumó a las críticas: “¿Quién gobierna? ¿Vladimir Cerrón o Boluarte? Cada vez estamos peor. Este gobierno está sacando a relucir su ideología comunista y prochavista [...] La cobardía de este gobierno, de no reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela, lo convierte en cómplice de la tiranía comunista”.
Alejandro Cavero, tercer vicepresidente del Congreso, calificó lo dicho por el jefe del gabinete como unas “tristísimas declaraciones y un retroceso cobarde en la firme posición del Perú”. “No se le puede hacer el juego a la dictadura de Maduro y llamarse al mismo tiempo premier de un gobierno demócrata y defensor del Estado de Derecho”.
Rechazo, suspicacias y desconcierto
Luis Nunes, analista político venezolano radicado en el Perú, dijo a El Comercio que el cambio en la postura del gobierno fue bastante sorpresivo porque “el Perú fue el primer país en reconocer a Edmundo González como presidente electo, basta ver los titulares de la prensa y los comunicados de la Cancillería”. “Si el premier y el nuevo canciller piensan eso, agarrarán esos comunicados y los tirarán al tacho. No entiendo el cambio de rumbo en algo tan importante”.
“He quedado desconcertado. Como analista político, he conversado con colegas en otros países latinoamericanos y también están desconcertados. Perú había sido una brújula en este camino. No se entiende: por un lado dicen que no han cambiado la línea respecto a Venezuela, pero con las declaraciones del premier sin duda que hay un cambio”, comentó.
Nunes remarcó que en el gobierno de Dina Boluarte nunca se desmarcaron de lo dicho por el canciller saliente sobre el reconocimiento a Gonzáles Olaechea y que se entendía que su postura era del Ejecutivo. “Yo suponía que la presidenta dejaba en boca de su canciller ser portavoz de este tema [...] Si uno se va a poner perspicaz, parece que a alguien no le gustó que la presidenta tuviese un 5% de aprobación y el canciller tuviese 48%”.
Por otro lado, recordó el vínculo político que tuvo Dina Boluarte con el hoy prófugo Vladimir Cerrón, bastante cercano al régimen chavista. Sobre la posibilidad de que esa relación esté detrás del cambio de postura del gobierno, comentó que “es una suspicacia que sería bueno que la presidenta aclarara, como tantas que hay en torno a su relación con Cerrón y su no captura en casi un año”.
La salida de González Olaechea y el cambio en la postura del Perú frente a Venezuela se da en medio de la polémica por la difusión de un audio atribuido al ministro del Interior de Dina Boluarte, en el que se habla de una ayuda del gobierno al prófugo mediante el uso de un vehículo presidencial. El hecho es blanco de diligencias previas de parte del Ministerio Público.
Desde la clandestinidad, Vladimir Cerrón aseguró que la salida del excanciller fue lo más relevante de los recientes cambios en el gabinete ministerial. “Esperemos que la nueva gestión reaperture [sic] relaciones diplomáticas con México, Venezuela, Bolivia, Corea del Norte y RASD (República Árabe Saharaui Democrática”, publicó en X.
Este jueves, tras el discurso de Elmer Schialer, el prófugo publicó en la misma red social que “es degradante que un par de periodicazos te cambien de opinión, perdiendo autonomía, dignidad e integridad, elementos que componen la personalidad.
Sobre estos cambios, el analista político Juan Paredes Castro comentó a El Comercio que “oficial o extraoficialmente, palabras más o palabras menos, la posición peruana respecto del resultado electoral en Venezuela, ya no es la misma que hasta hace poco expresara con nitidez y firmeza el ex canciller Javier González Olaechea”.
“Es más: el nuevo canciller y el primer ministro le han servido a Nicolás Maduro, con sus recientes declaraciones, un bálsamo de ambigüedad. Así, ya puede sentirse Maduro, desde ahora, tranquilo y autorizado para hacer presencia en APEC, con el Perú como tibio anfitrión suyo en ese evento internacional. El Perú se ha puesto a tal punto contra sí mismo en su valiente postura frente a la fraudulenta elección de Maduro, que ha terminado por ponerse contra sí mismo también frente a nuestras propias convicciones democráticas como nación y Estado.
Agregó que se pierde tiempo “especulando sobre la paternidad de este cambio: si viene de Cerrón, si viene de Cuba o si viene de Maduro”. “Es la presidenta Dina Boluarte, como conductora de la política exterior peruana, quien tiene que salir a decirle al país cómo es que hemos pasado tan rápidamente de ser defensores de las libertades y de la democracia en el hemisferio a constituir un manojo de ambigüedad en la línea de conducta de la cancillería. "
“No es la primera vez que Maduro imprime una presión política notoria sobre la cancillería. Ya lo hizo antes cuando maltrato al ex canciller Rafael Ricagliolo, cuando gobernaba Humala. Y cuando Castillo también”, incidió.
Luis Parada, comerciante venezolano y representante del partido opositor Voluntad Popular en el Perú, comentó a El Comercio que respetan los asuntos internos de la política peruana. Pero añadió, a modo particular, que lamenta “el enfriamiento de la postura porque va a representar un oxígeno a la dictadura”.
“Perú venía siendo líder y pionero en la postura de Latinoamérica frente a lo que sucedió. Esto representa ceder espacios de liderazgo continental en cuando a las posturas democráticas, las luchas por una América libre de dictaduras”, dijo.
El dirigente opositor añadió que la comunidad venezolana en Perú ve esto con preocupación, pero añadió que confían en que el gobierno se mantenga en su postura de no reconocer a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones y exigir que se muestren las actas electorales. “Consideramos que el Perú se mantiene en esa postura de exigir los resultados mesa por mesa, que es una postura correcta”, indicó.