"A esos violentistas de Islay tenemos que sacarlos del juego"
"A esos violentistas de Islay tenemos que sacarlos del juego"
Mariella Balbi

El conflicto suscitado por los opositores al proyecto minero de Tía María tiene en vilo al país desde hace 60 días. El ministro de Agricultura, Juan Manuel Benites, quien lideró la posición del Ejecutivo, señala que se debe dialogar con los agricultores.

La asonada del viernes en Cocachacra con el asalto a la comisaría causó una muerte. Pese a la pausa de 60 días anunciada por Southern, la tensión no baja.
Hay una recomposición de actores y liderazgos en el valle. Lamentablemente, quienes iniciaron el paro han perdido cierto control. Las masas violentistas radicales no quieren ceder ni un milímetro. No aceptan una pausa de 60 días, ni 90 o lo que fuera. Quieren que su posición radical prevalezca. Hay un grupo violentista que se ha instalado ahí y apoderado del control. Está amedrentando gente. No perciben quiénes están a favor o en contra. Solo cuentan quienes están con su posición extrema.

¿Es un grupo foráneo al Valle de Tambo?
Inteligencia en algún momento identificó un grupo que vino de fuera. No sé si permanece aún, pero los identificados recientemente son gente del valle que incluso tiene orden de captura, la policía está trabajando en esto.

¿Así es posible el diálogo?
Para dialogar hay que tener paz y conversar con los que están a favor y en contra, sin distinción, porque el diálogo debe ser abierto y transparente. Mientras esté este grupo que se ha apoderado del valle, es imposible conversar. Con violencia no se puede.

¿El estado de emergencia permitirá dialogar?
Permitirá recuperar el orden público, el principio de autoridad, lograr que se pacifiquen las aguas y que los violentistas sean identificados y capturados. A partir de ahí las personas tendrán la tranquilidad de que pueden regresar a los colegios, abrir los comercios, que habrá un ambiente de paz. Se evaluará la permanencia del estado de emergencia. El gobierno generará el espacio para conversar con todos y generar confianza. La agenda no debe dedicarse exclusivamente al tema de la mina. Así fue al inicio, pero luego se concentró en la mina. Creo que debemos retomar el sentido agrario del valle. Veamos cuáles son sus problemas, cómo mejora la agricultura, qué obras son importantes para garantizar el agua. La mina es un punto más.

Lo real es que muchos piensan que la mina arruinará el valle.
Yo entiendo que hay gente con dudas fuertes, pero hay un grupo que no permite despejarlas porque genera terror en la zona. Ese es un elemento distorsionador del diálogo.

¿La agresión a la comisaría es el estilo del etnocacerismo, del ‘andahuaylazo’?
Algo hay de eso. Se ha visto desfilando a reservistas, se habla también del Movadef, que ahí nació Abimael Guzmán. Lo que está claro es que hay un grupo al margen de la ley, utilizando el amedrentamiento, el ataque a policías. A esos violentistas tenemos que sacarlos del juego, ellos están distorsionando la posibilidad de conversar.

¿La detención del dirigente Pepe Julio Gutiérrez por 9 meses y la comparecencia restringida para el alcalde de Deán Valdivia y el presidente de la junta de usuarios facilitan el diálogo?
Si uno se pone al margen de la ley, no es un elemento con el que se pueda dialogar. Gutiérrez está prácticamente al margen y en el valle hay cuestionamientos. Los otros tienen comparecencia.

¿Se conversa con ellos?
Hay que abrir el panorama y escuchar a otras personas, involucrar directamente a los agricultores. Este grupo les cerró la representación porque se autoproclamaron los líderes. Debemos acercarnos a otras fuerzas.

El ministro del Ambiente dijo que el presidente lo designó para liderar el tema de Tía María. ¿Es así?
Sí. Por lo menos hasta que se truncó el proceso yo estaba directamente encargado. En este momento, Ambiente y Energía están tomando más protagonismo porque [el tema] corresponde a su sector.

¿Pero quién lidera esto?
Quien habla está liderando, pero en el tema de la aparición mediática de la información sobre el proyecto minero, obviamente, Ambiente y Energía son los llamados a explicarlo. El presidente tiene claro que agricultura tiene la prioridad. Lo mencionó en su discurso de campaña. Por eso me encargó las mesas de desarrollo.

¿La minería va en contra de la agricultura?
No necesariamente. En este caso, no va en contra. El EIA aprobado por el gobierno demuestra que la tecnología que se usará no daña la agricultura. Eso no quita que la población tenga dudas razonables y que las escuchemos. La garantía del Ministerio de Agricultura es generar ese espacio para que sean escuchados. No se trata de imponer un proyecto ni a una empresa. Si hubiese algún tema no desarrollado, habrá una complementación.

Lee la entrevista completa en la edición impresa de El Comercio.

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