A Humberto Morales no debe gustarle mucho cuando alguien de su bancada utiliza la expresión “todos y todas”. Tuvo un rapto de misoginia cuando aseguró que las mujeres “después de ser chismosas, son mentirosas”. Lejos de hacerse responsable de sus afirmaciones, dijo que la infeliz frase proviene de una enseñanza materna. Luego trató de barajarla diciendo que todas las mujeres son “sus hermanas”. Más de una habrá deseado ser hija única.