El presidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR), Jean Paul Benavente, consideró que la administración de Pedro Castillo requiere recomponer el Gabinete Ministerial y llegar a un pacto político con el Congreso y otros actores para darle una salida a la actual “situación de ingobernabilidad”. Agregó que, de lo contrario, se tienen que ir todos.
—La ANGR le ha dado como plazo al presidente Castillo hasta el 21 de abril para que recomponga el Gabinete Ministerial. Pero en casi nueve meses, ha habido cuatro primeros ministros. ¿Cree que el mandatario esté dispuesto a realizar un verdadero cambio de rumbo?
Más allá de creer o no, lo que estamos aspirando es que haya la posibilidad de darle gobernabilidad al país. En el marco de los plazos, obviamente somos respetuosos de la investidura del presidente de la República, quien representa a todos los peruanos y peruanas. La recomposición del Gabinete es un proceso que puede dar una salida a esta difícil situación de ingobernabilidad que está viviendo el país.
—El viernes, el presidente Castillo irá al Cusco. ¿El plazo para los cambios continúa siendo el 21 de abril o se ha modificado?
Mire, la fecha era porque nosotros teníamos que celebrar un GORE Ejecutivo en Ica, y dadas las circunstancias de conflictividad, este GORE Ejecutivo se ha postergado a otra fecha, pero tenemos entendido que en el transcurso de esta y la siguiente semana parece ser que se van a cumplir las tres condiciones que nosotros hemos planteado, entre ellas la recomposición del Gabinete, sentarse a plantear un pacto político y luego plantear algunas reformas de trabajo conjunto entre el Ejecutivo y el Congreso.
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—Y si el jefe de Estado no atiende su exhortación, ¿cuál será la postura que adopte la ANGR? ¿Pasará a ser de oposición?
Ni oposición ni respaldo, nosotros [desde la ANGR] hemos planteado una postura que más bien equilibra esta especie de fuego cruzado [entre el Ejecutivo y el Congreso] que estaba habiendo semanas atrás. Ojalá que esta semana ya se pueda ir resolviendo en el marco del diálogo la posibilidad de trabajo coordinación entre el Parlamento y el gobierno central. ¿Qué pasa si no se cumple? Lo que pasaría es que se estaría perdiendo una oportunidad importante para el país, para devolverle la tranquilidad y un espacio de gobernabilidad.
Nosotros hemos perdido prácticamente un año con el tema de la pandemia, estamos atravesando [desde el inicio de nuestra gestión] cerca de cuatro presidentes de la República, estamos haciendo coordinaciones con N ministros y tres Congresos, nosotros estamos preocupados de que no se nos haya dado salidas, mecanismos a través de los cuales podamos impulsar inversiones en nuestras regiones. Por lo tanto, nos preocupa que esta situación de inestabilidad e ingobernabilidad siga. Si es que no hay una salida, un pacto político nacional de consenso, obviamente tenemos que ir por el otro mecanismo: que se vayan todos. Pero irnos todos implica también que haya un pequeño acuerdo para realizar reformas políticas para que la elección de un nuevo Congreso y un nuevo Ejecutivo no signifique más de lo mismo.
—¿Es viable ir a nuevas elecciones generales, cuando en el Congreso hay sectores que no están de acuerdo con ese escenario?
Esa es la preocupación, obviamente. Por ello, es urgente un acuerdo nacional que busque más bien la salida por otro lado, como hemos señalado: pacto político y recomposición del Gabinete, creemos que esta es una salida democrática. Pero si la conflictividad social, si las calles comienzan a convulsionar más, no les va a quedar más salida al Ejecutivo y al Congreso que renunciar y llamar a elecciones generales. Evitar la convulsión social implica desarrollar este pacto político que estamos planteando.
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—A inicios de febrero, usted indicó que se requería de un Gabinete “técnico” y “convocante”. ¿El equipo de Aníbal Torres lo ha sido? ¿Ha cumplido su ciclo?
Este tema es delicado, en un Gabinete nunca se puede cuestionar a todos [sus integrantes], creemos que hay elementos, posturas de determinados sectores que han pedido que se recomponga este Gabinete [en las carteras de] Salud, Transportes y Comunicaciones, Energía y Minas y Agricultura, estos ministerios son los más sensibles ahora, están siendo parte de un desgaste natural por la misma conflictividad social en el marco de una coyuntura de alza de precios y del costo de vida. Este [nuevo] Gabinete no necesariamente tiene que ser consultado solamente con las bancadas que están en el Congreso, cuando decimos [que debe ser] de ancha base, decimos que se convoquen a los colegios profesionales, a las universidades y que de ahí se alcancen algunas ternas. Es importante que el presidente designe a un Gabinete que encuentre respaldo en distintos sectores de la población.
—¿Torres debe renunciar?
Bueno, yo creo que eso está prácticamente, es una crónica [de una muerte] anunciada, debido a la conflictividad social, a la interpelación y una eventual censura que se viene la siguiente semana […] Respetamos la trayectoria de Aníbal Torres, pero hay una responsabilidad política que debe asumir.
—¿El gobierno de Castillo está en cuidados intensivos? ¿Puede salir de ahí? ¿Cómo?
La salida [a la crisis] la hemos planteado desde el 18 de marzo, hemos alcanzado toda una propuesta y una de ellas es la recomposición del Gabinete. ¿Por qué insistimos en esto? Porque significa que el presidente tendrá que adoptar una posición política respecto al partido por el cual fue elegido, ahí tiene que haber un gesto y no solo de él, sino de Perú Libre para abrir y garantizar un Gabinete de ancha base. Este es un paso difícil y complejo para el presidente, porque el respaldo que hoy tiene [en un sector] del Congreso depende de Perú Libre.
Lo segundo importante para nosotros es el tema del deslinde contra la corrupción, hay supuestos indicios de corrupción en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, y las denuncias deben esclarecerse con mayor contundencia y firmeza, para que el gobierno pueda recuperarse. Si estas condiciones [pacto político y renovación] no suceden en los próximos días, realmente el futuro resulta más incierto.
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—¿El presidente Castillo gobierna en base al reparto de cuotas? ¿Este es uno de sus principales errores?
Esto es algo muy delicado, pero entiéndase que cuando uno lidera una propuesta política, obviamente deberá convocar a quienes están en las fuerzas políticas que lo han acompañado, pero también debe estar en la capacidad de convocar a otras instancias y mucho más en este momento que se requiere dar respuestas no solo a los otros partidos, sino a otras instancias representativas, como los colegios profesionales, universidades y la academia, sectores que no necesariamente están representados en el Parlamento.
— A diferencia de otras protestas sociales, en las registradas en Huancayo, Huánuco, Ica y ahora Cusco los que marchan contra el gobierno son los que respaldaron la elección de Castillo. ¿Estas manifestaciones marcan un antes y un después? ¿En qué sentido?
Lo que marca estas manifestaciones, al menos en mi región, es la necesidad de darle una salida a la difícil coyuntura económica que estamos viviendo en estos momentos. También marca una posición, en el sentido, de que el presidente cumpla con sus compromisos de la campaña y se le pide al Congreso impulsar ciertas reformas que son urgentes para el país y para el Cusco. Hay que ser justos en la evaluación, aquí hay una movilización social contra estas dos instancias [Ejecutivo y Parlamento].
—El presidente Castillo lanzó en octubre la segunda reforma agraria en La Convención, pero hoy uno de los reclamos del paro en Cusco exige que se refuerce esta política. ¿Ha sido una reforma de papel?
Exactamente, y es ahí donde está la conflictividad social, quizás en el incumplimiento de promesas que se han ofrecido no solo en la campaña, sino en el tema de la reforma agraria. Para esto tienen que sentarse sobre una mesa el Ejecutivo y el Congreso, la reforma agraria pasa por revisar la ley de gestión hídrica, por ejemplo, o por revisar, aunque algunos nos satanicen por esto, el artículo 70 de la Constitución. Hoy el agro recibe el 2% del presupuesto de la República, y lo que quieren [los gremios] es que esto aumente al 5% o 7%, ese es el pedido que han hecho las organizaciones ayer [lunes], y esto implica reforzar el aparato institucional que presta servicios agrarios.
Por ejemplo, yo, como GORE tengo la gestión de agencias agrarias en todas las provincias [del Cusco], pero estas agencias están totalmente debilitadas, y cuando se quiere llevar asistencia, no alcanza por temas de recursos. Hay mucho por hacer y esa es la principal demanda que en estos días vamos a debatir con los ministros.
—Hoy [martes] se oficializó la creación de una mesa técnica para atender los reclamos de los gremios en Cusco. ¿Por qué no se levantó el paro? ¿No confían en la palabra del gobierno?
Sí, el tema de la confianza [al Ejecutivo] en la ciudadanía está debilitada, porque no se está trabajando en un adecuado mecanismo de comunicación, ellos tienen que comprender que en los procesos tienen que lograr resultados, ya le puse el ejemplo del agrario, y como ese hay muchos, como el tema de transporte y energético, que se han llevado a cabo muchísimas reuniones no solo con este gobierno, sino con anteriores y no se ha cumplido. Entonces, los niveles de desconfianza de la población son estructurales en este caso en particular. Mientras no se puedan plantear temas más concretos en el sector agrario, como la distribución de fertilizantes, obviamente la desconfianza va a continuar por más resoluciones ministeriales que vayan a haber.
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—Otra de las demandas es la convocatoria a una asamblea constituye. ¿No cree que reformar la Constitución en medio de una crisis permanente es peligroso?
Sí, y lo hemos señalado, porque creo que este tema de la asamblea constituyente polariza al país, y entiéndase que quizás en algún momento sí que debatir sobre esto, hay que sentarse en una mesa y empezar a debatir de manera madura y responsable. Pero mientras tanto saquemos un poquito [el tema], o dejemos que siga su curso por un lado y por otro veamos cuáles son las demandas más urgentes en este momento. Esta es la recomendación que le estamos haciendo a las organizaciones sociales.
—En poco más de una semana, el presidente Castillo cumplirá 9 meses en el poder. ¿Cómo calificaría su gobierno? ¿Qué relación tiene con las regiones? ¿Ha existido un abandono?
Yo quiero hablar como gobernador regional del Cusco, en este caso serán los otros los gobernadores los que hagan su calificación, porque es delicado estar en esta situación en la cual no estamos encontrando resultados, y la propia inestabilidad que se vive, no sabemos con qué ministro vamos a conversar, y si va haber una política clara. El diseño de la política de gobierno no está siendo traducida en los sectores, y esto nos hace calificar al gobierno de regular para abajo, tenemos que sincerar las cosas, ser autocríticos, a mí como gobernador regional me toca mi parte, pero a nivel nacional, estos gestos que estamos pidiendo, como la recomposición del Gabinete y un pacto político pueden lograr que le demos vuelta a la página y que empecemos a articular.
—¿Es urgente que el jefe de Estado convoque a una sesión del Acuerdo Nacional? ¿Por qué?
Es urgente, porque en el Acuerdo Nacional están el sector privado, los trabajadores, el sector agrario, los partidos políticos, los gobiernos regionales, y los gobiernos locales. Incluso, se podría ampliar convocando a la presidenta del Congreso. Institucionalmente, el Parlamento debe tener presencia, así como otros poderes del Estado. Todos podemos llegar a consensos, es importantísimo para el país dar esta señal, muchos dicen que será para la foto, pero esa misma fotografía podría darle un nuevo mecanismo de esperanza al país, el hecho de que nos sentemos en una misma mesa a dialogar y, ojalá, podamos llegar a tres o cuatro puntos de consenso. Tenemos que poner en la agenda la lucha contra la corrupción, que no es sencilla en este momento, porque es un tema enquistado históricamente, que se ha diseminado en todas las estructuras del gobierno.
—¿Cómo evalúa la influencia de Vladimir Cerrón, secretario general de Perú Libre, en el gobierno de Castillo? ¿Ha sido positiva o negativa?
Creo que el resultado habla por sí solo, la situación en la cual vivimos no es gratuita. Yo no sé cuál ha sido la percepción o iniciativa de esta relación que debe tener el presidente Castillo con el secretario general de Perú Libre, ahí creo hay una necesidad de que tome una posición ya. Hay la necesidad de que tome una postura firme para que haya un cambio de rumbo, a eso aspiramos los peruanos.
—¿Qué sucede si se convoca al Acuerdo Nacional, se llegan a ciertos consensos, pero en la renovación del Gabinete se repite lo que ya hemos visto antes?
No, no, es que la respuesta [del gobierno] tiene que ser contundente y categórica, [el presidente Castillo] tiene que mostrar claramente distancia de Perú Libre y apertura a otros espacios, no necesariamente partidos políticos, porque a veces confunden ancha base con eso, a que todos los partidos asuman una cartera ministerial, no es eso, sino que técnicamente se convoque a los colegios profesionales, a las universidades. Yo creo que se pueden proponer profesional que cumplan con el perfil que todos demandamos y con experiencia calificada. Todo esto se debe poner sobre la mesa para avanzar en este cambio de rumbo que estamos buscando.