Tras la frustrada postulación de Julio Guzmán a la presidencia en el 2016 y el posterior logro que significó la inscripción de su propia organización política, el Partido Morado, los reflectores de cara a las elecciones parlamentarias de este domingo y los comicios generales del 2021 se dirigían precisamente a esta agrupación. Ello considerando sobre todo la novedad de su incursión en la política, el camino recorrido y la combinación de nuevos cuadros y personas con experiencia en la gestión pública.
Sin embargo, han bastado solo cuatro días para que el Partido Morado se vea involucrado en dos crisis internas que tienen como protagonistas a Daniel Mora, uno de los fundadores y aún candidato al Congreso, y al propio líder de la agrupación, Julio Guzmán.
Y ello a solo días de las elecciones de este domingo, considerando además que es conocido que los electores peruanos toman decisiones a medida que se acerca el día del sufragio. Pero además, en medio de un proceso que aparece también como un medidor para el partido con miras a los comicios generales de 2021, donde Guzmán se perfila como candidato presidencial.
Prefieren bajar el tono
En medio de la controversia, Carlo Magno Salcedo, secretario nacional de Doctrina del Partido Morado, comentó a El Comercio que Guzmán se reunió con dirigentes la mañana de este lunes y dio sus explicaciones sobre lo ocurrido.
“En lo personal me doy por satisfecho, pero vamos a esperar que esto pase a una instancia más amplia”, señaló el dirigente.
Según consideró a título personal, existe un intento de querer “torpedear” al partido y las candidaturas parlamentarias.
“Es una campaña de demolición a un partido que tiene las posibilidades de tener una representación importante”, argumentó el también postulante por Lima.
Francisco Sagasti, cabeza de lista en la capital y secretario nacional de Plan de Gobierno, señaló que solo se está haciendo seguimiento al tema. “Por el momento, no hay un comunicado inmediato ni mucho menos. Iremos viendo la evolución de asunto”, refirió y consideró que el caso de Mora es “más sustantivo e importante”.
Sagasti sostuvo que le interesa más el conjunto de propuestas de campaña y comentó que, tras una reunión en la sede de Transparencia, representantes de varios partidos se expresaron a favor de priorizar la reforma política y lucha contra la corrupción de llegar al Parlamento.
A la espera de algún movimiento morado, analistas políticos consultados por este Diario concuerdan en que los casos de Mora y Guzmán tendrán un impacto en el corto plazo.
Perspectivas sobre una crisis
El hecho más reciente, revelado por “Panorama”, se refiere a imágenes que muestran a Julio Guzmán saliendo raudamente de un edificio en Miraflores el 28 de mayo del 2018 y no retornando, pese a que en el lugar se producía un incendio en el departamento en donde se encontraba con una militante del partido.
El otro se relaciona a una denuncia por agresión contra Daniel Mora, realizada por su esposa en marzo del 2019 y ratificada por ella misma en declaraciones a la prensa. Guzmán se pronunció más de un día después de conocerse el caso, mientras que a nivel institucional se realizó el trámite para el retiro de la candidatura del exlegislador, aunque fue declarado improcedente por no cumplir con requisitos formales.
Para Mabel Huertas, socia del grupo de análisis político 50+1, el caso de Guzmán puede golpear más al Partido Morado. “Lo que ha revelado la situación crítica de ayer es que estamos ante una persona dubitativa, temerosa, que no es firme y no es transparente. Entonces, ¿cómo puede una persona con esas carencias aspirar a la presidencia de un país”, expresó.
Acotó que incluso la entrevista que Guzmán dio a “Cuarto Poder” terminó por, según dijo, evidenciar que no respondía concretamente ni se indignaba ante las calificaciones de su interlocutor. “El espectador hubiera esperado ver a una persona firme en su posición, defendiéndose. Y eso no se vio”, sostuvo.
Aún así, Huertas resalta que la dirigencia del Partido Morado ha sabido sortear el problema con Daniel Mora. “El partido ha resultado ser más que su líder”, opinó.
El politólogo Juan de la Puente coincide en que si bien las reacciones de la dirigencia fueron positivas en el caso de Mora, resultaron insuficientes. Sin embargo, optó por diferenciar al partido de su líder, apuntando que la organización tiene fundamentos que le podrían ayudar a sobrevivir sin su máximo referente.
Específicamente sobre Guzmán, refirió que es muy difícil una estrategia de control de daños, considerando que el problema está en los hechos, más que las interpretaciones. “En la perspectiva del 2021 afecta muy seriamente, sobre todo el componente de novedad, renovador de la política que el señor Guzmán intentaba proyectar”, manifestó haciendo la salvedad de que no descontaría políticamente a nadie en el país.
Asimismo, advirtió que el partido se pone más a prueba respecto a una eventual decisión que pueda tomar sobre Guzmán en los próximos días. “No descartaría que después de las elecciones, el propio señor Guzmán pida licencia o declare formalmente que no será candidato a un cargo de elección popular”, consideró.
Finalmente, el politólogo Arturo Maldonado coincide en que el mayor daño por los casos de Mora y Guzmán, pero sobre todo por este último, es al líder más que al partido. Ello debido a que “es un partido personalista”.
“Son dos interpretaciones. Una afecta a su liderazgo y otra le da un componente de maquiavelismo, porque están dispuesto a sacrificar la seguridad de las personas para cuidar su imagen personal”, comentó.
“Por lo menos en el corto plazo, eso no se va a olvidar. Y las elecciones presidenciales son el corto plazo. Eso tiene un efecto en el 2021”, concluyó.