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Abimael Guzmán: hace 10 años fue condenado a cadena perpetua - 2
René Zubieta Pacco

El 13 de octubre del 2006, el sanguinario terrorista ya tenía 14 años en prisión tras su captura en 1992. Pero aquel día, la justicia peruana decidió que el máximo cabecilla de pase toda su vida en la cárcel. 

Hoy se cumplen 10 años de aquella histórica sentencia de la Sala Penal Nacional. El apodado ‘Gonzalo’ o ‘Cachetón’ fue condenado a cadena perpetua por los atentados y asesinatos que ordenó desde que iniciara un despiadado ataque contra el Estado peruano en 1980.

La lectura de sentencia -tras casi un año de juicio- tomó unas ocho horas en la Base Naval del Callao, donde permanece recluido Guzmán Reynoso, actualmente de 81 años. 

Elena Iparraguirre, con quien Guzmán se casó el 2010 en la Base Naval del Callao, también fue condenada a cadena perpetua aquel 13 de octubre del 2006. La sala probó que ella fue la número 2 en el denominado Comité Central de Sendero Luminoso.

Además, otros 10 integrantes de la cúpula senderista fueron sentenciados ese día. Óscar Ramírez Durand ‘Feliciano’, quien fue capturado en 1999, recibió 24 años de prisión tras colaborar con la justicia y dar detalles del grupo terrorista. Laura Zambrano Padilla y María Pantoja Sánchez -quienes cayeron con Abimael Guzmán en una casa de Surquillo en 1992- fueron condenadas a 35 años de prisión inicialmente, pero posteriormente la Corte Suprema les impuso cadena perpetua. El resto tuvo penas de 25 años de cárcel.

La acusación fiscal a cargo de Luz del Carmen Ibáñez acumuló cinco casos en un solo proceso. Uno de ellos fue la matanza de Lucanamarca en 1983, en el que un grupo de senderistas atacó la aquella comunidad campesinas de Ayacucho asesinando a 69 personas. 

De los 24 acusados, el día de la sentencia estuvieron solo 12. El resto permanece prófugo. Entre estos está Víctor Quispe Palomino o ‘José’, que dirige actualmente a los remanentes terroristas en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). Él se encuentra en la lista de los criminales más buscados por el gobierno peruano. Además, por él y su hermano Jorge Quispe Palomino o ‘Raúl’ se ofrece la mayor recompensa: S/ 2 millones. 

--Más detalles--
Cabe anotar que este proceso se inició luego de que el Tribunal Constitucional anuló las sentencias de cadena perpetua por traición a la patria que dictaron los tribunales militares con jueces sin rostro. Hubo que empezar de nuevo el enjuiciamiento a Abimael Guzmán y a toda su camarilla asesina pero esta vez en el fuero común y con todas las garantías del debido proceso.

La Sala Penal Nacional, presidida por Pablo Talavera e integrada por David Loli y Victoria Sánchez, concluyó que dado que Abimael Guzmán ostentaba el nivel máximo en Sendero Luminoso, "resulta ser el principal responsable de todos los hechos declarados probados en la sentencia, siendo autor mediato por dominio de organización de los delitos de terrorismo agravado".

El tribunal sostuvo que al encausado se le probó no sólo la condición de líder máximo y principal de la organización terrorista, sino además la de artífice de la corriente ideológica llamada “Pensamiento Gonzalo”, del que se deriva la línea política general, su sustento militar, y la práctica de violencia terrorista.

En la sentencia también se señala que Guzmán planificaba el lugar, el modo, y el objetivo de los atentados, incluido el uso progresivo de medios catastróficos como la utilización de coches bomba.

A Abimael Guzmán y a los integrantes de su cúpula se les encontró responsables del delito de terrorismo agravado y homicidio calificado.

La Sala Penal Nacional también dispuso en su fallo el pago de 3.700 millones de soles de reparación civil que los sentenciados deberán abonar solidariamente.

--"Nos insultaban todos los días"--
“Ese día se consolidó el triunfo jurídico del Perú sobre esta organización que sembró el terror en el país”, comentó a El Comercio Luz del Carmen Ibáñez, la fiscal que llevó el caso y pidió la cadena perpetua para Abimael Guzmán. Según recordó, los acusados apuntaban a que las autoridades se enfrentaran y el juicio deviniera en un caos incluso buscando que se declare nulo; sin embargo aseveró que ello no ocurrió porque a los procesados se les dio todas las garantías del debido proceso. 

“A nosotros nos insultaban todos los días. Desde que empezaba el juicio, nos adjetivaban como fiscal siniestra o fascistoide”, refirió Ibáñez. Asimismo, consideró que si bien todo fue complicado en el “megaproceso”, algo muy trabajoso fue reconstruir el historial de los acusados, para lo que recurrió a los archivos de la Dirección Nacional Contra el Terrorismo (Dircote).

Pero la fiscal recuerda que también tuvo que tomar las providencias para que no atenten contra ella o su familia. Aún así, manifestó que durante el juicio se sintió amenazada. Recordó, por ejemplo, una audiencia en la que el coronel (r) Benedicto Jiménez -uno de los artífices de la captura de Abimael Guzmán- declaraba como testigo y la acusada Martha Huatay lo quería interrogar, pues ella era abogada y se defendía a sí misma. Esto le pareció impropio a la fiscal Ibáñez y por ello planteó una queja, pero no fue aceptada por el tribunal. 

“Eso dio origen a que los abogados de Sendero -dirigidos con la mirada por Abimael Guzmán y los gestos de Elena Iparraguirre- se pararan y comenzaran a insultarme. Cuando pedí que se me respetara, Fajardo me gritó que esto era ‘a muerte entre usted y Sendero’. Le dije al presidente del tribunal que no podía permitir que se lancen amenazas y pedí se retire ese insulto, pero me llamaron la atención a mí”, señaló la fiscal a este Diario. “La señora llenó de insultos al coronel”, también recordó.

Pero a 10 años de la sentencia, la fiscal Ibáñez consideró que aún queda una lección por implementar: “En una sociedad postconflictual, como es la peruana, lo que nos toca a todos -autoridades y población civil- es trabajar por la reconciliación, pacificación, por la paz que el Perú quiere y necesita”, dijo contando finalmente que espera publicar un libro del caso antes de fin de año. 

--Los días de Guzmán--
Mientras tanto, con 81 años, Abimael Guzmán permanece recluido en la Base Naval del Callao. Hace pocas semanas se supo que el 36 Juzgado Penal de Reos Libres admitió a trámite un hábeas corpus presentado por su cónyuge Elena Yparraguirre, quien adujo que se habría estado violando el derecho a la vida y a la salud del terrorista. Justamente el 17 de agosto, la jueza Vilma Buitrón acudió al reclusorio para verificar el estado de salud del cabecilla de Sendero, quien dio sus quejas a la magistrada.

En diálogo con El Comercio, Alfredo Crespo, abogado de Guzmán, dijo que personal de la Marina de Guerra ya realizó los análisis a su defendido y este recibió también las medicinas para la psoriasis y artritis que padece. En tanto, el letrado criticó que al terrorista solo se le permita ver a su esposa "una o dos veces al año".

Crespo contó también que vio por última vez a Guzmán hace un par de semanas, y que probablemente “ni se acuerda” de la sentencia que hoy cumple 10 años. “Está estable en su estado de salud, obviamente deteriorada por la enfermedad que padece”, manifestó.

Agregó que Guzmán pasa sus días leyendo -recientemente un libro sobre historia del Perú y la colonización-, escribiendo y saliendo al patio que está al lado de su celda. “El día lo tiene bastante ocupado, es una persona que lee bastante, está bien informado, tiene acceso a periódicos, un televisor, radio”, apuntó.

“A mi modo de ver, ya pagó el delito político por el cual ha sido sentenciado. Pienso que ya debería tener derecho a su libertad”, manifestó Crespo considerando que Abimael Guzmán es un anciano. Sin embargo, precisó que si bien esa es su posición personal, como abogado no ha planteado bajo ninguna vía judicial buscar la libertad del sanguinario subversivo.

A TOMAR EN CUENTA
- El Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) estima que hubo 69.280 muertos producto del conflicto armado interno entre 1980 y 2000. Asimismo, considera a Sendero Luminoso, que encabezó Abimael Guzmán, el “principal perpetrador de crímenes y violaciones de los derechos humanos”, siendo responsable del 54% de las víctimas fatales reportadas. 

- El historiador Juan Luis Orrego afirmó a este Diario a inicios del mes que el Perú no está preparado política ni educativamente para una eventual muerte de Guzmán y tampoco “para manejar el tema de la memoria o el recuerdo del terrorismo”. “Hay que tener en cuenta que hay una intencionalidad política de una fuerza mayoritaria en el Congreso de magnificar algunos hechos recientes [como la construcción de un mausoleo en Comas] y de esta manera justificar un pasado de represión y pacificación en el país”, sostuvo.

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