El suspendido presidente regional de Áncash, César Álvarez, fue trasladado al penal Piedras Gordas I, de Ancón, luego de que el Poder Judicial le dictara 36 meses de prisión preventiva por ser acusado como el autor intelectual del crimen del ex consejero Ezequiel Nolasco, quien fue ultimado en marzo en Huacho.
Personal de seguridad del INPE colocó una manga de seguridad entre la puerta de la carceleta del Poder Judicial y el vehículo que lleva a Álvarez y a los otros implicados en el homicidio de Nolasco.
Estos son: Luis Arroyo Rojas (alcalde del Santa), Juan Manuel Garay Obregón, Jhonny Saavedra Acosta, Cristhian Cruzate Pereda, Rubén Moreno Olivo y los sindicalistas Víctor Julio López Padilla y Modesto Mondragón Becerra. Todos son denunciados por los presuntos delitos de asociación ilícita para delinquir y homicidio calificado.
Momentos antes del traslado, se produjo un conato de bronca entre los seguidores de la autoridad regional y la Policía Nacional.
Afuera de la carceleta del PJ se encontraba Milagros Asián, la esposa de Álvarez, quien reiteró que su esposo es inocente de los cargos que se le imputan.
Horas antes, Asián afirmó que la fiscalía intenta involucrarla en el proceso de 'La Centralita' cuando no tiene ninguna responsabilidad. "¿Qué es lo que pretenden conmigo, ¿involucrarme en algo que no tengo absolutamente nada que ver?", añadió.
Mañana el Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Superior de Justicia del Santa decidirá si es internada o no en una cárcel.
El fiscal a cargo del caso, Laureano Añanca, ha solicitado 18 meses de prisión preventiva contra ella.
Según las pesquisas del Ministerio Público, Asían participó de la reunión que se llevó a cabo en 'La Centralita' junto a Heriberto Benítez, Jorge Burgos y Abel Sanchez, dos días antes de que cuatro fiscales allanen el inmueble.