Seis de los diez fiscales removidos o encausados cuando investigaban al Gobierno Regional de Áncash, que presidía el hoy detenido César Álvarez Aguilar, declararon el lunes ante Gastón Soto Vallenas, miembro de la Comisión de Procesos Disciplinarios del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). Lo hicieron como parte de la investigación preliminar que se sigue al fiscal supremo José Peláez Bardales, ex titular del Ministerio Público.
Se trata de los fiscales José Checa Mattos, César Jiménez Rodríguez, Jenny Vilcatoma de la Cruz, Nancy Moreno Rivera, Juan Toledo Calero y Carmen Berrocal Gonzales.
Los magistrados sostuvieron que no recibieron el apoyo de Peláez cuando este fue fiscal de la Nación. Por el contrario, aseguraron que trató de “castigarlos” con la remoción de sus puestos en algunos casos o la apertura de procesos disciplinarios en otros por investigar la gestión de Álvarez.
Sobre el fiscal anticorrupción Checa Mattos, por ejemplo, aún pesa el pedido de destitución formulado por la Fiscalía Suprema de Control Interno, que antes despachaba Carlos Ramos Heredia, hoy fiscal de la Nación.
Durante la diligencia, que empezó a las diez de la mañana y finalizó a las siete de la noche, los fiscales también manifestaron a Soto Vallenas el temor que tenían, pues son amenazados por la presunta organización criminal encabezada por César Álvarez.
LO QUE SE VIENE
El CNM había citado a diez fiscales, pero cuatro no se presentaron. La recepción de sus declaraciones será reprogramada para los próximos días.
Fuentes del CNM indicaron que, luego de que ello suceda, y tras la evaluación de toda la documentación recabada, se citará a Peláez. Esto se produciría dentro de dos o tres semanas.
Por lo pronto, el fiscal supremo ya cumplió con presentar sus descargos por escrito.
Luego de que el fiscal declare, la Comisión de Procesos Disciplinarios elaborará un informe en el que se recomendará archivar el caso o iniciar un proceso disciplinario. Ese informe se remitirá al pleno del CNM para que sea aprobado. Si hay pruebas suficientes de una inconducta de Peláez, podría terminar siendo destituido.