Rodrigo Cruz

Está en el extranjero por razones de seguridad. Tiene temor de que el Gobierno tome represalias contra ella y su familia por lo que sabe y, sobre todo, por lo que hizo: entregarle 4 millones de soles y 20 mil dólares al hoy preso Salatiel Marrufo. Dinero que reconoce que entregó en efectivo y en diferentes tandas, en lo que considera que fue prácticamente el pago por una extorsión. En esta entrevista, la empresaria Sada Goray rompe su silencio y cuenta cómo terminó involucrándose en este espiral de corrupción que compromete directamente al presidente Pedro Castillo y su entorno.

—¿Cómo empezó todo?

Primero debo decir que yo no tenía ningún problema con el gobierno entrante. Yo conocí al señor Salatiel Marrufo en una comida recién el día 23 de agosto (del año pasado). Con esto quiero aclarar que yo no conocía a nadie del Gobierno ni he sido aportante de ninguna campaña del señor Pedro Castillo.

—¿Ni a través de un tercero apoyó la campaña?

Ni yo ni ninguna de las personas que invierten en la compañía [MarkaGroup] aportaron en la campaña.

—¿Cómo llegó a Marrufo?

Me lo presentaron porque me dijeron que ellos querían conocer de qué se trataba la vivienda social en el país. Y entendí que ellos ya sabían que MarkaGroup era una de las empresas más grandes de Techo Propio en la modalidad de adquisición de vivienda nueva. Entonces, le empecé a explicar por qué es tan importante darles a las familias casas que tengan agua, luz, desagüe, pistas y veredas. Porque eso es dignificar a la familia. Es cambiarles la vida. Entonces, lo que ese señor me pidió es que ayudara a la comunidad shipiba de Cantagallo. Armamos un equipo técnico junto con el Ministerio de Vivienda y empezamos a trabajar en favor de esa comunidad.

—Antes de entrar en más detalles, ¿quién fue el que le presentó a Marrufo?

Las personas que me lo presentaron es materia de investigación, así que prefiero reservar el darte esa respuesta.

—¿Marrufo se presentó como jefe del gabinete de asesores del entonces ministro Geiner Alvarado?

Sí. Eso fue lo que dijo y fue bien exigente en decir que era una prioridad de la primera dama (Lilia Paredes) de resolver el problema de las familias de Cantagallo.

—¿Qué ocurrió después?

Luego de esas reuniones, me convocaron para hablar del caso de los Andes, que se refiere a un proyecto fallido en Huancayo. Un caso de 32 familias donde hay niños que tienen plomo en la sangre, donde dos de ellos han muerto y que hasta ahora sus familias no reciben sus casas. Eso también fue un trabajo técnico entre MarkaGroup y el Ministerio de Vivienda para ver de qué manera podíamos apoyar para que este proyecto se termine.

—¿Por qué cree que se fijaron en usted?

A mí me apasiona mucho el tema de la vivienda social porque no estamos cambiando la vida de un carro o es el negocio de una mina... ¡se trata de personas! Yo ahora puedo decir que ellos [el Gobierno] han hecho un reglaje de mi comportamiento. Me endulzaron y me llevaron hacia la idea de la vivienda social y del interés que decía tener este gobierno por solucionar temas pendientes de muchos años que hasta ahora no se resuelven respecto a la vivienda. Pero fue en una cuarta reunión donde él [Marrufo] me dice: “Sabes, quiero que me des cuatro millones de soles”.

—¿Cómo se lo dijo?

Me dijo que tenía que cumplir un montón de favores políticos y que, a pedido del presidente, me vino a solicitar esos cuatro millones de soles.

—¿Recuerda dónde ocurrió esa reunión?

Entonces, yo me encontraba en un departamento en San Isidro, donde me habían invitado a conversar. Recuerdo que ese día me llené de tanto miedo que yo, que no suelo fumar en lugares cerrados, pedí prender un cigarro y mi cabeza decía: Ya me fregué. Porque un empresario una vez que le piden plata, le piden un cupo, finalmente tu cabeza te dice: Ya me fregué, ya no hay una vuelta atrás.

—¿Qué le respondió?

Lo único que atiné a decirle al señor es que no tenía esa cantidad de dinero. Pero él me decía que sacara de la empresa. Yo le respondí que no podía sacar nada porque es una empresa que está auditada, que está regulada. Lo único que atiné a responderle es que le iba a pagar por partes.

—Antes de profundizar en cómo hizo la entrega, me gustaría que me ayude a recrear cómo fue ese momento. ¿Él la invitó a esa reunión en San Isidro exclusivamente para hablar de los cuatro millones?

En un inicio estábamos hablando de temas sociales. Ya por entonces, nuestros equipos se empezaban a reunir para conversar sobre esos dos proyectos que le mencioné antes. Pero nunca imaginé que el señor [Marrufo] me iba a pedir esa plata.

—¿En esa reunión había más personas?

Había más personas, pero eso será ya materia de investigación. Así que prefiero no dar los nombres.

—¿Cuál fue la respuesta que le dio Marrufo?

Lo que siempre me repitió durante todo este tiempo es que si estaba con ellos, “todo te va a ir bien, sino todo te va a ir mal”. Cuando empezamos a hablar de los temas de vivienda social, fue como un encantador de serpientes.

—¿Cuándo fue esa cuarta reunión?

Fines de setiembre [del año pasado].

—Cuando él habló de los cuatro millones, ¿le dijo cuál era su finalidad?

Solo me dijo que era un pedido del presidente Castillo, pero después ya con el tiempo este señor, que tenía bastante ego, me empezó a contar cosas. Por ejemplo, que eran unas bolsas que tenían que armar y que parte de esa plata era para una planilla para el presidente y sus hermanos.

—¿Cómo se hizo la primera entrega y cuánto fue?

Como habíamos quedado en un pago por partes, yo le di primero doscientos mil soles y pensé que se iba a olvidar de mí. Pero me llamaba y ya conocía mi casa. Fue terrible. Es el peor año de mi vida que he pasado. Tienen que entender que yo tenía miedo y mi mayor preocupación era mi familia. Y en segundo lugar es que tengo una alta responsabilidad con esas familias para que se les pudiera entregar sus viviendas.

—¿Qué pasó después?

Quedamos en que yo iba a conseguir el resto del dinero. Pero es allí cuando comienzan las trabas.

—¿A qué se refiere?

Nosotros empezamos un trámite a inicios del 2021 para sacar un permiso, firmar un convenio con el fondo Mivivienda para ser entidad prestamista no supervisada. Con esto quiero dejar claro que esto es un documento, es un papel que nos permite prestarle de nuestro recurso, de nuestro patrimonio, plata a las familias más necesitadas y poder gravar nuestra hipoteca en Registros Públicos para comenzar un tema de formalización. Entonces, como esto necesitaba muchos requisitos, al final nosotros cumplimos al 100%. Tuvimos que hacer una transformación en la empresa.

—¿Usted me cuenta esto porque era un tema que corría por una línea independiente a lo que pasaba con el proyecto de viviendas sociales que me mencionó?

Corría por una línea independiente, pero ahora me doy cuenta de que el señor Marrufo ya lo sabía. Alguien le había contado. Quiero precisar, además, que este convenio se firmó con el directorio del saliente presidente Francisco Sagasti. Este convenio se firmó el 15 de setiembre del 2021. El señor Geiner Alvarado ya era ministro, pero este trámite ya estaba en un proceso final. Pero te voy a contar algo más: a mí nunca me informaron que este proyecto se había aprobado. A mí me dijeron recién esto el 20 de octubre del 2021.


Sada Goray se encuentra en el extranjero junto a sus dos hijos. La entrevista se realizó por videollamada. Por razones de seguridad, pidió no dar cuenta sobre su paradero.
Sada Goray se encuentra en el extranjero junto a sus dos hijos. La entrevista se realizó por videollamada. Por razones de seguridad, pidió no dar cuenta sobre su paradero.

—De alguna manera usted cree que estamos ante una modalidad de extorsión, ¿porque si usted no entregaba los 4 millones, no iban a salir sus trámites?

Para extorsionarte no necesariamente te tienen que poner una pistola. Simplemente te tiene que llegar el mensaje. Nosotros teníamos 4 mil familias que venían desde el 2019 esperando sus casas y la condición de hacer un convenio con ellos es que solo se puede desembolsar si viene un fideicomiso atrás. O sea, lo más importante era este convenio, pero el convenio viene ligado a los fideicomisos.

—¿Era solo con Marrufo o también intervenían otros?

Yo hablaba solo con Salatiel. Para mí, él era el ministro y él me decía que hablaba directamente con el presidente, a quien le decían “23″. No me digas por qué. Así lo llamaban y a la plata le decían “cafés”.

—¿Tiene cómo acreditar cómo se dieron los pagos?

Yo ya me acerqué a la justicia y estoy hablando con ellos. Estoy dándole a la fiscalía toda la información que necesiten. Yo no tengo por qué mentir.

—¿Cuándo fue esa primera entrega?

A los dos o tres días que él me hace el pedido. Los últimos días de setiembre.

—¿En total cuánto dinero le entregó a Marrufo?

Le llegué a cumplir los cuatro millones de soles. Pero en total fueron 4 millones más veinte mil dólares que me pidió para comprarle un carro a un sobrino del presidente.

—¿Le dijo quién?

No. No me llegó a precisar.

—¿La plata la entregaba al mismo Marrufo o era a través de un intermediario?

Lo mandé a dejar a través de una persona que él me dijo que lo entregara. Pero después ya hice entregas directas. Porque los pagos han sido hasta los meses de junio y julio.

—¿Cuántas entregas fueron en total?

Siete aproximadamente. Pero no todas fueron de doscientos mil. Hubo veces en que, según ellos, tenían emergencias y presionaban y había montos más altos.

— ¿Marrufo le decía que siempre el dinero terminaba en manos de Castillo?

No. A inicios de diciembre (del año pasado), me llamó desesperadamente para decirme que necesitaba conversar conmigo. Me dijo que estaba recibiendo una presión y que no le podía fallar. Me dijo que tenía que conseguirle un millón de soles. Ese millón de soles fue destinado para pagar el voto de los congresistas porque se venía la vacancia en esos días.

— ¿Le dijo para quiénes y cuándo entregó la plata?

No, no me dijo. Le entregué el millón el día 6 de diciembre. Él me fue a buscar un día o dos días antes a mi casa. También ese dinero se lo hice entregar a través de un intermediario que, por ahora, prefiero mantener en reserva su identidad porque es materia de investigación.

— ¿Por qué accedió a pagar toda esa cantidad?

Por miedo. ¿Ya qué podía esperar? No nos podemos tapar los ojos y pensar que todos los empresarios estamos hasta acá [señala su frente]... Todos creen ser dueños de nuestros negocios. Todos creen merecer ser parte de nuestros negocios. Y cada vez que a nosotros nos piden un cupo, nos extorsionan, si no cedemos a la presión, sabemos que esto va a llegar sabe Dios hasta dónde y que esto nunca va a terminar, porque te traban y te traban y te cierran. Tú te imaginas que venga alguien con tanto poder a pedirte dinero. Es el presidente de la República. Así como yo, que era gerenta de MarkaGroup y renuncié, porque me hago responsable y me siento arrepentida, porque no creía en el sistema porque el sistema era el señor [Marrufo]. ¿Quién me iba a ayudar? ¿Quién me iba a defender? ¿La ministra de la Mujer? Que venga alguien con tanto poder a pedirte dinero. Seguro no faltará alguien que salga a decir que es un dicho de un dicho del señor Salatiel Marrufo.Pero para mí el señor Salatiel fue puesto por el presidente y él se tiene que hacer responsable, así como yo me hice responsable de mis actos y dejé la gerencia de la empresa. Ese dinero era una planilla para él y sus hermanos y para comprar congresistas.

Colaborando con la justicia
Entrega información al Ministerio Público

 La empresaria se encuentra actualmente colaborando junto con su defensa legal con el equipo especial de la fiscalía que dirige la fiscal superior Marita Barreto.