La casa ubicada en el balneario de Asia, al sur de Lima, de propiedad del prófugo empresario Alejandro Sánchez Sánchez, fue utilizada entre noviembre del 2021 y octubre del 2022 por miembros de la organización criminal presuntamente encabezada por el expresidente Pedro Castillo como “refugio”. Es decir, como un escondite para eludir a la justicia.