En la operación Valkiria XI, realizada durante la madrugada del último martes, fueron detenidos Miguel Girao Isidro y Abel Hurtado Espinoza, quienes, junto a Jaime Villanueva, fueron los principales asesores y operadores de Patricia Benavides dentro y fuera del Ministerio Público. Ambos, según la declaración de “El Filósofo” como colaborador eficaz, buscaron borrar información que comprometía a la suspendida exfiscal de la Nación.
Ante el Equipo Especial de Fiscales contra la Corrupción (Eficcop), que conduce la fiscal superior Marita Barreto, Villanueva dijo a fines de febrero último que él recibió una llamada por WhatsApp de parte de Girao Isidro la noche del 26 de noviembre del 2023, a través de la cual recibió la advertencia de que en las próximas horas iba a ser detenido y allanado.
“Me dijo que ya estaba en la Fiscalía de la Nación con Patricia Benavides haciendo todo lo posible para frustrar el operativo que iba a realizar el Eficcop con la Policía Nacional”, expresó.
“El Filósofo” contó que Girao le pide que llame a Hurtado “para que borre la información de su celular y desaparezca todo lo que pueda perjudicarlos”. “También me dijo que [él] haría lo mismo en su casa”, agregó.
Precisamente, en la oficina de Hurtado, el Eficcop encontró un documento roto de la Autoridad Nacional de Control (ANC) del Ministerio Público con el nombre de la fiscal superior Marita Barreto.
Otro documento hallado fue el un proyecto de resolución para dar fin a la designación de Barreto como coordinadora del Eficcop. Este tuvo que se reconstruido porque se encontraba en pedazos.
Anteriormente, Villanueva refirió que se comunicó con Benavides a un teléfono alterno que esta tenía y que él guardó con el nombre de “Vane”. La entonces titular del Ministerio Público le ordenó, de acuerdo con su testimonio, que destruya su celular y documentos que los incriminen y que se interne en la clínica San Pablo, en Surco, para que no esté en su casa al momento del allanamiento.
Tras ello, el asesor retiró el chip de su teléfono, lo puso en el equipo de su padre y dañó su IPhone 12.
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El control sobre su declaración
A las 10 p.m. de ese domingo 26 de noviembre, Villanueva volvió a recibir una llamada de Girao, quien le dio el número del abogado penalista Jefferson Moreno y le dijo que cuando la Policía lo intervenga lo llame, porque este “es consultor jurídico de la fiscal de la Nación” y la había asesorado para elaborar las denuncias constitucionales en contra de la presidenta Dina Boluarte y del exmandatario Pedro Castillo.
“Y eso hice, porque cuando la Diviac me detuvo lo llamé, al abogado Jefferson Moreno desde la clínica, pero él me dijo que no podía apersonarse, porque trabajaba en una firma de abogados y que le habían prohibido defender casos mediáticos y me dijo que mandaría al abogado César Euscátegui”, expresó.
No obstante, “El Filósofo” decidió prescindir de los servicios de Euscátegui, porque este inicialmente no quiso que sea colaborador eficaz.
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También contó que, mientras él estuvo detenido en la Diviac, Girao se comunicó con un familiar suyo para decirle que Benavides “me pagaría la defensa” de César Nakazaki, quien ha sido abogado de los expresidentes Alberto Fujimori, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski.
“[Girao le dijo a mi familiar] que me haga el enfermo para que me internen en la clínica y que ahí llegaría el abogado César Nakazaki y que asumiría mi defensa. Pero yo no acepté, porque sé que lo único que quería la fiscal de la Nación era que mi defensa la favorezca”, remarcó.
Nakazaki, en su declaración testimonial ante el Ministerio Público en febrero, confirmó que Benavides se comunicó con él para pedirle que asuma la defensa de Villanueva. Incluso, un funcionario del área de Imagen de la Fiscalía le envió una ayudamemoria sobre las imputaciones en contra de Girao para que pueda brindar una postura a su favor en los medios de comunicación, lo cual no realizó.
El letrado entregó las capturas de pantalla de las conversaciones que tuvo en WhatsApp relacionadas “con los hechos de encubrimiento realizados por la presunta organización criminal”.
Benavides Vargas es investigada por la fiscal suprema Delia Espinoza por los presuntos delitos de crimen organizado, tráfico de influencias, encubrimiento personal, falsedad ideológica y otros.
Los “michitos”
En otro momento de su declaración ante los fiscales del Eficcop, Villanueva refirió que el 26 de noviembre recibió otra llamada de alerta. Se trató de la empresaria Mirtha Gonzales Yep, quien desde un número telefónico del extranjero le dijo que el “primo” le había dicho que esa misma noche “iba a haber fiesta en mi casa”, en referencia a su detención y allanamiento.
El “primo” es el capitán PNP Jorge Rodríguez Menacho, quien es acusado de ser el infiltrado de Gonzales Yep y del abogado José Luis Castillo Alva, en la Diviac.
Gonzales Yep y Castillo Alva entregaron US$64 mil a Villanueva y Girao para que remuevan a los fiscales del equipo especial “Los Cuellos Blancos del Puerto”, caso por el que el letrado estaba siendo investigado.
Rodríguez Menacho omitió en un reporte la existencia de comunicaciones de Benavides con personajes ligados a investigados en el Caso “Los Cuellos Blancos”.
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El 1 de diciembre último, el capitán PNP se acercó a Villanueva, cuando este se encontraba detenido en la Diviac, para preguntarle, “en voz baja” si en el teléfono que le habían incautado tenía registrado como contactos a “los michitos”, en referencia a Gonzales Yep y Castillo Alva.
“Respondiendo mi persona que ‘sí’, para luego, con presencia del representante del Ministerio Público y el efectivo policial a cargo de mi custodia, procedí a ponerle en conocimiento al capitán PNP Jorge Rodríguez Menacho mi correo Gmail y contraseña con el fin de que se realice la diligencia de recuperación de información”, añadió.
“El Filósofo” dijo que él tenía guardados a Gonzales Yep y a Castillo Alva como “Michifina” y “Michito”, respectivamente.
“Debo precisar además que, en ese momento no comenté al personal policial a cargo de mi custodia acerca de la relación existente entre Rodríguez Menacho con Gonzales Yep, Castillo Alva y la exfiscal de la Nación Benavides, porque tenía temor de que dicha información sea filtrada por Rodríguez a las personas antes nombradas”, señaló.
Villanueva indicó que una vez que obtuvo su libertad, compró un nuevo celular y procedió a sincronizar su agenda de contactos desde su cuenta de Gmail, pero “ya no se encontraban registrados” Gonzales Yep y Castillo Alva.
“Ante lo cual, logré darme cuenta del motivo por el cual durante mi detención el capitán PNP Rodríguez Menacho me había preguntado si tenía registrados en mi teléfono a los ‘michitos’, siendo la única persona que tuvo acceso a mi cuenta Gmail [durante mi detención preliminar]”, acotó.
Rodríguez Menacho, Gonzales y Castillo Alva también fueron detenidos el último martes durante la operación Valkiria XI.
El excongresista Jorge Del Castillo, abogado de Benavides Vargas, rechazó que su patrocina le haya solicitado a Villanueva, Girao y Hurtado desaparecer las pruebas que pudieran incriminarlos ante la operación Valkiria V, ejecutada en noviembre del año pasado.
“Eso no ha existido, esa imputación es una falsedad más de las tantas que están diciendo estos señores”, manifestó a El Comercio.
Del Castillo reiteró que no existió por parte de su clienta la aceptación de un soborno por S/1 millón por la licitación de un contrato para la implementación de un Data Center en el Ministerio Público por un valor total de S/141’083,845.
También negó que la exfiscal de la Nación haya recibido S/30 mil por dirigir dos procesos para la compra de 729 computadoras por S/,7,5 millones.
“Esa compra fue hecha de manera automatizada por el sistema de Perú Compras, de la OSCE, sin la intervención de funcionarios del Ministerio Público”, remarcó.
El también ex primer ministro refirió que el hijo de Benavides no fue operado, como señaló Villanueva en su testimonio, sino que tuvo una intervención ambulatoria de emergencia y que, por ella, no se realizó ningún pago. Añadió que tienen los documentos que prueban esto.