Fernando Vivas

Patricia navegaba viento en popa. Podía investigar a los más poderosos del país y pedir la detención preliminar de sus brazos derechos. En su barco, flameaban las banderas del anticastillismo y del antivizcarrismo, para deleite de la mayoría congresal visceralmente anticastillista y antivizcarrista. Cuando uno lee la resolución del juez Jorge Chávez Tamariz, que autorizó el operativo de Eficoop (el equipo especial de fiscales contra la corrupción del poder a cargo de Marita Barreto) que allanó a tres y detuvo a un asesor de Patricia, impresiona que estos invirtieran tanto esfuerzo en convencer a congresistas de votar por lo que ya creían.