En esta historia al borde del precipicio hay un factor pasional que se suma a la confrontación de poderes hostiles. Edgar Alarcón, el congresista de UPP que lanzó en la Comisión de Fiscalización que preside los audios que echaron la maquinaria de la vacancia a andar, tiene razones personales para arremeter contra Martín Vizcarra. No las oculta.
MIRA: Martín Vizcarra: ¿cuál es la ruta que sigue una moción de vacancia presidencial?
Edgar Alarcón es un fiscalizador profesional. Llevaba 19 años en la contraloría cuando se hizo su jefe máximo en junio del 2016. Sabía muy bien cuán trabadora puede ser una gestión de contraloría cuando un gobierno apuesta a un proyecto como el del aeropuerto de Chinchero. Empezó a recibir presiones y se proveyó de armas contra ellas. Grabó (o dejó que se grabara y difundiera), en mayo del 2017, un audio en el cual el ministro de Economía, Alfredo Thorne, con clamorosa ingenuidad, discutía con él sus requerimientos presupuestales para la Contraloría de una forma tal que ello se ligaba al apuro de Chinchero.
También se filtró un audio de Alarcón con el primer ministro Fernando Zavala y el entonces ministro de Transporte y Comunicaciones, Martín Vizcarra. Este audio no tuvo la repercusión del de Thorne, que provocó que fuera al Congreso a plantear una cuestión de confianza y luego renunciara; pero sí convenció a toda la clase política en el Congreso, desde la izquierda (Marco Arana hizo el informe descalificador sobre su desbalance patrimonial) hasta el fujimorismo (puso los votos), de que Alarcón había cruzado una línea que la política no podía permitir.
En esos días de trance para Alarcón, este hizo una visita a Vizcarra, que aún estaba en el MTC. Una fuente vizcarrista me contó que el entonces ministro y vicepresidente se sorprendió de que lo buscara luego de que ya habían aparecido los audios y estaba entregado el informe lapidario de contraloría contra la viabilidad de Chinchero. Luego de la reunión, Vizcarra le dijo a esta fuente que no quería saber nada de Alarcón.
Estos antecedentes pueden ayudar a comprender porque Alarcón ha puesto especial celo en su persecución a Vizcarra, símbolo del proyecto Chinchero que marcó su defenestración como contralor; y porque Vizcarra se negó de plano a ser interrogado como testigo por la comisión que este preside.
En el 2019, Alarcón era un paria del control y de la política. El 19 de setiembre de ese año, “Expreso” publicó una entrevista con declaraciones suyas tan tremendas que no fueron tomadas en serio por los aludidos. Alarcón evoca un evento, en las semanas previas a la firma de la adenda para acelerar el proyecto de Chinchero, en el que coincidió con Vizcarra y con Fiorella Molinelli, la actual jefa de Essalud, que entonces era viceministra de Transporte. Según Alarcón, ella le habría dicho: “¿Cómo va la auditoría de Chinchero (…) nos tienes que dar la mano, hay para ti una bolsa de 2 millones”. Según su relato, este le dijo, “voy a hacer como si no te hubiera escuchado”. Ella habría replicado: “Así como tú lo ves a Martín hablando, así como lo ves vestido, es una persona sencilla, él va a ser presidente porque PPK va a morir”.
A juzgar por ese relato, Martín Vizcarra planeaba sobre la conciencia de Alarcón en el 2019 y con mayor razón lo hace ahora cuando, ya convertido en congresista fiscalizador, presentó con la voz entrecortada los audios en el pleno y pidió garantías para su familia.
El Palacio de las flores
Quien protagoniza (y se puede sospechar que graba, pero lo acaba de negar ante la Comisión de Fiscalización) los tres audios de la tormenta, es la secretaria Karem Roca. El primer audio, ocurrido a mediados de junio, pilla al cuarteto del presidente Vizcarra; Mirian Morales, la secretaria general de la presidencia; Karem; y el asesor en temas de comunicaciones, Óscar Vásquez; coordinando la versión del grupo. Se nota la frialdad en las pocas palabras cruzadas entre Mirian, que tutea al presidente, y Karem, que lo trata de usted.
El segundo audio, cronológicamente hablando, es una amarga discusión de Karem con el presidente ocurrida probablemente el 3 de julio (calculamos esa fecha pues hablan de un reportaje de “Cuarto Poder” del domingo 28 de junio que reveló que el esposo de Karem, Iván Zapata, trabajaba en Cofopri; y de un informe de El Comercio el 3 de julio, revelando que una empresa de la familia de Karem y de la que ella misma era accionista, Los Héroes del Cenepa, había contratado con el gobierno regional de Moquegua cuando ella era secretaria del gobernador Vizcarra).
Karem restriega su resentimiento a Vizcarra porque se ha enterado de que César Figueredo, jefe de Cofopri, ha pedido la renuncia de Iván, por orden de su jefe, el ministro de Vivienda Rodolfo Yáñez y, presumiblemente, con la venia del SPR (señor presidente de la república). Ello se suma a una insinuación que le ha hecho el presidente, días atrás, pidiendo su renuncia. Ante este cuadro de desempleo familiar, sumado a las investigaciones que padece en la fiscalía y en el Congreso, Roca estalla.
El presidente le llega a decir, “ya me hartaste” y “estás llena de odios”, pero cede a los reclamos de Karem y llama delante de ella a Figueredo para que este confirme que no recibió ninguna orden para botar a su esposo. De todos modos, Karem asume que la salida de los dos es inevitable y le dice al presidente que no se quiere ir, pero que se va. Él trata de calmarla diciendo que todos están nerviosos, a lo que ella replica, preguntando con ironía: “¿Mi caso es el peor, es el patético, se va a traer abajo al gobierno?”. “No, en absoluto”, responde el presidente.
La ironía de Karem apunta a Mirian Morales y ello queda clarísimo un par de minutos después, cuando le dice al presidente qué pasará si renuncia: “¿Qué van a decir los titulares? ‘Ella es la culpable’ [se refiere a sí misma] y Mirian, la campeona de la mentira, ella se salva”. Vizcarra le replica, “tus odios son tu problema”, y ella duplica, “usted sabe que ella es la culpable de todas las cosas que están pasando aquí”.
El presidente vuelve a calmarla diciéndole que Morales también “va a pagar por su culpa”. Vizcarra se refiere, y lo hace explícito en otro momento, al hecho de que Morales, cuando era directora del área de Asuntos Socio Ambientales en el MTC, contrató a Claudia Mere Vidal, hermana de su ex pareja y padre de su hija, Jorge Mere Vidal.
Por si quedaran dudas sobre la ojeriza de Roca hacia Morales, la Comisión de Fiscalización deslacró las declaraciones de la primera, en las que no tiene pudor para manifestar delante de los congresistas su antipatía y cuestionamientos hacia el poder de Morales en Palacio de Gobierno.
Ciertamente, la leyenda de Mirian como mujer más poderosa del país enerva a Roca y provocó un profundo resentimiento hacia Vizcarra, culpándolo de haber tolerado su permanencia en Palacio.
En el tercer audio, que es una conversación entre Roca, Swing y el abogado Fabio Noriega ocurrida no hace mucho, hacia fines de agosto; el odio de la primera hacia Morales se expresa con alusiones íntimas que no es el caso tocar aquí. Sorprende que ambas, Morales, a pesar del costo político de mantenerla en su puesto; y Roca, a pesar de la mayúscula deslealtad, sigan trabajando bajo órdenes del presidente. La crisis y el debate de una vacancia es pura confrontación de fuerzas políticas, pero nada de esto sucediera sin los sentimientos que acabaron, subrepticiamente, on the record.
ACTUALIZACIÓN:
(*) Este artículo fue publicado originalmente el sábado 11 de septiembre del 2020 en las ediciones digital e impresa de la sección “Política”.