Cecilia Bákula Budge

De los tres que ha habido en este primer año, dos -Ciro Gálvez y - apostaron por sus intereses políticos, bastante al margen de lo que sería su responsabilidad.

Desde un primer momento, el Ministerio de Cultura perdió la oportunidad de hacer del Bicentenario una fecha destinada a propiciar la unidad y el sentimiento de identidad entre los peruanos. Esto pone de manifiesto la incapacidad para entender la importancia del sector como parte de una estrategia de política nacional, ya que la cultura es transversal a todos los sectores y máxime en un país en donde la identidad nacional está aún en formación.

Más allá de esa primera muestra de incomprensión de lo que la cultura podría aportar a la buena marcha nacional, se dejó de lado al tan mentado MUNA (Museo Nacional, ubicado en Lurín), en el que se había realizado una millonaria inversión destinada a dotar al país de un espacio con características modernas de funcionalidad y museografía. En general, la gran mayoría de los museos nacionales van agonizando lentamente, si es que tomamos como punto de referencia lo que sucede con el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, que se mantiene cerrado salvo por una muy discreta y poco significativa muestra en el local de la Quinta de los Libertadores. No hay un reflejo de nuestros doscientos años de existencia, ni se aprovechó la oportunidad de dialogar respecto a esa importante fecha.

Fuera de Lima, una noticia tremenda que nos conmovió fue el colapso de una parte importante del muro de la Fortaleza de Kuélap, con el grave riesgo para todo el monumento y con un daño severo al turismo y a la economía que de ahí se deriva.

Es parte de la lista de inacciones y desaciertos con que se puede señalar lo poco que interesa a este Gobierno la cultura nacional.

Cecilia Bákula Budge es historiadora y ex directora del INC