Una investigación preliminar realizada por el fiscal supremo Pablo Sánchez determinó que su colega Víctor Rodríguez Monteza alertó a los miembros de la sindicada organización criminal “Los Cuellos Blancos del Puerto” que eran escuchados e investigados por el Ministerio Público y la Policía Nacional del Perú. Las conclusiones de la pesquisa fueron plasmadas en un informe remitido a la Junta Nacional de Justicia (JNJ).
Será este ente el que tendrá que determinar acciones en torno a Rodríguez Monteza. La investigación preliminar también fue realizada por la fiscal de caso, Rocío Sánchez.
Según “Cuarto Poder”, Rodríguez Monteza fue informado oficialmente y en estricto secreto debido a su rol como fiscal supremo de Control Interno de la Fiscalía, y sólo él podía disponer medidas contra magistrados como Walter Ríos, expresidente de la Corte del Callao actualmente en prisión preventiva.
El miércoles 16 de mayo del 2018, Rodríguez visitó la Oficina de Control Interno del Callao, a cargo de la fiscal superior Eliana Iberico Hidalgo, que le informó de la investigación sobre pedidos de dinero a cambio de nombramientos de jueces porque en ella estaban implicados jueces superiores y supremos.
Según el informe, Rodríguez Monteza se lo revela a José Rodríguez Tineo, quien a su vez se lo cuenta a su hermano, el entonces presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez Tineo. Este habría alertado al juez supremo César Hinostroza, quien finalmente se lo dice al principal interesado, Walter Ríos Montalvo.
“La información fue comentada por el fiscal supremo titular Víctor Raúl Rodríguez Monteza al hermano del doctor Duberlí Rodríguez Tineo en una fiesta donde asistieron los miembros del CNM”, precisa el documento.
En dicha fiesta, según el informe, “le comentaron -al hermano del juez Duberlí Rodríguez- que habían grabado un audio entre Walter Ríos y Gianfranco, donde se les escucha la ayuda para el nombramiento de un fiscal titular adjunto en la ciudad de Tacna, entre otros”.
Gianfranco Paredes Sánchez era el asesor de Ríos y el audio es el de los “diez verdecitos”, o diez mil dólares, que Walter Ríos exigía para conseguir el nombramiento del fiscal de Tacna, Armando Mamani Hinojosa.
El viernes 18 de mayo del 2018, César Hinostroza llamó a Walter Ríos y a Miguel Ángel Torres Reyna, asesor del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), para una reunión urgente en su despacho en la Corte Suprema.
Según el colaborador eficaz 108-2018 del Caso Los Cuellos Blancos del Puerto, “Walter Ríos se enteró -de la investigación en su contra- por el doctor Hinostroza Pariachi, comentándole que vería la forma de manejarlo ante el fiscal supremo de Control Interno (Víctor Raúl Rodríguez Monteza) porque la medida que autoriza el levantamiento del secreto de las comunicaciones al doctor Hinostroza y a Ríos debió ser realizada por el juez supremo instructor, a requerimiento y/o solicitud del fiscal supremo Víctor Raúl Rodríguez Monteza, y por ello, lo iban a declarar nulo y, por ende, (lograr) el archivamiento del proceso”.
El 3 de mayo del 2019 ante la fiscal Rocío Sánchez, Walter Ríos confirmó dicha información. “Es Torres Reyna quien me solicita que hagamos un control de daños (obstrucción a la justicia, es decir, que sigamos hablando por teléfono pero en otros términos, cambiando de versiones”, refirió.
Lo que vino después es historia conocida: el 7 de junio de 2018 la Junta de Fiscales Supremos eligió como fiscal de la Nación a Pedro Chávarry y un mes después, los audios de la corrupción fueron revelados. El informe fue remitido a la Junta Nacional de Justicia (JNJ) para que tome una decisión rápida sobre Rodríguez Monteza.