Luis Castañeda Lossio, quien durante su gestión edil fue conocido como 'el mudo’, cumple actualmente una orden de 24 meses de prisión preventiva luego de que la jueza María Álvarez Camacho aceptara la solicitud realizada por la fiscal Milagros Salazar. Su historial de casi 40 años en la función pública, que incluyen no solo el mejor promedio de aprobación a un alcalde de Lima en los últimos años, sino serias denuncias, oscuros manejos y falta de rendición de cuentas, termina con una investigación por tres delitos en el marco del Caso Lava Jato.
El equipo especial Lava Jato del Ministerio Público le sindica haber encabezado una organización criminal que habría defraudado al Estado y al municipio limeño para beneficiar a las empresas brasileñas OAS y Odebrecht.
La fiscal Milagros Salazar estimó que por los delitos imputados —colusión agravada, lavado de activos por organización criminal y asociación ilícita para delinquir— se le podría imponer una condena de 35 años de cárcel.
La alcaldía de Lima, precisamente, fue la última institución pública en la que se desempeñó Castañeda y en la que su personalidad y la figura de gestor que quiso impregnar hablaron más, aunque lo hayan apodado ‘Mudo’. Pero si los entretelones presuntamente ilícitos en torno a esa labor y la alta desaprobación con la que terminó su tercera gestión marcaron su declive como uno de los principales personajes públicos en términos positivos, la medida tomada por la jueza María Álvarez Camacho puede agudizar aún mucho más la percepción sobre ‘Lucho’.
Estos son algunos importantes hitos en la vida política de Luis Castañeda Lossio, “el rey del concreto”, como él mismo se autocalificó en diciembre del 2016.
—Sus inicios en la gestión pública—
Luis Castañeda Lossio, abogado natural de Chiclayo, pasó gran parte de sus 74 años de su vida bajo cargos estatales. Siguió los pasos de su padre Carlos Castañeda Iparraguirre, quien fue alcalde de la citada ciudad.
Arrancó su experiencia electoral y política como regidor de Acción Popular, resultando electo en 1980, de cara a la administración de Eduardo Orrego Villacorta, y reelecto en 1983.
Tras su paso como gerente del Banco Industrial del Perú, fue parte del equipo fundador y presidente del directorio de la Empresa Municipal Administradora de Peaje (Emape) desde 1986 hasta 1990, durante las gestiones de los exalcaldes Alfonso Barrantes Lingán y Jorge del Castillo Gálvez.
Luego dio el salto más allá de las funciones municipales y fue designado como presidente ejecutivo del Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS), cargo que ocupó de 1990 a 1996, durante el régimen de Alberto Fujimori.
En agosto del 2016, Virginia Baffigo, presidenta de la entidad hoy conocida como Essalud, condecoró a Castañeda por su labor al frente de la institución y por ser uno de los gestores de la seguridad social en el país.
—Sus aventuras rumbo a Palacio—
Luego de dejar el otrora IPSS, Castañeda se volcó por unos años al sector privado. Pero en 1998 fundó su partido Solidaridad Nacional, por el que fue candidato presidencial en las elecciones generales del 2000.
La primera incursión solidaria en un proceso electoral dejó a Castañeda Lossio en quinto lugar, con 1,80% de votos válidos.
Su partido logró colocar 5 congresistas. César Acuña Peralta y José Luna Gálvez postularon por primera vez al Legislativo y estuvieron entre los electos de la agrupación. El primero es actualmente líder de Alianza para el Progreso (APP) y posible candidato presidencial al 2021, mientras que el segundo —exsecretario general solidario— encabeza el partido Podemos Perú y es coprocesado del exalcalde.
Durante la campaña del 2000, Castañeda Lossio, adversario en el afán reeleccionista de Fujimori, fue uno de los blancos de la maquinaria de los diarios ‘chicha’ a través de distintas portadas y titulares que incluyeron diversos calificativos. Como parte de las actividades proselitistas, un video muestra a un muy entusiasmado César Acuña, portando su atuendo amarillo para la ocasión, durante un recorrido por Trujillo junto al candidato presidencial.
En el 2011, animado por el respaldo popular a sus dos gestiones iniciales como alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio tentó nuevamente la presidencia de la República. Esta vez encabezó la Alianza Solidaridad Nacional, pero volvió a quedar quinto, con 9,84%. Asimismo, colocó 9 parlamentarios, entre ellos Heriberto Benitez, Michael Urtecho, Renzo Reggiardo y nuevamente José Luna Gálvez.
—Su gestión municipal—
Antes de asumir por primera vez el cargo, Luis Castañeda Lossio debatió con el exalcalde Alberto Andrade en Manchay, en un evento que estuvo más centrado en los ataques personales.
Para sus siguientes campañas del 2006 (con Unidad Nacional) y 2014, Castañeda no acudió a dos de los debates organizados para esas respectivas contiendas. En el primer caso, se ausentó de la polémica en la Biblioteca Nacional. En el segundo, no estuvo en el que organizó el Colegio de Periodistas de Lima, afianzando un estilo de campaña que incluía no brindar muchas declaraciones y hacer recorridos sin compañía de la prensa.
Las escaleras que pintaron de amarillo los cerros de Lima, lozas deportivas, parques, pistas, veredas, varios by-pass, el Hospital de la Solidaridad, el Circuito Mágico del Agua y sobre todo el Metropolitano fueron las semillas que permitieron que sobresaliera aún más la figura de Castañeda Lossio como un gestor y técnico, principalmente en sus dos primeras gestiones (2003-2010).
Sus acciones municipales se reflejaron en su alta popularidad. De todos los alcaldes de Lima desde 1990, según cifras de Ipsos Perú, Castañeda es el que mejor promedio de aprobación ha tenido. Llegó incluso al pico de 87% en agosto y diciembre del 2006.
-Caso Comunicore-
El escándalo por una presunta colusión y desembolso irregular de dinero para la empresa Comunicore le pasó la factura y fue el momento más crítico de sus dos primeras gestiones, aunque fue excluido del proceso judicial en el 2013.
En el 2005, la Municipalidad de Lima tenía una deuda de 35 millones de soles con la empresa de servicios de limpieza, Relima, que cedió sus derechos del cobro de esta deuda a Comunicore. A inicios del 2006, la primera gestión de Castañeda canceló toda la deuda, pero Comunicore solo pago S/15 millones a Relima.
En su momento, El Comercio informó que pese a eso, la Municipalidad de Lima sí desembolsó, en menos de una semana, los S/35,9 millones para Comunicore, una empresa que ha sido considerada fantasma por la fiscalía. Para hacer ese pago, la comuna desvió fondos del municipio destinados a otros rubros. La transacción no contó con informes legales y financieros. No se sabe el destino del resto del dinero, es decir unos S/21 millones.
En diciembre del año pasado, la Tercera Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Lima sentenció a cuatro años de prisión suspendida condicionada al pago de la reparación civil a los exfuncionarios de la Municipalidad de Lima involucrados en el Caso Comunicore.
La sala condenó a Juan Blest García, exgerente de la Municipalidad de Lima; Ulises Merino Rojas, exsubgerente de la comuna; Miguel Angel Garro Barrera, exgerente administrativo de Relima; y Rafael Santiago Ruíz Contreras, expresidente de Comunicore, por colusión desleal en agravio del Estado.
-No se cayó, se desplomó-
Antes de su nueva andadura por el Lima Metropolitana, Castañeda había aseverado que él no estaba detrás de la campaña de revocación contra Susana Villarán en el 2013. Sin embargo, Patricia Juárez, una férrea defensora y por entonces de su entera confianza, terminó siendo vocera de Solidaridad Nacional para ese fin. Esta última se alejó del partido en el 2018 tras conocerse que Luis Castañeda Pardo, hijo del exburgomaestre, sería el candidato del partido para los comicios municipales de ese último año.
Su tercera y última gestión en Lima tuvo más espinas que rosas, tanto así que se despidió con una desaprobación de 76%. Su popularidad se revirtió a comparación de anteriores años y cayó, se desplomó, como lo hizo el puente Solidaridad en el 2017.
Ese tercer período estuvo marcado por los cuestionamientos a la reacción municipal ante el fenómeno de El Niño Costero —el puente Solidaridad de San Juan de Lurigancho se cayó en marzo del 2017, pese a que había sido construido en el 2010—; la permanente informalidad urbana; el incumplimiento de la construcción de tramo del Metropolitano hasta Carabayllo; la falta de implementación de los corredores viales iniciados en la gestión de Susana Villarán; el cuestionado by-pass de la avenida 28 de julio a raíz de la anulación del proyecto Río Verde, de Villarán, y otras obras inconclusas.
Al término de su tercer mandato edil, Luis Castañeda Lossio reconoció: “Hemos debido comunicar más”.
Lo que sí comunicó en diciembre del 2016, ante las críticas a su gestión por proyectos de infraestructura vial que comprendían 15 by-pass, fue la defensa de su trabajo y una especie de percepción sobre sí mismo: “Sí, soy el rey del concreto. Primero porque no hablo muchas cosas, sino hablo las cosas en concreto. ¿Tienen pistas de concreto los asentamientos humanos, los pueblos más pobres? No lo tienen. Nunca han ido. Las escaleras, los comedores, las casas de la solidaridad son de concreto. Claro que se necesita concreto […] Los que dicen eso son pitucos medio azurdosos [SIC] que no conocen donde está la gente más necesitada”.