El Ministerio Público pidió 36 meses de prisión preventiva para José Luna Gálvez. (Foto: GEC)
El Ministerio Público pidió 36 meses de prisión preventiva para José Luna Gálvez. (Foto: GEC)
Fernando Vivas

La semana pasada, la fiscal Milagros Salazar, integrante del equipo especial Lava Jato, pidió para el exalcalde de Lima , el excongresista y fundador del partido Podemos Perú, , y la exgerenta de Promoción de la Inversión Privada de la Municipalidad de Lima por el caso OAS. }

Pese a esta solicitud, José Luna llegó la tarde del lunes a Palacio de Gobierno para participar en la reunión pactada entre el presidente Martín Vizcarra y el partido Podemos Perú, del cual es fundador.

A continuación republicamos el perfil de José Luna, personaje clave para las investigaciones fiscales:

No se puede tapar el sol con un dedo ni detener al Perú con medidas cautelares y maniobras legales como las que conseguía la defensa de a partir de la telaraña de influencias tejidas desde la universidad Telesup. Así fue el caso de la medida cautelar arrancada a un juez de Bagua en octubre del año pasado, para detener el proceso de cancelación de la licencia de su universidad iniciado en mayo.

‘Pepe’ Luna no quiere admitir que hemos cambiado y nos hemos reformado –al menos lo ha hecho el sistema de licenciamiento de universidades y algunas fiscalías especiales contra el crimen– a tal punto que no se puede tener un centro de educación superior que sirva como eje de influencias cruzadas entre la justicia (el ex CNM), el poder electoral (la ONPE) y la política partidaria.

Luna no solo ha tenido que responder por los escándalos de las influencias indebidas de la Telesup, sino, para colmo de sus reveses, le cayó encima la investigación de la fiscal Milagros Salazar en busca de pruebas sobre el presunto lavado de activos de Luis Castañeda a través de su inclusión aparentemente forzada como docente de Telesup. Al lío propio, se le ha sumado el de su exsocio Castañeda.

Ciertamente, la decisión final de la Sunedu de negar la licencia a Telesup no se debe a todas estas razones políticas; sino a haber incumplido los estándares de calidad, de plana docente estable y de investigación. Se puede presumir que de no haberse dedicado a los fines subalternos del clientelismo y a buscar influir en los poderes del estado, la universidad quizá se hubiera concentrado en lo suyo y saltaba la valla de la calidad.

En un audio de los ‘Cuellos blancos’, el ex consejero del CNM, Iván Noguera conocido como ‘Doctor Rock’, le pide a Walter Ríos, ex presidente de la Corte Superior del Callao, que firme un convenio con su esposa, entonces decana de la facultad de derecho de Telesup. Le hace hincapié que el acuerdo no tendrá ningún efecto práctico, pero era conveniente para su esposa. En esa conversación se ilustra cuál era la lacra que distrajo a esa universidad hasta perderla. Para remate, nos enteramos hace poco que Noguera y, Guido Aguila, otro consejero, recibieron pagos superiores a S/. 1 millón por concepto de derechos de autor, cifra fantástica en el mundo de la producción de textos académicos.

Aprendió solito

Cuando se habla de (Huancavelica, 1955), la cuenta política empieza en Solidaridad Nacional. Se lo poncha en la campaña del 2016 como secretario general y cabeza fáctica del partido, pues el fundador Luis Castañeda andaba sumido en la gestión municipal. Pepe Luna armó la alianza con UPP, se reservó el número 1 en la lista de Lima y la primera vicepresidencia en la plancha de Nano Guerra García. El candidato cosechó tan poco, que fue retirado, junto a sus listas, poco antes de las elecciones. De esa forma, Solidaridad evitaba perder su inscripción legal. Pero el fracaso y el drástico retiro bronquearon irremediablemente a Luna con el castañedismo original. Se mandó mudar y fundó Podemos Perú, inscrito el 18 de setiembre del 2017. Tres de sus hermanos, María Magdalena, Juan Oswaldo y Alfonso Mario, figuran en la nómina. Es su partido.

¿Por qué Luna se encandiló con Nano? Quizá porque era un gurú del emprendedurismo popular, tan caro para él, fundador del emporio educativo Telesup en 1996, que nació a partir de una pequeña academia que funcionó en la casa familiar en San Juan de Lurigancho. Curiosamente, la educación preuniversitaria y técnica es un rubro de espectacular crecimiento que ha ayudado a financiar más de una aventura política. La academia Wisconsin, del matrimonio Fujimori Higuchi, hizo posible la fundación de Cambio 90. Y ni qué decir del ‘boom’ trujillano de César Acuña. Precisamente, Acuña coincidió con Luna en el más aciago de sus reveses políticos, pero antes de contar ese capítulo, evoquemos su primera gran pretensión, su primer gran fracaso y su gran aprendizaje.

PAP, pistolas

José Luna fue aprista, con carnet, con mística y con tal ímpetu que, en 1998, quiso ubicarse en las candidaturas y puestos más importantes del partido. No he hablado con él, pero sí con importantes protagonistas de esta historia, empezando por Carlos Roca, candidato a alcalde de Lima en 1998.

Por esa temporada, Luna había logrado el respaldo de varios dirigentes distritales del Partido Aprista Peruano (PAP), y podía bregar por ser candidato a alcalde. Roca me insinuó con elegancia que logró esa simpatía dando trabajos y becas a varios apristas. Otros dirigentes con los que he conversado me lo dicen sin ambages: el clientelismo de Luna se estaba apoderando de los compañeros.

Luis Alva Castro, entonces secretario general, convenció a Roca de postular y frenar las ambiciones de Luna. Este aceptó a condición de ir como teniente alcalde y armar la lista de regidores. Aunque no se lo exigieron, Luna financió la campaña. Roca perdió pero Luna fue el único en entrar al concejo metropolitano.

El flamante regidor mantuvo la viada y quiso que Alan García reconociera la fuerza que tenía en las bases. En 1999, una delegación de dirigentes fue a visitar a García a Bogotá. La célula llamada Alan Vuelve quería limar asperezas con Jorge del Castillo y otros célebres compañeros. Luna viajó por su cuenta y logró que García lo recibiera. Un testigo de ese encuentro me contó que García lo citó en una cafetería y le dio a entender que con dádivas no se iba a apropiar del partido. Los otros dirigentes le habían advertido que Luna se les estaba yendo de las manos.

En el congreso aprista de fines de 1999, Luna intentó colocarse como cabeza de la comisión política en la lista de Luis Alva Castro, quien buscó reelegirse. Pero ganó Jorge del Castillo. La tensión entre Del Castillo y Luna se hizo insostenible, y más de un aprista me ha contado que se resolvió en un enfrentamiento en la cancha de la Casa del Pueblo, donde brillaron las pistolas. Así acabó la aventura aprista de Luna y empezó otra en partido novísimo, Solidaridad Nacional.

Ni tránsfuga ni topo

Era hora de aspirar al Congreso y Luis Castañeda era un buen vehículo para ello. Bien ubicado en la lista solidaria, Luna entró y, como todos los estrenados con curul, fue tentado por la masiva operación de tránsfugas de Montesinos. No estuvo en la lista de los que anunciaron su pase al fujimorismo, pero renunció a su bancada junto al también miembro de Solidaridad Nacional, César Acuña. Todo esto sucedió antes de la difusión del video Kouri-Montesinos que develó la compra de congresistas.

Matilde Pinchi Pinchi, la principal colaboradora eficaz, señaló a Luna entre los comprados con una mensualidad de alrededor de US$10 mil. Rafael Merino Bartet y Wilmer Ramos, empleados del ex SIN, y el propio Montesinos, también lo sindicaron. Pero David Mejía Galindo, colaborador de Montesinos, negó tajantemente que Luna fuera de la partida de sobornados y Pinchi Pinchi se retractó ante la comisión presidida por Anel Townsend. En el Congreso –he leído su intervención–, Luna se defendió esgrimiendo las contradicciones de los testigos y alegando que tenía suficiente fortuna como para que ser comprado por una mensualidad de Montesinos. A pesar de sus argumentos, se lo suspendió en mayo del 2002. Era el único de los cuestionados del 2000 que había logrado reelegirse en el 2001.

Bien posicionado en Solidaridad Nacional, Luna volvió una y otra vez al Congreso. La última de esas veces, en el 2011, prometió cobrar un simbólico sol y donar el resto de su sueldo. Así lo hizo, hasta que el gesto se agrió cuando, en el 2015, se denunció que pagaba a asesores fantasmas. El pleno lo suspendió treinta días sin que su bancada pudiera salvarlo.

En el 2016, como ya les conté, vinieron el fracaso con Nano y el quiebre ‘solidario’. Sin embargo, tantos reveses no afectaron el negocio educativo. Más bien, este le permitió volver de otra forma a la política. Telesup se convirtió en universidad en el 2004 y fue clave en el armazón de estas redes de votos, vetos e influencias que determinaban los puestos de representantes universitarios en el fenecido CNM. Y, como develaron los audios de los ‘Cuellos blancos’, José Cavassa volvió a influir en la ONPE con apoyo del CNM y se presume que allí le dio una mano al registro de firmas de Podemos Perú.

Tres intentos y tres fases de Luna creciente (o menguante, como ya se ve) y del dinero fruto del sueño de la educación, condicionando la política: 1) El emprendedor quiso apropiarse de un partido histórico (APRA) ganando a sus bases con clientelismo directo. 2) Quiso influir en un partido nuevo (Solidaridad Nacional), siendo brazo derecho del líder, armando listas y alianzas. 3) El partido propio (Podemos Perú) como parte de una red de influencias en la academia, la justicia y los entes electorales. En esta fase, se la jugó a la vez por varios candidatos en el país. Entre ellos, Daniel Urresti por Lima. El resultado fue bastante pobre, salvo que su candidato Álex Gonzales ‘Toco Toco’, ganó en San Juan de Lurigancho, el distrito más populoso del país.

En esta última fase, dramática, padeció el allanamiento de su vivienda en busca de pruebas de que habría ayudado, a través de la plana docente de Telesup, a lavar dinero a Luis Castañeda. Su abogado, Miguel Pérez Arroyo, dijo que a su patrocinado estos trajines lo han puesto mal de salud. Es creíble que el orondo ‘Pepe’ Luna, con impedimento de salida e impedimento de seguir haciendo de las suyas con Telesup, somatice el más duro trance de su vida política. Más aún, sabiendo que su hijo José Luna Morales (número 3 por Lima en la lista de Podemos y virtual congresista) está metido en la misma danza fatal. Que el partido que fundó, Podemos Perú, haya brincado la valla gracias al caudal electoral de Daniel Urresti, es una noticia agridulce para un emprendedor controvertido. Probablemente, ahora será testigo de cómo su criatura marca política distancia.

*Este perfil fue publicado el 6 de octubre de 2018.

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