(Foto: Nancy Chappell / El Comercio)
Fernando Vivas

La última reunión de la Comisión Permanente acabó con una foto sonriente. se jacta de esa armonía final y se divierte contando una estrepitosa caída de Marco Arana. Acto seguido, se pone solemne y le recuerda a su asistente que llame al congresista a preguntar por su salud. En la TV de su despacho, el escándalo de las procuradoras está en su esplendor. Le recuerdo, con ironía, el proyecto fujimorista de una procuraduría autónoma y dice: “No hay que legislar pensando en la coyuntura”.

—Dijeron que el Congreso no sería ni obstruccionista ni mesa de partes. ¿Qué fue en su balance?
Puedo decir con plena seguridad que hemos estado en la disposición de apoyar y sostener la gobernabilidad y también al Ejecutivo, que ha tenido una serie de tropiezos. Si no hubiera sido por decisiones del Congreso, hubieran sido peores. Este Congreso no ha sido obstruccionista.

—La censura a Saavedra, ¿es algo de lo que se siente orgullosa?
Era parte de nuestra función. Y fue el único caso. Las interpelaciones a los ministros han servido para esclarecer cosas.

—Se percibió que su cargo la hizo preocuparse más que sus correligionarios porque hubiera un diálogo fluido con el Ejecutivo.
En esta sala ha estado varias veces el primer ministro Zavala, para presentar sus preocupaciones respecto a cierto temas. Hemos tratado de ser lo más flexibles. Abrí los canales para los portavoces de Fuerza Popular [FP] en varias oportunidades.

—¿Estuvo entre las instigadoras de la iniciativa de Keiko Fujimori de plantear un diálogo?
No puedo decir los entretelones, pero lo que creo es que tenemos una lideresa pendiente de los problemas nacionales. Se especulaba que ella no quería tomar contacto, pero ella misma tomó la decisión. Ha sido conveniente y en el tiempo conveniente, a pesar de que algunos dicen que tomó mucho tiempo. Aquí no se trata de ser cogobierno, nosotros no le vamos a dar las soluciones, el Ejecutivo tiene el mandato de gobernar.

—Siente que por dar facultades legislativas al Ejecutivo o por lo que fuere, ¿no han mostrado a la población una clara agenda legislativa con las prioridades de FP?
Sí, de repente es porque en este primer año la mayoría de nuestros congresistas son nuevos y recién están tomando conocimiento. Por eso el mayor número de dictámenes ha sido en los últimos meses. Ciertamente, no se han concretado todas las iniciativas que teníamos en el plan del partido, pero ha salido el IGV justo. Yo logré la modificación constitucional para ampliar las detenciones preventivas.

—Pensábamos que por la magnitud de la bancada habría algo parecido a un Gabinete en la sombra. ¿Es algo pendiente?
Hay esfuerzos, hay aprendizaje. Ha habido un trabajo coordinado pidiendo asesoramiento a técnicos que colaboraron en el plan de gobierno, pero no se ha armado un Gabinete en el partido, eso requiere que tengas personas a tiempo completo. ¿Con qué recursos?

—¿Y el aporte de los congresistas?
No es suficiente. Para el financiamiento [oficial] a los partidos, son tantas las restricciones que aún no se puede usar. Puede servir para especializaciones, capacitaciones.

—Esto lleva a la reforma electoral. Se la encargaron a una congresista que ya no está en su filas. ¿No debió ser un grupo dentro de FP?
El tema electoral, lo digo por experiencia, es muy complicado. El avance que se ha hecho en Constitución con lo del grupo de trabajo de Patricia Donayre ha sido importante. Pero no se puede pretender que la comisión diga amén y lo firme. En temas electorales sí hay un avance importante porque tenemos ad portas las elecciones del 2018. No vamos a discutir bicameralidad cuando hay que definir transparencia en manejo de recursos. Ya está agendado en Constitución.

—¿Está de acuerdo en que a todo el que postula se le abra automáticamente su secreto bancario tal como plantean el Ejecutivo y otros proyectos de reforma?
En forma automática, diría que no. Si hubiera alguna sospecha o duda del organismo electoral, sí. Estamos ahuyentando a gente honesta que quisiera participar en política.

—Y atraemos a algunos que…
Sí, también.

—Modesto Figueroa, congresista de FP por Madre de Dios, es investigado por lavado de activos.
Que se le levanten todos los secretos si hay disposición del Poder Judicial, no avalamos a ningún parlamentario.

—Podríamos ser más preventivos.
Pero es poner bajo sospecha a todos los que participan en política. Cada candidato tiene la obligación de presentar una declaración jurada de 5 páginas. Yo he puesto hasta los artefactos eléctricos. Si se miente allí, hay sanciones que llegan hasta la destitución. Si es por transparencia, que cada uno abra sus cuentas. Pero sí te digo que eso va a ahuyentar a personas valiosas que no quieren que se metan en su vida privada. Y corres riesgo en un país con tanta inseguridad como el nuestro. Ha habido asaltos a varios parlamentarios.

—Ahí está el dilema y el debate. El gobierno está por renovarse, ¿le sugeriría nombres?
Ellos son responsables. Tienen que tomar la decisión de acuerdo con su evaluación. No quiero sugerir nombres.

—¿Qué perfil le recomendaría al Gabinete?
Yo creo que un Gabinete más sensible y más capaz de tomar decisiones y de comunicarlas. Porque los problemas se suceden todos los días. En manejo de conflictos sociales, hay problemas en Puno y Cusco, con los mineros, con la CGTP, con trabajadores del Poder Judicial. El gobierno ha hecho una serie de ofrecimientos sin analizar la realidad y tiene que explicar si los puede otorgar o no. A los retirados de las FF.AA. les prometió que iba a corregir un decreto que dio Humala. Zavala dijo que iba a acordar algo con ellos.

—¿La insistencia del gobierno en la adenda de Chinchero fue un serio problema?
Un grave error y lo ha reconocido el propio presidente Kuczynski. Les ha costado la renuncia de un ministro.

—¿Cómo lo hubieran encarado ustedes?
En principio, hablar con la verdad. Cuando se presentaron para la investidura, ocultaron información de lo que heredaron de Humala. Esto estaba desde el 2013. ¿La comisión de transferencia no les informó del gran problema que estaban heredando? ¿Por qué se callaron cuando vinieron aquí? El contrato estaba mal. Pero la adenda es de ellos. Es un grave error que les ha costado mucha credibilidad. Ya salieron las señoras procuradoras con una serie de temas que no conocíamos y el fiscal todavía no ha venido acá a la Comisión Lava Jato.

—Ya que las menciona, el proyecto de la procuraduría autónoma que Keiko Fujimori presentó al presidente, puede ser un arma de doble filo, ¿no? Personajes de mucho protagonismo que generan inestabilidad. ¿Qué ganamos con eso?
Se necesitan procuradoras o procuradores fuertes y valientes, pero tiene que ser bien estudiada esa norma de modo tal que con la autonomía no se pueda crear una figura en la que no tengamos acceso ni siquiera a solicitar información. Hay que medir mucho este tema. La procuraduría tiene que defender los intereses del Estado, no a los partidos de gobierno.

—Si mal no recuerdo, el proyecto de FP fue recogido de la congresista Yeni Vilcatoma, que tampoco está en sus filas ya.
[Sonríe] Pero colabora y la tenemos en varios grupos. FP le ha dado oportunidad de seguir colaborando.

—¿Podría revertirse su expulsión?
Eso no lo podría decir yo, pero sí puedo decir que es una persona valiosa.

—Ha dicho que no va a la reelección en la presidencia del Congreso.
Desde el inicio acordamos que debe haber alternancia, lo teníamos claro.

—¿Piensa en otro cargo ?
Generalmente corresponde a quien sale de la presidencia, por una tradición, la Comisión de Relaciones Exteriores. Si FP lo decide así, ahí voy. Si no, me gustaría tomar un pequeño receso, que no significa que no trabaje en las comisiones correspondientes. He dejado un nivel de aprobación más alto del que encontramos y puedo sentirme satisfecha de haber visto trabajar a los 130 congresistas.

—Cuando asumió, sabía que por la aplastante mayoría de FP, cualquier cosa, buena o mala, que pasara en el Congreso se le imputaría.
Sí, definitivamente. El Congreso es de todos pero tenemos una mayoría de un solo partido nunca vista. Por eso hicimos todos los esfuerzos para dar facilidades para que escojan comisiones. No hemos tenido mayoría en comisiones como Ética. Algunos decían que eso no iba a pasar y no reconocen que ha pasado.

—¿Tiene candidato para la mesa?
Si lo digo, los voy a poner celosos. Voy a esperar que el partido lo diga. Tengo pero no lo voy a decir. Me da gusto que haya varios que han mostrado su capacidad, eso es lo rico de los 71 que somos. Algunos están despuntando y son jóvenes y lo hacen por sacrificio, por espíritu de servicio.

—Hay crecimiento partidario. ¿Y es una muestra de crecimiento la desavenencia entre Keiko y Kenji?
Creo que también es parte de eso. Se está creando una institucionalidad. Yo soy fundadora de Cambio 90, hemos pasado por Nueva Mayoría, nos juntamos, luego Perú al 2000, pero no reforzamos ninguno.

—Alberto Fujimori no tenía cariño por la construcción de partido, ¿no?
Yo lo quiero mucho al presidente Fujimori, lo respeto y tiene un lugar preponderante en los cambios que se han hecho en el país. Pero en lo que respecta a formación de partido, yo sí tengo una crítica.

—¿Usted ya es militante de FP?
No, en alguna oportunidad sí seré. No hay carnet, por si acaso, para no hacer el clásico proselitismo mercantilista. Queremos hacer un partido diferente y en eso está avanzando muy bien Keiko. Queremos un partido que trascienda los apellidos.

—¿Alberto Fujimori qué viene a ser?
El fundador de esta corriente que se le llamó fujimorismo y que todavía no se reconoce en la historia en su verdadera dimensión. Es el artífice de la Constitución del 93, la pacificación, la reinserción económica, de muchas cosas de las que me siento orgullosa.

—Podría enumerar otras cosas de las que es responsable político y otras que son delitos y errores...
Que está pagando. Hay evidencias de otros presidentes que han cometido peores delitos, hay enriquecimiento ilícito y no se está juzgando con la misma severidad que a Alberto Fujimori.

—En un tuit, Keiko se dirige a su padre, le dice que lo quiere y le da a entender que la deje liderar.
Ella es la lideresa, eso es incuestionable. Él está en la cárcel, no puede liderar ninguna agrupación política. No creo que nuestra agenda sea únicamente que salga en libertad. Pero no es posible que se haya liberado a terroristas y no haya una marcha de protesta, y cuando se habla de que por razones humanitarias salga Alberto Fujimori, tengamos estas actitudes de odio. Por su salud, por su edad, no puede liderar una agrupación. Es el líder histórico al cual se le reconoce. Sus problemas y errores los está pagando.

—¿Estuvo en la reunión en la que se votó la sanción a Kenji?
Me fui porque tenía una reunión urgente y cuando regresé ya se había producido la votación, pero hubiera votado por la sanción. La disciplina es muy importante para que un partido se consolide.

—Ud. los conoce desde niños. ¿Era el hermano menor que fastidia a la hermana mayor?
No, no, más bien Kenji ha tenido mucha protección de Keiko cuando sucedieron los hechos políticos en el 2000 y ambos prácticamente quedaron solos. Tenían relación con la mamá, pero la relación con el papá era más fuerte. No me olvido de esa figura de Keiko saliendo con la cara muy en alto de Palacio y tomando con entereza todo lo que ocurrió después, esa terrible persecución, en la que estuvo Kenji involucrado y ella fue la hermana mayor que protegía al hermano. Yo no he visto nunca desavenencias. Es más, yo he conversado con Kenji y él me ha dicho: “Es parte del juego político”. Entonces yo le he dicho: “Esto ya no es un juego, tenemos que trabajar en conjunto porque cuesta mucho consolidar un partido político y lo más que espera uno es que los pullazos vengan de afuera, no de adentro”. A menos que tenga otra perspectiva, otro proyecto, a lo que tendría todo el derecho. En todo caso, que sea más franco.

—¿Llegan juntos al 2021?
Yo espero que lleguen juntos. Conozco a ambos. He visto cómo cada uno ha llevado con entereza todo y han sabido salir adelante. Ambos han sido muy bien votados, pero consolidar un partido político es de gigantes.

MÁS EN POLÍTICA...