La exministra de Justicia y Derechos Humanos Marisol Pérez Tello consideró que, durante el primer tramo del actual gobierno, el presidente Pedro Castillo “ha decidido estacionar el carro”. Agregó que el Parlamento no debe brindar, así el Ejecutivo interponga cuestión de confianza, facultades legislativas para la reforma tributaria.
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— Luis Barranzuela abandona el Ministerio del Interior por el “escandalo” tras la fiesta que brindó el Día de la Canción Criolla, pero no por la falta de idoneidad para el cargo. ¿Qué tipo de mensaje está dando el gobierno?
El problema del gobierno es que no manda mensaje, lo que genera con su conducta es una sensación de estar permanentemente en una montaña rusa. Algunas veces cosas como la fiesta de Halloween [del ministro] llegan a ridiculizar la administración pública, parece una constante comedia que podría terminar en tragedia, porque genera inestabilidad y falta de institucionalidad, que ahora termina afectando a la gente y a su capacidad de comer. Van 100 días de incertidumbre, caos, confrontación permanente y silencio. Me preocupa la ausencia del presidente Castillo en las decisiones. El ministro del Interior terminó con el ridículo de la fiesta, pero comenzó destruyendo lo poquito que se avanzó en términos de la lucha contra el narcotráfico.
— ¿Si la primera ministra, Mirtha Vásquez, no se plantaba por la situación de Barranzuela, cree que Castillo habría aceptado su renuncia?
[…] Que haya salido Barranzuela de alguna forma refuerza la autoridad de la primera ministra. En cualquier gobierno democrático y estable una conducta como la de Barranzuela hubiera determinado de inmediato su destitución. A la media hora [tras la emisión del informe periodístico que dio cuenta de su fiesta] debió anunciarse que se iba, pero como la premier no tiene todavía el respaldo del presidente, como se debiera, ella anuncia que primero tiene que hablar con Castillo, quien no estaba en Lima. Castillo es un presidente ha saltado de dirigir un sindicado a un país y, evidentemente, no está haciendo lo que se necesita, no está haciendo nada y eso es muy peligroso.
— En menos de 100 días del nuevo gobierno, el país tendrá tres ministros del Interior. ¿Es posible tener políticas sostenibles en este sector en este contexto de inestabilidad?
Ninguna, ni en ese sector ni en ninguno, es dramático lo que sucede en el Ministerio del Interior, porque es el sector que ve la seguridad del país, y la seguridad física que es necesaria para garantizar las operaciones de las empresas que generan ingresos. Lo que ha pasado en Ayacucho y en Antamina [Áncash] es consecuencia de la falta de dirección en un sector tan importante…
— El gobierno ha autorizado el despliegue de militares en Lima y el Callao para que apoyen a la Policía en las labores de seguridad ciudadana. ¿Se justifica? ¿Ha sido un exceso?
No se justifica, si se hubiera dicho que iban a ir a zonas alejadas para evitar la conflictividad social, mientras se hace lo que se debe hacer, que es resolver los problemas que son de fondo, porque hay demandas que son legítimas, como el agua, la salud y otros servicios. Sin embargo, esto no está en el discurso del presidente Castillo, su discurso está hueco, él sigue en campaña, y se dirige directamente a la plaza pública, no quiere ir a medios para explicarle al país lo que está haciendo y lo que quiere hacer. La falta de liderazgo es dramática, espero que en algún momento asuma su responsabilidad, no hemos avanzado 100 días, hemos retrocedido 10 años.
— La Defensoría del Pueblo ha alertado que existen 198 conflictos sociales en el país (142 activos y 56 latentes) en el país. Y ya hemos visto lo que ha sucedido en Ayacucho y en Áncash. ¿Existe el peligro del escalamiento de las protestas? ¿Cómo se pueden controlar?
Por supuesto que existe [el riesgo], el informe de la Defensoría del Pueblo sale hace muchos años y nunca se ha atendido, nosotros siempre hemos sido bomberos. Entonces, no hay un diseño estratégico para atender la conflictividad social con planificación. Uno tiene que tener en claro lo siguientes: si tienes más de 142 conflictos activos, se realiza un mapa y un calendario en base a la antigüedad y prioridades. Y primero realizas una reunión general para identificar las demandas. Y tienes que usar la disciplina, darles a los ciudadanos la certeza de que sus demandas serán escuchadas y atendidas si es que tienen sentido. Y la empresa que contamina, paga.
— La oposición en el Parlamento solicitó las salidas de los ministros del Interior y de Educación para dar el voto de confianza. Uno ya salió. ¿Es suficiente para que Vásquez obtenga la investidura?
Sería importante resolver el tema del ministro de Educación, porque una de las mejores reformas que ha tenido el país en los últimos años es la del sistema educativo. La meritocracia da la oportunidad de tener mejores profesores, que estos tengan mejores sueldos, y que haya mejores oportunidades para los maestros rurales. Y si bien hay muchas cosas que hacer en la materia de educación, no se puede tirar todo por la borda porque las decisiones las está tomando un profesor que está a favor de quienes no pasaron el examen o por un interés del magisterio, eso es inaceptable.
Hay demandas de los profesores que son justas, y si quieren cambiar el sistema de evaluación docente, [se debe dialogar], pero no tirar por la borda la meritocracia, sino te quedas con los mediocres. Esto tiene que tener incentivos económicos y alternativas de formación. ¿Eso lo representa el ministro Gallardo? Por supuesto que no. Sí lo representaba el ministro anterior, porque Carrillo había sido un profesor reconocido y premiado. Lo sensato es sacar a este ministro, pero no lo espero del gobierno.
— El presidente Castillo ha respaldado una serie de polémicas designaciones. Primero en el Gabinete Bellido, donde había ministros denunciados por terrorismo y por violencia familiar. Después el gobierno intentó enviar como embajador a Richard Rojas primero a Panamá y luego a Venezuela. Y hubo un amague de nombrar a Ricardo Belmont como asesor. ¿El mandatario se ha autosaboteado?
Hay que dejar de exculpar, de tratar de soslayar las responsabilidades que tiene el presidente Castillo con la falta de toma de decisiones. Si el presidente siente que no está en capacidad de gobernar, puede irse. Lo que no podemos hacer es permanentemente pensar que hay alguien que mueve o dirige [el gobierno detrás], las riendas del país las tiene él, y simplemente ha decidido estacionar el carro o ir para atrás.
— El Ejecutivo ha solicitado facultades legislativas para realizar una reforma tributaria. ¿El Parlamento se las debe otorgar?
Incluso, exponiéndose a una primera suma de negativa de confianza, no, de ninguna forma. Ahora si quiere discutir proyecto por proyecto en el Congreso, por supuesto que sí. El debate debe darse a todo nivel, incluso en las reformas constitucionales. El país necesita cambios que generan inclusión y oportunidades, lo que no puedes hacer es dar cheques en blancos, como lo son una asamblea constituyente o una reforma tributaria, a través de facultades delegadas, a un gobierno que lo único que ha demostrado en 100 días es incapacidad y ausencia de rumbo.
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— Este jueves, el presidente Castillo cumple 100 días en el poder. ¿Cómo evalúa esta primera etapa del gobierno?
Si tengo que decirlo en tres palabras: incertidumbre, inestabilidad y conflicto.
— ¿Y cómo analiza a la oposición en el Parlamento?
El Parlamento revela la fragmentación del voto. Y está preocupado por lo que va a pasar en octubre de 2022, en vez de ir a un proceso regional y municipal que busque espacios de unidad, la representación del vecino, y a gobernadores regionales honestos, que no vayan a terminar presos como los actuales, es una pena…
“La perdida de inscripción se ha convertido en una oportunidad”
— El PPC perdió su inscripción en la última elección. ¿Qué tipo de autocrítica puede hacer?
La autocrítica ya la hemos hecho y el análisis me satisface. Hemos decidido no seguir en este circuito en el que estaba el partido, para nosotros la perdida de inscripción se ha convertido en una oportunidad. Desde abril sabíamos que perdíamos la inscripción y hemos estado buscando un proceso de reingeniería partidaria, a fin de atender los problemas internos, como la falta de unidad, la incapacidad de representar al partido de manera nacional, la incapacidad de poder sancionar con dureza a los militantes que defraudaron al país como el alcalde de Punta Negra u Horacio Cánepa. Y la incapacidad de comunicar lo que somos, nosotros somos un partido de centro y no porque estemos a la mitad de la derecha e izquierda, sino porque analizamos la política desde el ser humano. Y bajo el precepto, “tanto mercado como sea posible, y tanto Estado como sea necesario”.
— ¿En qué etapa se encuentra el proceso de reinscripción?
No vamos a reinscribirnos mientras no hayamos terminado el proceso de reingeniería, porque para nosotros la reinscripción es lo menos complicado. Nosotros tenemos 200 mil militantes inscriptos y una media de votación [en internas] de entre 20 mil y 30 mil, por lo tanto, los 24 mil inscriptos [de requisito] no son un problema. El problema es qué le vamos a ofrecer al país. Y estamos en profundas reflexiones. Ayer [martes] hemos tenido una reunión [del partido] para hacer el análisis de los 100 primeros días [del actual gobierno] y lo que te he trasladado, es en base a eso. Estamos en este esfuerzo de pensarnos en serio.
— ¿Y qué es lo que busca el PPC en el fondo? ¿Es modernizar su doctrina?
La doctrina es una sola, tiene que ser leída con el signo de los tiempos. Por ejemplo, en 1984, nosotros empezamos a trabajar en un partido democrático, progresista y solidario y hemos abandonado algunas de estas banderas. Y luego en el 2004 surgió el humanismo reformista, no en el Perú, sino en América, el PAN [Partido Acción Nacional] de México lo impulsó, en su momento. Nosotros necesitamos hacer ese esfuerzo. En términos de libertades económicas somos claros, pero no lo somos en las libertades sociales ni en el rol del Estado. Nosotros defendemos la economía social de mercado, pero lo que se ha hecho en el Perú solo es libertad en la economía, no se ha garantizado las libertades sociales ni el control del Estado donde tenía que haberse hecho. Por ejemplo, SUNAFIL ha sido un desastre y la OEFA [Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental] no ha tenido los recursos para ir a ver los problemas de contaminación en la selva peruana. El partido quiere representar los intereses y necesidades de la gente, y eso no se improvisa.
— ¿Usted aspira a postular a la alcaldía de Lima el próximo año?
No, en el congreso partidario del 16 de julio se acordaron un par de cosas. Primero que no vamos a postular en el 2022, los militantes que sean invitados por otros partidos a postular quedan en libertad para hacerlo y también para regresar en la medida de que vayan a agrupaciones afines ideológicamente. No voy a postular a las elecciones municipales, de ninguna manera, tengo la responsabilidad [de la reingeniería] del partido. Y el partido tampoco hará alianzas institucionales, pero sí apoyará candidaturas que considere son buenas para el país.
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