Lima es la única zona del país donde mejora la aprobación del presidente, pues también cae en el norte, centro y el oriente (Foto: Hugo Pérez/El Comercio)
Lima es la única zona del país donde mejora la aprobación del presidente, pues también cae en el norte, centro y el oriente (Foto: Hugo Pérez/El Comercio)
Redacción EC

La popularidad del presidente cayó 20 puntos en el sur del país, en medio de los enfrentamientos a raíz del otorgamiento de la licencia al proyecto minero Tía María. La aprobación de Vizcarra pasó del 56%, en junio, a 36%, en julio, según la última encuesta urbano-rural de El Comercio-Ipsos.

Para el analista político Jeffrey Radzinsky, el conflicto por puede ser un factor importante en este descenso. “Lo que ha hecho el otorgamiento de la licencia es poner en vitrina todos los problemas sociales que aquejan a Arequipa y Puno, donde se concentra la mayor cantidad de población del sur”, refiere.

Lima es la única zona del país donde mejora la aprobación del presidente (sube cinco puntos), pues también cae en el norte, centro y el oriente.

En el promedio general, Vizcarra bajó seis puntos este mes y se encuentra en empate técnico con su desaprobación. El mandatario es respaldado por el 44% de la población y desaprobado por el 45%.
Estas cifras muestran un retroceso hacia los niveles de aprobación con los que contaba hace dos meses, justo antes de presentar la cuestión de confianza al Congreso por la reforma política.

Evaluación del Ejecutivo ante la opinión pública.
Evaluación del Ejecutivo ante la opinión pública.

El mes pasado, esta acción le valió al presidente un alza de ocho puntos en su popularidad. Sin embargo, las cifras no fueron tan auspiciosas como la primera vez, cuando, en setiembre del año pasado, presentó el pedido de confianza por las reformas del referéndum. Luego de ello subió 16 puntos y mantuvo una aprobación superior al 60% por cuatro meses consecutivos.

Evaluación del Ejecutivo ante la opinión pública.
Evaluación del Ejecutivo ante la opinión pública.

—Factor Congreso—

El analista político Pedro Tenorio considera que la caída de la popularidad de Vizcarra responde a que su pugna con el Congreso es parte de un libreto que ya perdió novedad para la población y no tiene impacto directo en la vida de la gente.

Vizcarra “parece estar centrado en una reforma política que pocos entienden y que, siendo importante para el país, carece de una mayoría militante que la respalde”, anota Tenorio.
Radzinsky también considera que “el recurso de enfrentarse al Congreso para obtener rédito político lo utilizó muy bien, pero se le va agotando”.

En esa línea, agregó que la pugna con el Parlamento “ya no puede ser su única gran arma, porque ya exprimió toda la naranja”. Sin embargo, Radzinsky resalta que, en perspectiva, a Vizcarra le va mejor que a sus antecesores, y su aprobación todavía es alta para los estándares tradicionales.

Al decimosexto mes de la gestión de Vizcarra, su popularidad es superior a la que tuvieron sus antecesores a esas alturas. La de Pedro Pablo Kuczynski fue de 27%, mientras que la de Alan García, 31%. Solo empata con Ollanta Humala, quien aún era respaldado por el 43% poco antes de cumplir año y medio en el poder.
El mayor respaldo a la gestión de Vizcarra se encuentra en la zona centro (51%).

Por niveles socioeconómicos, la popularidad del jefe del Estado es mayor en los sectores A (65%) y B (58%), y menor en el D (39%) y E (38%).

A pesar del poco interés que ha generado la reforma política, la lucha contra la corrupción sigue siendo la principal razón de aprobación de Vizcarra (ver infografía). La percepción de que hay corrupción en su gobierno o que no está haciendo nada para combatirla, en cambio, es el principal motivo por el cual sus detractores lo desaprueban.

Jeffrey Radzinsky explica que la lucha contra la corrupción es la gran bandera política de Vizcarra, “y aunque lo judicial es independiente administrativamente del Ejecutivo, en la práctica, ante la percepción de la gente, el gobierno recibe los réditos del enfrentamiento contra poderosos investigados por corrupción, como expresidentes, empresarios y funcionarios”.