Menos del 10% de peruanos sabe quiénes son los ministros de las carteras claves de Educación, Interior y Economía, según la última encuesta de Ipsos para El Comercio. Más allá del natural desinterés por la política de un grupo de peruanos, los cuatro analistas consultados para esta nota coinciden en que hay razones de fondo detrás de la cifra. Ministros sin liderazgo político y políticas públicas que no inciden directamente en la población serían las principales, indican.
—Sectores claves—
Los tres ministros están al frente de carteras cruciales para la opinión pública. Es el caso, por ejemplo, de Carlos Morán, que es ministro del Interior desde hace un año y tres meses. Pese al tiempo que lleva en la cartera, apenas el 9% de peruanos sabe su nombre. El 4% dio un nombre incorrecto y el 87% no pudo precisar quién estaba al frente de su ministerio.
“Esto es grave porque la seguridad ciudadana es, según todas las encuestas, el principal problema para los peruanos, y el ministro del Interior representa a la policía. Lo que te muestra esto es que ha tenido muy poco protagonismo mediático y no es una figura de liderazgo”, opina el analista político Jeffrey Radzinsky. En diciembre, el 79% de peruanos dijo que se sentía más inseguro que hace un año, también según Ipsos.
Luego está la ministra de Educación, Flor Pablo, quien ocupa el cargo hace diez meses. Apenas el 8% dio correctamente su nombre, el 3% lo dio de forma incorrecta y el 89% no pudo precisar de quién se trataba. “No estamos hablando de Comercio Exterior y Turismo, que tiene un ámbito de alcance más acotado. Educación es un sector transversal, amplio, con miles de profesores y escuelas a nivel nacional”, señala Radzinsky.
“El Ministerio de Educación tiene una agenda importante. En estos días, por ejemplo, no se ha visto un pronunciamiento contundente de respaldo político a la Sunedu. No digo que tenga que responder a quienes hablan sobre 'ideología de género’, porque podría abrirse un flanco metiendo el gobierno en la campaña, pero en general hay una actitud de retraimiento. Espero que se ponga las pilas”, advierte el politólogo Arturo Maldonado.
Finalmente, para la ministra de Economía, María Antonieta Alva, nombrada en octubre con una aprobación de 55% –en ese momento incluso superior a la del primer ministro Vicente Zeballos–, las cifras son igual de desalentadoras. “Muchas veces la gente dice que aprueba, pero realmente no sabe bien de quién se trata”, asegura Radzinsky.
En línea con el promedio, solo el 8% acertó el nombre de Alva, el 3% lo dijo de manera incorrecta y el 89% no pudo precisar de quién se trataba.
Pero su caso es particular: es la ministra con más menciones positivas en Twitter (20%), según la agencia de monitoreo de medios Noticias Perú. De acuerdo a la encuesta de Ipsos, el nivel socioeconómico A el 23% sabía quién era. Sin embargo, esta cifra se reduce a 3% en el E, el salto más largo de los tres ministros medidos.
“En Interior y Educación, hay muchos actores e intereses involucrados”, explica el politólogo Omar Awapara.
—¿Por qué?—
Los analistas identifican dos razones de fondo para explicar el débil perfil político de los ministros. Estas –aseguran– se aplican también a todo el Gabinete. “Uno de los factores es la ausencia de liderazgos en el equipo ministerial”, dice Radzinsky. El perfil bajo de la mayoría de ministros alimenta, además, la sensación de que no importa quién está al frente cada cartera. “Cuando no hay liderazgo, no vemos dinamismo dentro de los sectores. Es importante poder reconocer caras”, indica la analista política Mabel Huertas.
Pero a que no hay ministros con perfil de líderes se suma también la escasez de políticas públicas para liderar. “Las políticas del gobierno se manejan de forma sectorizada. Cada uno maneja sus áreas, pero falta una política general de gobierno”, dice Awapara. “La falta de liderazgo se refleja en la falta de políticas públicas. Las veces que vemos participar a estos ministros, que son de sectores importantes, es en actos puramente políticos. Por ejemplo, Morán en la captura de prófugos puntuales. Pero no al frente de acciones estratégicas con impacto duradero en la gente”, dice Huertas.
Luego está el factor tiempo. El promedio de duración de los ministros en sus cargos durante el gobierno de Martín Vizcarra es de siete meses y medio. “En siete meses no solo no se puede hacer cosas, sino que los ciudadanos tampoco podemos enterarnos”, comenta Maldonado. “Es mucho más grave lo de Morán porque ya tiene más de un año en el cargo, más que el promedio”, asegura Radzinsky.
Todo esto hace que la figura presidencial termine opacando a la de los ministros. “Por eso, la aprobación de Vizcarra contrasta tanto con la de su gobierno, que es mucho más baja (56% versus 34%)”, dice el analista. Esta situación genera volatilidad en la aprobación presidencial, que ha dado saltos durante el año luego de las cuestiones de confianza y la disolución del Congreso, pero tiende a caer siempre cerca de la aprobación del Ejecutivo.
Para Huertas, sin embargo, el problema es que el criterio de selección de ministros parece ser precisamente ese: técnicos sin capacidad política. “Este es un Gabinete recontra gris. Los de Vizcarra, en general, han sido muy grises. Siempre ha elegido un par de alfiles políticos para pechar, como Salvador del Solar o Gloria Montenegro, pero para el resto no quiere ministros que brillen. Es desconfiado en ese sentido”, asegura.
Según todos los analistas, tener ministros tan poco conocidos es un serio problema para el Ejecutivo. “Cuando los ministros no son conocidos, da la sensación –y no digo que sea realidad– de que sus carteras no están haciendo nada”, explica Maldonado. “La comunicación es una herramienta fundamental para la gestión y ejecución pública”, concluye Radzinsky.