El pedido de liquidación que ha hecho el banco estatal brasileño Caixa Económica Federal para Odebrecht S.A. —holding del grupo que incluye a tres filiales con las que la justicia peruana ha firmado un acuerdo de colaboración— no implica que ninguna de estas empresas tenga ya una liquidación en marcha. En cambio, la solicitud deberá pasar por una instancia judicial, donde lo más probable es que sea rechazada.
Pero si bien ninguna de las tres filiales que firmaron el acuerdo en el Perú está incluida en el proceso de reestructuración brasileño, la situación financiera del grupo no es favorable al proceso de colaboración peruano. Esta semana, un interrogatorio a exejecutivos de Odebrecht en Curitibia, del que participaron representantes de la fiscalía y la procuraduría, se tuvo que suspender porque la empresa ya no puede pagarle a la consultora que obtiene de sus servidores la información que sustentan las delaciones.
De ser finalmente liquidada en Brasil, fuentes peruanas cercanas al acuerdo de colaboración comentaron a El Comercio que ya no existiría mayor incentivo para que ninguna de las filiales de Odebrecht continúe entregando datos a la justicia. Sin embargo, este escenario —si es que finalmente se da— no llegaría en los próximos meses. Aunque la situación del holding es sumamente complicada, todavía no ha llegado a su capítulo final a nivel global.
-Protección contra la bancarrota-
Desde junio, el holding Odebrecht está en un proceso de recuperación judicial en Brasil, al que tuvo que entrar forzado por —precisamente— la Caixa Económica Federal, que intentó ejecutar algunas de las garantías que tenía sobre la deuda de la empresa. La recuperación judicial es una figura del sistema concursal brasileño que protege a las empresas de sus acreedores, para que durante un tiempo puedan elaborar un plan de reestructuración de su deuda y así evitar caer en bancarrota. A Odebrecht, cuya deuda global asciende a US$24.300 millones (98.500 millones de reales), le dieron 60 días.
Sin embargo, Odebrecht no incluyó a todas sus filiales en el proceso de recuperación judicial. Entre las que quedaron fuera están OEC (Odebrecht Engenharia & Construçao), OEC del Perú, y OPIC (Odebrecht Perú Ingeniería y Construcción, que pronto sería absorbida por OEC). ¿Por qué quedaron fuera? Porque las últimas dos compañías están directamente vinculadas a la primera, la constructora matriz OEC, y esta ya logró en agosto un acuerdo directo con algunos de sus acreedores para reestructurar una deuda de US$3.200 millones con un descuento de 55%. Pagará solo US$1.400 millones.
Es dentro de este proceso de protección contra la bancarrota que la Caixa Económica Federal ha pedido a un juez la liquidación inmediata de Odebrecht. También ha pedido que se convoque a una asamblea de acreedores para reemplazar a la actual administración temporal del holding. La semana pasada ya había pedido que se acabe el proceso de recuperación judicial. La razón alegada por la Caixa en ambos pedidos, en pocas palabras, es que no concuerda con los términos del plan de reestructuración que ha presentado la empresa.
-Un acreedor agresivo-
Desde hace un tiempo, la Caixa Económica Federal, un banco estatal brasileño dedicado a financiar iniciativas de corte social y comercial, viene desplegando una actitud agresiva para cobrar las deudas vinculadas al caso Lava Jato. Recientemente, por ejemplo, ordenó la ejecución de una deuda del equipo de fútbol Corinthians por la construcción de su estadio, que fue realizada por Odebrecht e impulsada por el expresidente del Partido de los Trabajadores —e hincha del Timão— Lula Da Silva.
La Caixa, además, tiene un vínculo importante con el gobierno de Jair Bolsonaro, quien al iniciar su mandato nombró a su presidente, Pedro Guimarães. Hace dos meses, cuestionado sobre por qué la Caixa estaría entregando menos créditos en los estados del Nordeste de Brasil —que le votan al PT y no a su partido—, Bolsonaro llamó enfrente de los periodistas a Guimarães y le demandó una respuesta.
Las razones formales alegadas para pedir la liquidación de Odebrecht, sin embargo, se centran en el plan de reestructuración. Según han reportado medios internacionales como Reuters Brasil, EFE y O Globo, las razones de la Caixa y del Banco de Brasil —otro banco estatal, que también ha pedido el fin de la recuperación judicial, pero sin hablar de liquidación— tienen que ver con falta de claridad en los tiempos y las formas en las que Odebrecht pagará sus deudas, y con la posibilidad de que el holding venda sus activos sin autorización previa de un juez.
En el Perú, cuando finalmente se hagan efectivos los términos del acuerdo de colaboración eficaz —hoy bloqueados hasta que se resuelva la devolución del dinero de la venta de la hidroeléctrica Chaglla—, la filial peruana de Odebrecht podrá vender sus activos sin autorización judicial.
-Un pedido sin mucho futuro-
Pese a que de prosperar pondría en jaque el proceso de colaboración en Perú, el pedido de la Caixa no pasaría de ser un instrumento de presión del banco a la empresa. De acuerdo a los medios internacionales, esta medida sería necesaria para la Caixa y el Banco de Brasil porque ambos tienen menos coberturas que el resto de grandes acreedores.
Según fuentes vinculadas a bancos públicos citadas por O Globo, los directivos de la Caixa ya sabe que lo más probable es que el juez no acoja el pedido de liquidación. Por eso, en el documento, la Caixa le solicita que de no aceptar la liquidación, al menos tome el pedido como una “objeción al plan de reestructuración” del holding.
Liquidar a Odebrecht implicaría la pérdida de 40.000 empleos en Brasil, por lo que expertos en proceso concursal brasileño también citados por O Globo indican que lo más probable es que el juez solo exija al grupo que presente un nuevo plan para pagar sus deudas. Odebrecht, por su parte, respondió a los medios que “es natural en cualquier recuperación judicial que los acreedores hagan cuestionamientos a las diversas fases del proceso”.
Una posible liquidación de Odebrecht en Brasil, además, afectaría a empresas peruanas como el Banco de Crédito (BCP), Cofide y La Positiva, quienes aparecen en la lista consolidada de acreedores que participan en el proceso de recuperación judicial en Brasil, a la que este Diario tuvo acceso. No obstante, por todo lo señalado, este escenario todavía es lejano.