Diálogo con la cloaca, por Federico Salazar
Diálogo con la cloaca, por Federico Salazar
Redacción EC

La oposición está a tiempo. Todavía puede corregir un error: el de no asistir al diálogo convocado por la presidenta del Consejo de Ministros.

El diálogo no va a arreglar nada de fondo. Y no debe hacerlo. Las cosas de fondo debe arreglarlas (o no) el gobierno.

El diálogo, en cambio, puede y debe arreglar las cosas de forma. Hay muchas formas que están mal. Eso hay que resolverlo, en beneficio de la democracia, de la política y de la ciudadanía.

La oposición cree que tiene al gobierno tras las cuerdas. No es una apreciación cierta. Quien tiene al gobierno tras las cuerdas es el propio gobierno.

Los errores del propio gobierno lo hacen trastabillar. Los tropiezos que tiene no son proeza de la oposición, y la gente lo sabe.

Por eso no se ve bien que partidos de la oposición traten de sacar ventaja. Pedir la cabeza de ministros a raíz de la derogación de la ‘ley pulpín’ es ridículo.

Exigimos responsabilidad al gobierno. Y, con la misma vara, exigimos responsabilidad a la oposición.

Justamente, cuando el gobierno tropieza es cuando más necesita la ciudadanía una oposición responsable. O sea, una oposición que ayude a salir de los baches, no que nos empuje más en el precipicio.

En el Congreso la principal fuerza opositora es la del fujimorismo. Una de las menos importantes, numéricamente, la del Apra.

La experiencia política del Apra, sin embargo, ha permitido bajarle al fujimorismo méritos como oposición responsable. “Estamos juntos en la mataperrada”, es el mensaje que deja esta competencia por ver quién es más opositor.

, si saliera de esa trampa, podría mostrarse como líder de la oposición. Para ello debería ir al diálogo sin condiciones, pero con firmeza.

El diálogo, por supuesto, debería empezar por el tema de las formas.

¿Qué quiso decir el presidente con eso de que ?

¿No cree el presidente Humala que debe ofrecer disculpas por esa expresión?

Si no da una buena explicación, tendrán que preguntarle: ¿por qué pide diálogo con la cloaca? 

A partir de ahí, debe establecerse un mecanismo para las reglas del mutuo respeto. Eso implica un compromiso, de parte del gobierno, de poner en orden a sus ministros polémicos.

No se trata de un derecho a la libre expresión. Se trata de un asunto de política. El gobierno está entrampado, en no poca medida, debido a las formas del presidente Humala y de los ministros Urresti y Cateriano.

La primera dama aprendió a usar nuevas formas en su Twitter. ¿Por qué no podrían someterse a la misma disciplina los encargados de las carteras?

Quien quiera participar de la polémica debe bajar al llano. La principal tarea del gobierno es desintoxicar el ambiente político. Si el presidente no colaborara con ello, la oposición tendría un gran espacio para mostrar liderazgo.

Con su ausencia en el diálogo, el y Fuerza Popular pierden la oportunidad de ocupar ese vacío. Pierden la oportunidad de ofrecerle al país una alternativa de liderazgo.