Disculpe la insistencia, la columna de David Rivera
Disculpe la insistencia, la columna de David Rivera
David Rivera

Kenji reta a , revela sus intenciones de mantener el apellido de la familia en el poder más allá del 2021 y confirma que las pugnas internas de la agrupación no son poca cosa.

La candidata decide establecer una “alianza electoral” con la minería ilegal y promete acabar con las leyes para su formalización. También se compromete a restablecer el sistema laboral 24x24 para los policías. Mientras, en el Congreso, el fujimorismo se juega un nuevo intento de bajarse la Ley Universitaria. Todo ello no afecta su candidatura. A tres semanas de la primera vuelta, parece algo fortalecida. No es que el rechazo a su candidatura haya disminuido, tampoco que el de su oponente haya aumentado. Pero sabe que esto es una guerra y ha decidido hacer todo lo que sea necesario, así no sea del agrado del establishment, para ganarla.

, por su lado, ha pasado de la pasividad a estar en una posición a la defensiva. No es que él y su entorno no hayan alertado sobre los riesgos del retorno del fujimorismo, más aun considerando su mayoría en el Congreso. No es que no hayan hecho referencia a los antecedentes de la agrupación. También criticar la posición respecto al 24x24 y a la minería ilegal, pero quien está llevando la iniciativa de la campaña (para bien y para mal) es el fujimorismo. Y como están dispuestos a usar todas sus armas, que además no le son ajenas, pueden también atacar el plan de Peruanos por el Kambio con medias verdades, como la propuesta de “eliminar” la CTS.

El fujimorismo nos está mostrando con toda claridad un rostro que ya había mostrado en los 90 y que pocos quieren recordar, pues prefieren quedarse con la imagen de la estabilización y liberalización económica, y el combate al terrorismo. Mientras tanto, Peruanos por el Kambio permanece anclado en la idea de que el voto antifujimorista le será suficiente para ganar la elección, y siendo entonces el oponente quien tiene que vencer esta corriente, son también quienes tienen que tomar la iniciativa. Esta última puede no ser la intención, pero tal vez sí la consecuencia. Solo eso puede explicar (o alguna información no pública) un viaje a Estados Unidos que lo sacó diez días de la campaña.

Si en las cinco semanas que quedan para la segunda vuelta PPK no toma la iniciativa, ni el electorado antifujimorista le permitirá ganar la elección. La última encuesta de GFK muestra que dicho voto (antifujimorista) de todos los candidatos de la primera vuelta ya se decidió mayoritariamente por Kuczynski. Pero hay un 15% del total de electores de los demás candidatos que está a la espera de alguna señal para definirse.

Incluso si la ganase casi sin querer queriendo, el de PPK terminará siendo un gobierno tan débil como lo es hasta ahora su candidatura. La encuesta de Ipsos de una semana antes mostró que solo la mitad de los votos de PPK están convencidos de que él es su candidato, versus el 84% de Keiko. PPK, ¿harás algo?

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