Ollanta Humala espera “satisfacciones” de Chile por espionaje
Ollanta Humala espera “satisfacciones” de Chile por espionaje
Redacción EC

Cada día cobra más fuerza la tesis de que el estaría utilizando el caso del chileno como una cortina de humo que encubra escándalos, como los vínculos de la pareja presidencial con Belaunde Lossio, los ingresos de la primera dama o con los que el nacionalismo financió sus campañas.

Que el presidente no reclamase a Chile por el espionaje apenas se enteró del mismo, sino recién tiempo después cuando los hechos salieron a la luz generó muchas preguntas. Por ejemplo: ¿Es que el gobierno se guardó este caso para utilizarlo luego con el fin de distraer a la opinión pública en el momento en que estuviese demasiado concentrada en revisar si hay esqueletos en su clóset? ¿Será que el gobierno le está subiendo el tono a este conflicto para aglutinar a la ciudadanía alrededor suyo y solucionar el problema de enfrentarse a las próximas elecciones con una alicaída popularidad? Estas preguntas, además, se vuelven más relevantes a raíz de los hechos de los últimos días.

Primero, en vez de dejar que los diplomáticos manejen un tema tan sensible con la cautela y delicadeza que se requiere, el presidente prefirió . Una actitud muy torpe si se busca un entendimiento diplomático con el país vecino, pero que sin duda resulta muy útil para desviar la atención mediática.

Segundo, el presidente prefirió no dar a conocer el contenido de la nota de Chile, sino simplemente anunciar que no era satisfactoria y que evaluaría una “respuesta enérgica”. Se ha hablado incluso de que en Palacio se estaría evaluando la posibilidad de llegar al extremo de retirar a nuestro embajador o hasta romper relaciones. No obstante, si se está pensando en una respuesta tan severa, ¿por qué no ser más transparente con la ciudadanía y mostrar la carta que supuestamente es tan insatisfactoria y que justificaría dicha actitud?

Una posibilidad es que la carta se esconda porque la misma no justifica una reacción tan radical. De hecho, ha trascendido que dicha comunicación sería, por el contrario, : no descartaría la posibilidad de que en el pasado se haya espiado al Perú, pero enfatiza que el presente gobierno no lo haría por la enorme importancia  de las buenas relaciones con nuestro país.

Lo que está en juego no es poco. No solo se trata de poner en riesgo una relación que tanto trabajo ha tomado cultivar. Además, no podemos olvidar que la colonia peruana es la más grande de Chile (supera los 100 mil peruanos), que de este país (junto con Ecuador) proviene el mayor flujo migratorio al Perú, que las inversiones peruanas en Chile alcanzan los US$8.500, que las inversiones chilenas en el Perú superan los US$13.600, ni que los tacneños viven principalmente del comercio con Chile.

Si efectivamente hemos sufrido de espionaje, todos debemos condenarlo e indignarnos. Pero, especialmente, cuando tanto se encuentra en juego, debemos estar atentos para no permitir que este caso sea utilizado para desviar las miradas del público hacia lugares más cómodos para el oficialismo.

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