Humala en el país de las maravillas, por Diana Seminario
Humala en el país de las maravillas, por Diana Seminario
Diana Seminario

No era el Día de los Inocentes, tampoco un discurso del 2011, o un compromiso con el futuro, no. El presidente dio un mensaje a la nación el 29 de diciembre en el que sin rubor alguno sentenció:  “Vamos a dejar un país tremendamente mejor al que encontramos”.

Tras leer esa frase varias preguntas surgieron: ¿realmente el mandatario cree lo que está diciendo?, ¿los ministros que lo acompañaban en ese mensaje también están convencidos de ello? Luego la reflexión y el beneficio de la duda: quizá somos muy críticos, y el presidente Humala algo de razón tendrá… Así será.

Sin embargo, un amable y muy educado conductor de taxi, dio en el clavo sin mucho rodeo y análisis. Manejando un impecable Toyota Corolla me contó que trabajaba en una mina pero fue despedido, pues la situación no daba para más. El tema de la paralización de inversiones, no es un invento de los empresarios ni de los periodistas, es tan real que le cuesta el trabajo a profesionales honestos. “Luego me embarqué en el negocio de alquiler de camionetas, pero el 2012 todo se paralizó, todo”. Hablaba la voz de la experiencia, la de  miles de peruanos que se han visto afectados por el retroceso económico de este gobierno. Y esto no es frase de campaña, tampoco ganas de fastidiar a un “presidente honesto”, no. Esta es la realidad.

Luis Carranza en una entrevista publicada ayer en “Perú 21” le daba sentido a lo que mi simpático taxista me había adelantado.

“El presidente Ollanta Humala desperdició los cinco años de gobierno y deja un país con un crecimiento de 2,8%, tan pobre como el del 2014. Los programas sociales son onerosos e ineficientes, y se aumentó en exceso la burocracia estatal, incluidos los sueldos. Se gastaron 2.812 millones de soles en armamento”. El incremento en la compra de armamento ha sido de 157%.  Así, sin anestesia, este es el diagnóstico.

No seamos pesimistas, el presidente Ollanta Humala en su mensaje anunció que durante su gobierno la anemia en  niños menores de 3 años ha bajado de 47% a 43%.  “En el 2011 el nivel de anemia era 41,6%. ¡Humala presenta como un gran mérito que la anemia subió seis puntos en su gobierno! Esa reducción es respecto a su mala gestión en el 2014”. Globo pinchado.

Estamos a seis meses de que este gobierno termine, y lamentablemente el saldo es negativo,  no solo por el retroceso en lo económico y social, sino porque durante la administración Humala la institucionalidad democrática fue avasallada, porque la esposa del presidente no solo se convirtió en un poder paralelo, sino en el único poder, y demostró que la mentira es la peor forma de hacer política.

El 28 de julio tendremos cambio de gobierno y lo único claro es que el Perú no puede seguir retrocediendo, que es urgente recuperar el crecimiento económico para poder continuar en el camino de la eliminación de la pobreza, que el liderazgo debe volver al poder presidencial –sea quien sea el mandatario–, que los proyectos de inversión que beneficien a la mayoría, no pueden ser paralizados por una minoría.

Este no es el país de las maravillas pero sí puede ser un maravilloso país.

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