Nadine Heredia: la misma pelona, por Diana Seminario
Nadine Heredia: la misma pelona, por Diana Seminario
Diana Seminario

En un hecho inédito, la esposa del presidente de la República en ejercicio es impedida de abandonar el país por estar sometida a una investigación de presunto lavado de activos. Y, como diría ayer Avelino Guillén en “Perú 21”, estaríamos ante una “enorme operación de lavado de activos que no tiene precedente en la historia peruana”.

El jueves pasado, el fiscal Germán Juárez sustentó su pedido ante el juez, y luego de 14 horas de audiencia, este determinó que la solicitud del fiscal tenía asidero, por lo tanto Heredia de Humala no puede abandonar el país en los próximos cuatro meses.

El caso se centra en el presunto origen ilícito del dinero que recibió el Partido Nacionalista durante las campañas presidenciales del 2006 y del 2011, y que se habría apropiado del dinero que sobró para –entre otras cosas– sacar una hipoteca y comprar una casa.

La hipótesis de Juárez apunta a que el Partido Nacionalista fue financiado por el Gobierno de Venezuela y por las empresas brasileñas OAS y Odebrecht. Según el fiscal, el chavismo tenía tres modalidades para enviar el dinero: a través de las empresas Kaysamak, Venezolana de Valores y en valijas diplomáticas. Es, precisamente, uno de los portadores de las maletas con dinero quien se ha acogido a la colaboración eficaz en el proceso que se sigue a Heredia.

Durante la sustentación de su pedido, Juárez presentó una supuesta carta de Hugo Chávez dirigida a los Humala-Heredia, preguntándoles qué habían hecho con una remesa de dos millones de dólares. Si bien la misiva aún no ha sido sometida a peritaje, este no es el único sustento de Juárez.

Es notorio, sin embargo, que la estrategia de Nadine Heredia y su bien organizado aparato de defensa mediática sea deslegitimar –y hasta ridiculizar– la carta, para traerse abajo la investigación a ‘La Jefa’.

Para mala suerte de ellos, existen las afirmaciones de los colaboradores eficaces y varias cuentas que no cuadran, y por si fuera poco las ya tan famosas agendas, que señalan al detalle los ingresos. Según la meticulosa investigación periodística de “Panorama”, las anotaciones de los cuadernos tienen relación directa con hechos que venían ocurriendo entonces, por ejemplo en la agenda se detalla un depósito de 10 mil dólares a Rocío Calderón (Chío), que no fue otra cosa que un pago por “consultoría” ¿a quién?... A la empresa OAS.

Y si, finalmente, la carta no es admitida como prueba, ¿qué va a decir la defensa de Nadine sobre la declaración de uno de los colaboradores eficaces que acusa a Heredia de haber recibido el 2,5% del valor de construcción de un hospital en Cusco?, obra adjudicada “coincidentemente” a OAS.

Ayer, en entrevista a este Diario, Daniel Abugattás comentaba: “La Nadine que yo conocí desapareció, no sé a dónde se ha ido. La versión de ella postriunfo electoral no la conozco”.

Discrepo, congresista Abugattás, Nadine Heredia no ha cambiado, solo ha sido descubierta.

¡Es la misma pelona!

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