Querida República, feliz 2015, por Mariella Balbi
Querida República, feliz 2015, por Mariella Balbi
Mariella Balbi

Eso de mirar el vaso medio lleno o medio vacío es una aproximación poco realista. El optimismo, según la Real Academia de la Lengua Española, tiene dos acepciones: propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más favorable, y también doctrina filosófica que atribuye al universo la mayor perfección posible. Difícil aplicar este concepto al año que pasó porque el crecimiento económico del PBI fue de un magro 2,7%.

Se puede apelar a la esperanza de que el 2015 . Pero mirando con objetividad el panorama, el temor de que el crecimiento del PBI sea de 4,5% trastabilla y entra en la borrascosa zona de la duda. Piense nomás que para el 2014 se anunció con convicción y seguridad que el crecimiento sería del 6% del PBI. Y mire nomás dónde estamos.

Después de un tiempo el presidente de la República concedió una entrevista a nuestro amigo Raúl Vargas de RPP. No sabemos si quiso transmitir optimismo, entusiasmo de que las cosas irían mejor. Lo cierto es que no lo logró. Vimos un mandatario con cero capacidad de autocrítica, arrebatado, acelerado, que no permitió preguntas siquiera curiosas.

Apeló a su investidura y a la verticalidad que caracteriza a su gobierno. Ante la (MBL) y lo que podría revelar, espetó: tratemos de elevar el nivel de la conversación, no es una conversación de barrio, es una entrevista con el presidente de la República.

Equivocada manera de transmitir optimismo para el 2015 y confianza en sus acciones. El Caso MBL es estridente, más aun cuando el propio presidente admitió que fue un actor importante en el 2006 y que participó esporádicamente en el 2011, aunque la realidad demuestre lo contrario. 

Subrayó que no lo vio nunca más, ¿no supo que por lo menos una vez fue a Palacio?; y que una vez terminada la elección se dijeron: si te he visto no me acuerdo. Una cosa excepcional que no suele ocurrir en el mundo político.

Se refirió al lenguaje tan agresivo que usan los opositores, olvidándose lo de cloaca y tantos otros epítetos contra sus adversarios, encharcando y rebajando el nivel que toda democracia debe tener. Dice que se ha perdido el respeto al presidente, alguien que llamó ‘panzón’ a otro mandatario.

Ni qué decir de los comentarios, para usar una palabra neutra, de algunos ministros por el Twitter. El mismo que no se usa para convencer a los jóvenes de las bondades de la ‘ley pulpín’. Según el presidente, ante los insultos de la oposición a veces hay que responder igual. Entonces no es difícil intuir cómo será el 2015, ni pronosticar, sin ser pitonisos, que tendremos un año electoral electrizado, lleno de diatribas y encontronazos.

Según el mandatario, su gobierno ha hecho maravillas en educación, en salud, en infraestructura. Para hablar en criollo y seguir el estilo vigente, recordamos el vals “La palizada”: “Somos los niños más engreídos por nuestra gracia y sagacidad… y si se ofrece tirar trompadas, también tenemos disposición”. Querida República, feliz 2015… si es posible.