Esta semana, luego de cinco meses de mantenerse en la clandestinidad, dos de los cuatro integrantes de la presunta organización criminal “Los Dinámicos del Centro” fueron capturados en Junín, la misma región donde vivían y habrían operado. Se trata de Arturo Cárdenas Tovar, alias “Pinturita”; y Waldys Vilcapoma Manrique.
El primero, conocido por ser brazo derecho de fundador de Perú Libre (PL), Vladimir Cerrón -investigado también por este caso- y haberse desempeñado como secretario de organización nacional del mismo partido. El segundo, exsecretario de organización regional de PL en Junín y exdirector de Transportes y Comunicaciones de la Región Junín.
La justicia los buscaba para que respondan por los cargos de organización criminal, tráfico de influencias, entre otros delitos que les imputa la fiscalía anticorrupción.
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Los prófugos de la justicia hoy capturados, pese a que se especulaba que habrían fugado del país con rumbo a Bolivia, fueron hallados en la región Junín, lugar donde la presunta organización criminal habría cometido sus actos ilícitos. Sobre ellos pesa una orden de prisión preventiva de 36 meses confirmada en doble instancia.
Según las investigaciones fiscales “Los Dinámicos del Centro” habrían procurado la contratación de personas allegadas al Perú Libre a través de la manipulación de las contrataciones CAS (direccionando los términos de referencia, las entrevistas e incluso logrando la declaración de desierto de determinada convocatoria) con el objeto de permitir la postulación de personal allegado al referido partido.
Además, se habría colocado a personas de confianza al interior de la Dirección Regional de Transportes y Comunicaciones (DRTC-Junín) donde habrían traficado directa e indirectamente con al trámite y emisión de licencias de conducir en sus diferentes categorías a cambio de beneficios económicos.
Las fiestas de cumpleaños
Según información obtenida por El Comercio, una captura habría llevado a la otra. La labor de inteligencia del Departamento Desconcentrado de la División Investigaciones de Alta Complejidad de Mazamari (Diviac Mazamari) y de la Dirección de Inteligencia de la PNP rindieron sus frutos con la captura inicial de Waldys Vilcapoma, en su domicilio ubicado en Pasaje Santa Rosa Nro 100, en Huancayo.
Según los documentos, los primeros indicios se dieron el 16 de febrero. Un testigo informó que Guillermina Manrique Brusul -madre de Waldys Vilcapoma- había fallecido, por lo que familiares llegaron a la vivienda del investigado para participar del velorio y que el entonces prófugo de la justicia habría estado presente.
Los agentes policiales coincidieron en que, si el velorio se llevó en ese lugar, pese a que la madre del investigado tenía su propio domicilio, era para que Vilcapoma estuviera presente.
Que el rito se celebrase en otro lugar, conllevaba a que el prófugo tenga que desplazarse y ponerse al descubierto.
El 23 de marzo, agentes de la policía constataron que el domicilio de Vilcapoma se estaba celebrando el cumpleaños de su cuñado, por lo que acudieron varias personas. Ya entrada la noche, pudieron divisar a través de una ventana del inmueble, a una persona con las características peculiaridades similares a la del investigado: sexo masculino, cabello corto y contextura media. Este era el segundo indicio de que el prófugo de la justicia se escondía en dicho lugar.
Nueve días después de ese episodio, la familia del investigado se alistaría para otra celebración en el mismo inmueble.
Los agentes de inteligencia tenían en cuenta que Vilcapoma Manrique había nacido un 1 de abril de 1970, por lo que presumiendo que su familia lo visitaría montaron vigilancia desde tempranas horas de la mañana al exterior de la casa del pasaje Santa Rosa.
El primero en llegar fue el padre del investigado, que ingresó al inmueble a las 9:05 de la mañana de ese viernes. Minutos después, a las 10:25 a.m. se asomó por la ventana del tercer piso su esposa y su hija. Y, a las 11:30 a.m. ingresó al domicilio un hombre quien fue identificado como su hijo.
Allí permanecieron hasta que el padre de Vilcapoma se retiró a las 15:12 p.m. y su hijo se retiró a las 16:10 p.m. Nadie ingresó ni salió después de eso.
Sin embargo, a las 19:10 de la noche las luces del tercer piso de la vivienda se encendieron y por la ventana que da al pasaje Santa Rosa, los agentes policiales observaron una vez más la silueta de una persona con las características similares a las del investigado Waldys Vilcapoma: sexo masculino, cabello corto y contextura mediana.
Con esa nueva confirmación, los agentes policiales comunicaron sus hallazgos a la Fiscalía Anticorrupción que procedió a solicitar el allanamiento a la vivienda.
Fue así que el juez Victor Alcocer del Noveno Juzgado de Investigación Preparatorio ordenó la medida de allanamiento y el pasado domingo 3 de abril, se logró la captura de Vilcapoma Manrique en su vivienda.
Dicho inmueble ya había sido allanado el 16 de junio del 2021, cuando se dio una primera orden de detención preliminar. Durante la diligencia de entonces, Vilcapoma trató de destruir su celular arrojándolo al tanque de agua del inodoro de su domicilio.
“Pinturita” estaba leyendo
Tras la captura de Waldys Vilcapoma, los agentes policiales volvieron tras los pasos de Arturo Cárdenas Tovar, alias “Pinturita”. La idea era simple, si el primero había sido capturado en su propio domicilio, no era lejano pensar que Cárdenas Tovar también se encontrara en Junín.
Eso llevó a la Policía a vigilar las viviendas vinculadas a “Pinturita” que ya habían sido objeto de vigilancia.
No obstante, las fuentes señalan que fue una fuente cercana al prófugo que dio la alerta sobre dónde podría encontrarse escondido el hombre fuerte de Vladimir Cerrón.
Fue así que los agentes policiales llegaron hasta un inmueble donde vivían sus familiares, el Pasaje Pedro Peralta N° 681, en el distrito de Chilca (Huancayo).
El operativo de detención fue ejecutado por un grupo de policías vestido de civil que, tras su captura lo subieron a un vehículo gris y luego pasado a un vehículo de la Policía.
El investigado fue hallado en la sala de la vivienda, se encontraba leyendo y no opuso resistencia.
Al momento de su traslado, Cárdenas Tovar se mostraba contrariado; actitud que cambió al llegar a la Comisaría de Huancayo antes de ser trasladado a Lima.
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