Encabezados por el secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón, la bancada de dicha organización política se reunió por casi cuatro horas la noche del último martes en el local partidario de la avenida Brasil, en Lima. Ahí, los parlamentarios acordaron respaldar un planteamiento de la dirigencia: solicitarle al presidente Pedro Castillo que renuncie a su militancia antes de iniciar un proceso disciplinario contra él. El presidente renunció a su militancia en el partido que lo llevó al poder.
Perú Libre expuso sus razones en un comunicado difundido precisamente por Cerrón la noche del martes: promover el quebrantamiento de la unidad partidaria, fracturar a la bancada congresal, invitar a disidencias en la misma y el partido, emprender políticas que no guardan consecuencia con las promesas de campaña y el ideario de la organización, y promover la inscripción de dos partidos políticos paralelos con las bases magisteriales.
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Esto último en referencia al Partido Magisterial y Popular y a Peruanos como tú (PCT), una agrupación que tiene las siglas de Pedro Castillo Terrones y que en noviembre del 2021 desarrolló un foro interregional con la participación del congresista Segundo Quiroz, el abogado de gremios docentes Hilso Ramos y el docente puneño Grover Mamani. Todos ellos muy cercanos al jefe de Estado.
En la reunión de bancada también se eligió a los nuevos voceros: Silvana Robles (titular) y Flavio Cruz (alterno). Este último comentó a El Comercio que de los 16 miembros del grupo acudieron todos, a excepción de Abel Reyes y Federico Pariona, y que la decisión de aprobar el texto del pronunciamiento y publicarlo fue unánime. Además de ello, la secretaría general dirigió un oficio a Castillo.
“Él dijo que estábamos en ese escenario […] Comentó que la comisión política tenía esa postura, y pidió que decida la bancada”, indicó Cruz respecto de la intervención de Cerrón en la reunión. También participaron miembros del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
Es decir, la bancada prácticamente acató una decisión final de las altas esferas del partido, la cual fue puesta en conocimiento la noche del martes. Al respecto, el congresista Guido Bellido recordó que Vladimir Cerrón “es la persona que conduce tanto el comité político, como el Comité Ejecutivo Nacional (CEN)”.
Sin embargo, aunque este es un nuevo choque entre el partido y el presidente, la decisión no marca del todo –al menos por ahora– un distanciamiento concreto ni una postura crítica de la bancada hacia el jefe de Estado. Por el contrario, algunas posturas y el contexto dan cuenta de un aparente intento de decisión estratégica. La medida se toma en medio de las investigaciones fiscales por presuntos hechos de corrupción que salpican al propio mandatario y a cuatro meses de las elecciones regionales y municipales.
En ese escenario, la legisladora Margot Palacios sostuvo que Perú Libre no tiene por qué “cargar” con las imputaciones al mandatario y a su gobierno. “No hay ningún militante de Perú Libre involucrado en estos actos supuestos de corrupción y organizaciones criminales que se hayan formado a través del entorno del presidente de la República”, dijo a El Comercio.
¿Por qué no abrir un proceso disciplinario o expulsar a Castillo si ha contravenido las normas partidarias? Palacios explicó que, por la investidura del mandatario, se le ha invitado a renunciar de manera voluntaria. “Si en caso se negara, se inicia todo el proceso disciplinario de acuerdo al estatuto”, agregó.
Roger Nájar, militante muy cercano a Cerrón y que anteriormente estuvo en el bolo para ser primer ministro, manifestó que no hay un plazo para esperar la decisión del mandatario.
“Esperemos que el presidente cumpla con presentar [su renuncia], porque no hay nada que lo une al partido”, mencionó a este Diario y comentó que hace varios meses no conversa con el docente. Nájar fue el coordinador del plan de gobierno “Perú al bicentenario sin corrupción”, elaborado por técnicos de Perú Libre y Juntos por el Perú como parte de una alianza avalada por Cerrón para la segunda vuelta electoral del 2021.
En declaraciones a la prensa, Castillo dijo que no se puede entretener “en otros temas” que no sean los problemas del país.
“Agradezco bastante a Perú Libre por habernos acogido en esta contienda que nos ha llevado al triunfo en el marco de esta campaña que se ha hecho democráticamente. En las próximas horas voy a dar una respuesta, entiendo que por encima de todo está el Perú”, señaló Castillo.
El rol de la bancada
Lo anterior se evidencia en distintos aspectos. Consultado por si la bancada pasará a ser de oposición contundente al gobierno, Cruz indicó que ello no fue abordado, que no se discutió ni se tomó una postura respecto de un nuevo escenario de vacancia presidencial ni tampoco sobre la moción de censura contra el ministro del Interior, Dimitri Senmache. No obstante, recordó que previamente se ha acordado que la minoría tendrán que someterse a la mayoría en las decisiones del bloque.
“Perú Libre no va a cambiar. Va a estar en la misma línea que siempre ha estado. Al gobierno se le tiene que dar sostenibilidad en lo que es coherente con todo lo planteado y con la población”, explicó por su parte el legislador Guido Bellido, quien también dijo que las votaciones pendientes y claves se analizarán en su momento.
Respecto de una eventual moción de vacancia, afirmó a El Comercio que ello no sería una solución a la actual crisis política. “Si nosotros hace tiempo hemos venido sosteniendo al gobierno, ¿por qué tendríamos que cambiar de postura? Al momento, el partido debería seguir la misma línea”, refirió.
Palacios también incidió en que la medida tomada no significa que Perú Libre dejará de defender al Gobierno y respaldarlo respecto de medidas reivindicativas para la población. “Nunca seremos aliados de aspiraciones golpistas de la ultraderecha. No significa que la bancada se vuelva de oposición, sino más bien una bancada de fiscalización y de una clara representación del pueblo peruano”, aseveró.
Por su parte, Nájar consideró que la bancada tiene su propia dinámica y autonomía, por lo que las votaciones se orientarán a favor de la población. Tras asegurar que “no habrá blindajes para nada” y reconocer que hay “una relación crítica” con Castillo, añadió: “No somos el partido de gobierno, somos un partido aliado”.
Una discusión no reciente
Las distintas fuentes consultadas señalaron que la permanencia de Castillo en el partido no es una evaluación reciente, pues incluso distintas bases regionales demandaron en la asamblea nacional de diciembre último que se evalúe la permanencia del presidente.
Uno de ellos es Rumaldo Viera, secretario general de Perú Libre en La Libertad, comentó que vio en Castillo “una actitud desleal” incluso tras ganar las elecciones de segunda vuelta. “A Perú Libre lo dejó de lado, solamente se reunía con su ala magisterial”, manifestó criticando que el mandatario no haya considerado a militantes para puestos en el Gobierno.
“Es traidor, es desleal al partido, a su pueblo, a quienes lo hemos elegido. Nosotros nos hemos sacrificado económicamente. Específicamente en La Libertad, a él ni le costó el papel higiénico. Nosotros hemos cubierto todo [en la campaña]”, afirmó.
Cruz aseveró que el tema se discutía informalmente en los últimos meses en la bancada. “Nunca nos consideró, siempre estuvo en otro escenario más cercano a su sindicato, a sus familiares, algunos amigos, otros círculos. Hemos estado considerados bastante lejos de su círculo”, explicó.
Guido Bellido comentó que la medida –que estuvo “buen tiempo en revisión” – se adoptó porque Castillo “no estaba ejerciendo la militancia, no tenía vida orgánica en el partido, en la toma de decisiones”. “El presidente siempre ha estado alejado del partido […] Su afiliación respondía a una necesidad, que era postular a la presidencia, era un requisito”, acotó.
Sorpresa y reparo
Quien tomó con sorpresa el comunicado del partido fue Jorge Spelucin, dirigente de Perú Libre en Cajamarca que dijo no haber tenido conocimiento del proceso para la decisión y que no todas las bases regionales fueron consultadas. “Si uno revisa los estatutos y asume que hay un mal comportamiento de algún militante, no se le invita a renunciar, se le expulsa”, indicó a El Comercio.
Si bien dijo no estar de acuerdo con la forma cómo se está tratando el tema, sostuvo tener una posición crítica frente al gobierno de Castillo.
“No podemos asumir políticas partidarias en función a una coyuntura electoral regional municipal, y hacer un cálculo político si es que es apropiado o no mantenerse al lado del presidente. Creo que esa conducta política no es madura, más bien dice mucho del individualismo y personalismo con el que se están tratando a los partidos políticos, que pueden devenir en un caudillismo que le haría daño a un partido de izquierda como el nuestro”, concluyó y adelantó que la base del partido en Cajamarca se pronunciará al respecto.
Hasta el cierre de este informe se desconocía si Pedro Castillo había enviado alguna respuesta a Perú Libre, en lo que es un nuevo capítulo de una historia de idas y vueltas entre el mandatario y la agrupación en la que se inscribió en setiembre del 2020 para postular a la presidencia.