El representante de Idea Internacional para el Perú, Percy Medina, considera que la solución al alto índice de inasistencias injustificadas en el Congreso pasa por reestructurar la organización de comisiones y articular mejor a las bancadas. Solo entre agosto del 2016 y febrero último, hubo 1.187 ausencias injustificadas al pleno y comisiones. La lista la encabeza el investigado legislador Roberto Vieira.
— ¿Qué hacer para solucionar el problema de las inasistencias injustificadas a las votaciones en el pleno y las comisiones del Congreso?
Por un lado está el problema de compromiso personal con el trabajo de las comisiones de parte de un grupo minoritario de parlamentarios, y por otro uno más estructural en el funcionamiento del Congreso, que hace difícil que los legisladores cumplan eficientemente con todas las comisiones y encargos que tienen.
— ¿Tenemos demasiadas comisiones?
En el Congreso hay demasiadas comisiones (24 son ordinarias) y bancadas. Si las bancadas quieren tener representación en la mayoría de comisiones, habrá parlamentarios en cinco o seis. Es absolutamente imposible que un parlamentario cumpla eficientemente con el trabajo. Esto genera que muchas comisiones tengan sesiones sin quórum, con lo que dejan de ser sesiones oficiales y se convierten en informativas nada más.
— ¿Por qué hay un excesivo número de comisiones?
Porque la presidencia de comisión tiene un atractivo especial, entonces mientras más comisiones haya hay más espacios por repartir. Si tienes además un alto número de bancadas (son once) y quieres darles a todas al menos una presidencia de comisión, entonces necesitas tener 24 comisiones. Es un problema de organización del trabajo parlamentario. A eso se suman las comisiones extraordinarias.
— ¿Qué se puede hacer?
Hay bancadas poco estructuradas, que no organizan el trabajo de los parlamentarios como un conjunto. El parlamentario es el que decide si va a Trabajo o a Salud, y eso no permite articular el trabajo de los accesitarios porque una manera de enfrentar esto sería que la coordinación [de las bancadas] tuviera un adecuado monitoreo del trabajo en las comisiones.
— Pero hay parlamentarios que no justifican sus inasistencias a las comisiones [como Roberto Vieira, Marita Herrera y Cecilia Chacón] y eso se puede interpretar como desinterés o relajación en la función.
Allí también hay un déficit en la actuación de las bancadas porque las licencias no se piden y en la práctica un parlamentario informa que estará de licencia. Es verdad que el presidente del Congreso en algunas ocasiones ha negado las licencias, cuando ha querido tener quórum para temas urgentes. Pero normalmente [los congresistas] no explican por qué quieren la licencia y se les otorga. Las bancadas deberían evaluar por qué se pide la licencia.
— El Congreso debe ser el único centro laboral del país donde la licencia se informa y no se pide.
Yo creo que es muy difícil para la presidencia del Congreso, para una mesa directiva, hacer una evaluación de la oportunidad de [las licencias]. Muchas son por invitaciones en el extranjero para temas parlamentarios, pero la que debería evaluar cuál es la pertinencia de eso es la propia bancada.
— ¿La suspensión de la función parlamentaria puede ser una medida efectiva para contrarrestar las inasistencias injustificadas?
Honestamente pienso que ir por el lado de las sanciones debería ser la última medida. Hay que tratar mas bien de pensar en modificaciones en la manera cómo se trabajó, cómo se controla y cómo se previene. No me parecería mal en casos extremos, pero no creo que sea el caso de la mayoría.
— ¿Ve a Fuerza Popular como una bancada articulada? Su vocero, Carlos Tubino, habla de voluntad de diálogo, pero la legisladora Rosa Bartra llama inepto al jefe de Estado.
Creo que muchas veces afloran los estilos de cada quien, y cuando no hay liderazgos fuertes -en general en todas las bancadas-, estos estilos se expresan de manera contradictoria en los medios. En otros países los grupos parlamentarios tienen líderes parlamentarios fuertes y eso le da una voz más coherente a la bancada y quien habla por la bancada es el vocero. En parlamentos como el británico una bancada puede tener hasta 300 miembros...
— Lo que hace impensable que la mayoría de ellos salga a los medios.
Claro, y sin embargo hay liderazgos claros que marcan la pauta. Cuando en las bancadas la coordinación parlamentaria rota cada año y no se le reconoce a estos voceros un liderazgo para representar la opinión de todos, aparece un cierto concierto que a veces es disonante.
— ¿La recomendación sería que para mantener el orden en una bancada solo hable un vocero y los demás se abstengan de declarar a los medios?
Lo ideal es que acuerden qué temas son exclusivamente para el vocero, y qué temas van a tener distintas opiniones y voces. Además que piensen en qué mensaje están dando hacia el electorado con las declaraciones de cada quien. A veces hay parlamentarios que opinan con prescindencia del efecto político que van a generar sus opiniones en la imagen de su propia bancada.