El Comercio
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En el se ha vuelto una práctica común condecorar a los deportistas que han conseguido algún logro, más aun si es internacional.

La clasificación al Mundial de Rusia 2018 no fue la excepción. Dos días después del triunfo de la selección de fútbol ante Nueva Zelanda en Lima, se convocó a los jugadores para la foto (algo que también realizó el Poder Ejecutivo).

Lo que nadie esperó es que luego se generara una controversia. Esto a raíz de un proyecto multipartidario que proponía una nueva Ley General del Deporte. La actual tiene 14 años de vigencia y ha sido modificada siete veces.

La polémica surgió por la oposición de la Federación Peruana de Fútbol () al proyecto de dictamen de la Comisión de Educación.

El mismo presidente de la FPF, Edwin Oviedo, se pronunció al respecto: “Sería increíble que mientras todos estamos trabajando para llegar al Mundial, aparezca un proyecto que nos dejaría fuera. No sé cuál es el interés allí. Si algo así prospera, sería catastrófico”.

El proyecto de ley, ante la ola de críticas, ha sido encarpetado –no hay registro de su retiro ni archivamiento aún– y Fuerza Popular aprovechó para presentar –en conferencia junto a Oviedo– otra iniciativa de ley.

En esta se otorga plena autonomía e independencia a la FPF y se asegura que solo “se rige por sus estatutos, reglamentos y decisiones de la FIFA y de la Conmebol, que priman respecto de cualquier normativa”. Todo lo contrario a lo que proponía Educación.

—Mismo sistema—
La titular de dicha comisión legislativa, la fujimorista Paloma Noceda, insiste en que la propuesta no significaba interferencia en la FPF.

La congresista aclaró, además, que el predictamen nació de tres proyectos de ley: 1) de un subgrupo de trabajo multipartidario que ella integró junto a otros nueve legisladores; 2) un proyecto de Marisol Espinoza que recogió un pedido del IPD; y 3) una iniciativa de dos fujimoristas que proponían cambiar solo un artículo de la Ley General del Deporte.

“Este año no íbamos a tocar la Ley de Deporte. Ese proyecto había que consensuarlo, sabíamos que había inquietudes de la FPF, que simplemente se podían eliminar”, dijo.

Incluso, Noceda indicó que recibieron este año en la comisión al español Gorka Villar como representante de la FIFA. “Al regresar a su país, este señor fue detenido”, recordó.

Luego, admitió que parte de las propuestas sí fueron de su autoría: “La no reelección en la FPF sí la propuse, porque los deportistas siempre se quejan de que los presidentes de las federaciones organizan eventos, pero a ellos no les llega”.

El sociólogo Aldo Panfichi, quien viene trabajando un libro sobre la relación entre el fútbol y la política, sostuvo que el problema es complejo. “El proyecto proponía que el presidente de la federación debía tener educación superior, y eso era claramente para tumbarse al actual presidente [Edwin Oviedo solo tiene secundaria completa], pero se debe buscar una fórmula intermedia porque el actual sistema genera corrupción”, indicó a El Comercio.

Panfichi recordó que desde su fundación en 1922, y durante más de 70 años, la FPF dependía del Estado. Esto cambió cuando en 1993, Manuel Burga y Nicolás Delfino consiguieron que el Congreso modificara la ley y la FPF pasara a ser un ente privado adecuando sus estatutos a la FIFA.

“El resultado deportivo no puede ocultar el problema de corrupción. Ahora tenemos el mismo sistema que con Burga, solo que antes no teníamos resultados, ahora sí”, advirtió Panfichi.

En lo que va de este año, se han presentado ocho proyectos sobre el deporte nacional, pero ninguno llegó al pleno. Sin contar a los ya mencionados, tenemos uno declarativo sobre los Juegos Panamericanos, otro que plantea una reforma constitucional para incluir al deporte como un derecho, y el que busca crear un ministerio de la juventud y el deporte.

“En el Congreso, cuando hay que proponer sobre deportes son pocos, cuando hay que criticar son miles, y cuando toca celebrar todos están en el coche”, admitió Paloma Noceda.

(Gráfico: El Comercio)
(Gráfico: El Comercio)

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