Como se recuerda, este viernes una periodista acusó a Yonhy Lescano de acoso sexual ante la Procuraduría del Congreso. (Foto: Hugo Pérez / GEC)
Como se recuerda, este viernes una periodista acusó a Yonhy Lescano de acoso sexual ante la Procuraduría del Congreso. (Foto: Hugo Pérez / GEC)
Josefina Miró Quesada

El Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex) asumirá la defensa de la periodista que denunció al congresista  (Acción Popular) por acoso sexual. La víctima, cuya identidad se mantiene en reserva, será asesorada en todas las instancias que correspondan, desde el procedimiento en el Congreso hasta la fiscalía, y recibirá también acompañamiento psicológico.

El Comercio conversó con la abogada que asumirá el caso, Brenda Álvarez, quien precisó que solicitarán abrir un proceso penal por el delito de acoso sexual y el de violencia [psicológica] contra la mujer.

La Comisión de Ética está investigando el caso y la fiscalía ha abierto diligencias preliminares por el delito de acoso sexual para quienes “resulten responsables”. ¿Presentarán otra denuncia penal contra el congresista que sume a esta última?
Claro que sí. Activaremos todos los mecanismos. Vamos a acudir a todas las instancias que se determinen para buscar una sanción. Lo que nos importa es que sirva de paradigma para que exista rechazo en este país sobre este tema, pero sobre todo en los espacios políticos.

Por acoso sexual. ¿Y algún otro delito?
Vamos a pedir que se abra un proceso por el delito de acoso sexual y por violencia [psicológica] contra la mujer. El congresista sigue ejerciendo actos de violencia contra la periodista al desacreditarla, al hablar de ella; la defensa que está haciendo es agresiva y violenta contra ella.

¿Cómo se encuentra la periodista?
Ella está muy angustiada por la forma en la que el congresista está llevando su defensa, desde el descrédito. Esta angustia se ve incrementada, sobretodo, con las respuestas de la ciudadanía que toleran el acoso sexual y que, de alguna manera, defienden las prácticas del congresista Lescano, que siempre están encaminadas a trasladar la culpa del acoso a la víctima.

¿Está recibiendo asesoría psicológica? ¿Ella ve lo que dicen los medios y la opinión pública?
Hay un acompañamiento psicológico. Ella se siente más respaldada con la representación de Promsex y el acompañamiento de la Defensoría del Pueblo. Esos dos elementos han sido muy importantes para fortalecerla y mantenerla firme en su decisión de continuar [con la denuncia]. Ha sido una situación muy complicada para ella.

¿En algún momento ha pensado dar marcha atrás?
Tiene mucho miedo. Pero ve que, de alguna manera, su denuncia pueda generar un cambio social sobre la tolerancia y la normalización del acoso sexual. Esa es su perspectiva. No es solo buscar justicia para ella, que sea resarcida en su imagen, haya una situación de protección para ella y se den órdenes de que el congresista no vuelva a pronunciar su nombre ni agraviarla con los comentarios que sigue haciendo. Sino que quiere que esto ya no sea tolerado.

¿Ha recibido amenazas?
Por el momento no. Pero debe haber todas las medidas de protección para ella como órdenes de alejamiento del congresista y de su entorno político. Sobre todo para que el congresista deje de agraviarla. Vamos a pedirlo en el proceso judicial y esperamos que el sistema especializado de violencia contra la mujer cumpla con ordenar estas medidas de protección que incluyan que el congresista deje de hacer expresiones que atenten contra su salud mental, su integridad y su imagen.

Más allá de los lamentables comentarios que se leen en redes sobre este caso, esto ha hecho que veamos más mujeres denunciando haber sufrido acoso.
Algo que ella resalta es que la denuncia que hace la azafata de Latam contra el congresista Moisés Mamani, a ella le da fortalezas para hacer su denuncia. Sin duda, la impunidad que existe alrededor de eso también fue un elemento que incrementó o acrecentó su temor de denunciar. Pero creo que la fuerza de las mujeres que realizan estas denuncias sirven de inspiración para otras. Y en este caso, la fuerza de la mujer acosada por el Congresista Mamani también ayudó a que ella se anime a hacerlo.

No es ni la primera ni la última vez que las mujeres hablarán y denunciarán estos casos.
Exactamente. Esperemos que más mujeres se animen a denunciar. Sin embargo, esto depende de que las instituciones políticas y judiciales hagan su trabajo. Si estas instituciones no garantizan justicia, va a servir muy poco de que las mujeres denuncien y que no sólo tengan que enfrentar los hechos que les tocó vivir, sino un contexto de impunidad y de sanción social que la víctima siempre tiene que cargar.