La vicepresidenta Araoz acompañó al jefe del Estado en las actividades oficiales por 28 de julio. “Su mayor protagonismo es un mensaje para Villanueva”, considera Requena.  (Foto: Alonso Chero/El Comercio)
La vicepresidenta Araoz acompañó al jefe del Estado en las actividades oficiales por 28 de julio. “Su mayor protagonismo es un mensaje para Villanueva”, considera Requena. (Foto: Alonso Chero/El Comercio)
Diego Chirinos

“No nos sentimos oficialistas”. Con esa frase, entonces recurrente entre la bancada de Peruanos por el Kambio, Gilbert Violeta y Carlos Bruce marcaron a mediados de junio el punto más álgido de un malestar evidente.

La coordinación con el Ejecutivo era casi nula, mientras la sombra de sospecha sobre un presunto acuerdo con Fuerza Popular para sacar a Pedro Pablo Kuczynski de la presidencia generaba desconfianza.

Hoy, solo mes y medio después, la postura del oficialismo es otra. “Ahora sí nos sentimos parte de una bancada de gobierno”, reconoce Bruce.

El punto de quiebre, paradójicamente, volvería a tener como protagonistas al ex mandatario y al actual jefe del Estado.

—Reunión clave—
El sábado 30 de junio, el presidente visitó la casa de su predecesor en la calle Choquehuanca, en San Isidro. Poco se supo de esa cita, de aproximadamente media hora, en la cual se habló más de economía que de política.

En los breves minutos de diálogo político, Kuczynski le pidió al mandatario que busque apoyo en la vicepresidenta Mercedes Araoz, en el vocero oficialista Gilbert Violeta y en el resto de su bancada. “Esa frase marcó a Martín”, comenta una fuente de alto nivel del Ejecutivo.

La exhortación del ex presidente llegaba apenas cuatro días después de la reunión con su bancada convocada por Vizcarra, en un restaurante de San Isidro. La reconciliación era el camino por seguir.

“Esa cena marcó una mejor predisposición del Ejecutivo. Pero, sin duda, el punto de quiebre simbólico y más importante fue la iniciativa del presidente de visitar a PPK”, señala el vocero de la bancada de Peruanos por el Kambio, Gilbert Violeta.

—Coordinación y consulta—
Las reuniones semanales se retomaron. Las directivas comunicacionales del Ejecutivo y de la bancada se unificaron a través de sus equipos.

También se iniciaron consultas sobre temas cruciales del gobierno. “Necesitábamos su apoyo en un momento difícil”, señala otra fuente del Ejecutivo.

Luego de la reunión del 3 de julio en Palacio de Gobierno, por ejemplo, el presidente Vizcarra apeló a parlamentarios de la bancada para obtener sugerencias sobre potenciales miembros de la comisión de reforma del sistema de justicia.

De la misma forma, Vizcarra sondearía el 20 de julio la opinión de algunos miembros del oficialismo respecto a la designación de Vicente Zeballos como titular del Ministerio de Justicia. Al día siguiente, Zeballos juró el cargo.

“Esa incorporación es un guiño a su bancada. El propio perfil de Zeballos se acerca más al del oficialismo y, por momentos, se distancia de un más cauto primer ministro César Villanueva”, analiza el socio del Grupo 50+1 José Carlos Requena.

Los miembros de la bancada oficialista reconocen que la relación con Villanueva no es la misma que con Vizcarra. Sin embargo, lo atribuyen al historial de amistad desarrollado desde la campaña electoral.

“Existen otros niveles de confianza, pero la relación no es mala. Hay un vínculo de respeto”, afirma Violeta.

Aunque con diferentes matices, tanto la bancada como el jefe del Gabinete se mantienen hoy alineados en defensa de las políticas de gobierno. Y de la grieta oficialista, por ahora, no quedan rastros.