Ante la Comisión de Fiscalización del Congreso, la exministra de Cultura, Sonia Guillén, negó haber tenido algún tipo de comunicación, tanto con el presidente de la República, Martín Vizcarra, como con el personal del despacho del mandatario, sobre las contrataciones que se efectuaron durante su gestión a favor de Richard Cisneros, conocido como Richard Swing .
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“Debo informar, en honor a la verdad, que sobre la contratación del señor Richard Javier Cisneros Carballido durante mi gestión, o sobre cualquier asunto vinculado a la discusión pública, política o administrativa llevada a cabo sobre ese tema, no he sostenido diálogo directo o indirecto con el señor presidente de la República, Martín Vizcarra, ni con personas que laboran en el despacho presidencial”, aseguró Guillén.
A través de una videoconferencia, y durante su presentación inicial antes de atender las preguntas de los congresistas, la exministra indicó que en algunos medios “se ha sugerido que tales contratos habrían tenido ese origen”.
Durante la ronda de preguntas, la exministra también dijo que, pese a que era una respuesta subjetiva, ella no hubiera contratado los servicios de Cisneros Carballido.
“Mi respuesta es muy subjetiva y está dentro de las situaciones de este contexto [...] Para darle una respuesta, diría que si dependiera de mí hacer una evaluación yo no lo contrataría”, aseguró.
Sonia Guillén detalló que, cuando ella ocupó el máximo cargo dentro del Ministerio de Cultura, Richard Swing fue contratado en dos oportunidades. Primero en febrero, por un monto de 33.400 soles, y luego en abril por 30 mil soles. De este último servicio, solo se pagaron 10 mil antes que el contrato fuera resuelto.
En total, Cisneros ha sido contratado en nueve oportunidades en los últimos dos años dentro del Ministerio de Cultura, motivo por el cual se han iniciado investigaciones, tanto a través del Órgano de Control Interno del Ministerio de Cultura, como por el Ministerio Público.
“Si la contratación de Richard Cisneros fue irregular, impertinente o innecesaria, será determinado por las investigaciones que ya se iniciaron en la secretaría técnica de procesos administrativos disciplinarios y en el Órgano de Control Institucional del Ministerio de Cultura, cuyo resultados esperamos conocer pronto”, añadió.
Sonia Guillén, quien renunció el 30 de mayo luego que salieran a la luz las órdenes de servicio de Richard Swing, informó que fue el área de Abastecimientos la que habría sido la encargada de revisar el currículo del artista, para que luego pudiera continuar el proceso administrativo que concluyó con sus respectivas contrataciones.
“Solicité información preliminar a la administración del ministerio, lo que me permitió conocer los términos de referencia y especialmente el CV del citado proveedor (Richard Swing), percatándome que en algunos entregables la persona citada como posfirma las ciglas DHC (doctor honoris causa) seguida de su nombre, lo que me causó sorpresa, indignación y malestar porque provengo del mundo académico, y sé que ese grado no existe, que se trata de una simple designación honorífica, y constituía un hecho irregular”, manifestó la exministra.
Debido a eso, procedió a pedir que se inicien las investigaciones dentro del Ministerio de Cultura y remitió los datos que recopiló a la Oficina de Control Interno, luego que se rescindiera el último contrato a favor de Cisneros el 22 de mayo de este año, antes de su renuncia.