Contradicciones, caos e incertidumbre hubo ayer en el Ejecutivo en vez de posiciones y respuestas claras. El ministro de Trabajo, Iber Maraví, desautorizó anoche al primer ministro Guido Bellido respecto de su continuidad en el Gabinete.
Primero, Bellido declaró al portal Sudaca que había pedido la renuncia a Maraví. Luego, Vladimir Cerrón, líder del partido oficialista Perú Libre, dio por sentada la salida del ministro en base a una “decisión” del jefe del Gabinete. Posteriormente en Twitter, Bellido “aclaró” que no había pedido la renuncia al ministro sino que solo la recomendó. “Eso no significa que él haya renunciado”, añadió.
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Sin embargo, en declaraciones a la prensa y mediante un escrito dirigido al presidente Pedro Castillo, Maraví aseveró que solo había puesto su cargo a disposición del mandatario, aunque no precisó la respuesta que este le dio. “En ningún momento al premier Bellido yo le he dicho que acepto esa recomendación o que he presentado una renuncia”, aclaró. Hasta el cierre de esta edición, el mandatario no se pronunciaba.
Bellido también aseveró que evalúa el desempeño de otros ministros cuestionados. Previamente, respecto a posturas desde el Parlamento, indicó a El Comercio: “Nosotros no actuamos en función a las bancadas, las bancadas tienen plena autonomía y libertad dentro del marco constitucional. Cualquier decisión que ellos vean conveniente, nosotros la saludamos. Hacemos una lectura política y en base a ello tomamos decisiones”.
En la mira
Precisamente, a solo tres días de que el Gabinete recibiera el voto de confianza del Congreso, un sector de la oposición mantiene en la mira a Maraví. Esto luego de que El Comercio revelara un nuevo atestado policial, esta vez del 2004, en el que se acusa al hoy ministro del presunto delito de terrorismo en la modalidad de instigación.
La presidenta del Congreso, María del Carmen Alva (Acción Popular), consideró que la permanencia de Maraví en el Consejo de Ministros “es insostenible” y exhortó al Gobierno a removerlo si él no renunciaba. Una posición que también fue compartida por Lady Camones (APP) y Patricia Chirinos (Avanza País), quienes forman parte de la Mesa Directiva.
El portavoz alterno de Renovación Popular, Alejandro Muñante, refirió que su bancada tiene listos dos borradores, uno para interpelar a Maraví y otro para censurarlo de manera directa. Añadió que hoy comenzarán a reunir las firmas para ambas, pero solo presentarán el documento que alcance el respaldo necesario.
“Desde que supimos que el ministro de Trabajo tenía vínculos con el Conare-Sutep, desde ahí nosotros hicimos un requerimiento público al señor Bellido pidiendo la renuncia de varios integrantes de su Gabinete, entre ellos Maraví”, dijo a El Comercio.
Muñante indicó que su agrupación irá por “la censura inmediata”, pero si no existe un acuerdo con las demás bancadas, entonces se decantarán primero por la interpelación.
En Avanza País, el vocero José Williams Zapata consideró que el ministro de Trabajo debe dar un paso al costado, de lo contrario le espera “la interpelación y luego la censura”.
El portavoz de Fuerza Popular, Hernando Guerra García, opinó que la permanencia de Maraví es “casi insostenible”. “Nosotros mañana [hoy] tenemos una reunión de bancada y lo más probable es que veamos buscar una moción multipartidaria para iniciar primero una interpelación”.
El parlamentario Carlos Anderson (Podemos Perú) sostuvo, a título personal, que pedir una censura sin antes haber interpelado a Maraví “es extremo”.
“No se puede llegar a la conclusión antes de escucharlo, lo democrático es llamar al ministro, hacerle las preguntas necesarias. Y luego, si no da satisfacciones, proceder con otra acción. Ese es el gran error de Renovación Popular, porque desvirtúa [el mecanismo] y se pone a la par del comportamiento prepotente del otro lado”, subrayó a este Diario.
La portavoz alterna de Acción Popular, Karol Paredes, afirmó que lo “más prudente” es que Maraví renuncie o que el presidente Castillo lo separe. “Si ya hay casos comprobados, lo que corresponde es la interpelación”, complementó.
Jaime Quito (Perú Libre) señaló que cuando el Parlamento brindó el voto de confianza al Gabinete ya tenía conocimiento sobre los atestados de la policía contra Maraví. Añadió que estos hechos no tienen sentencia alguna. “Al haberse dado el voto de confianza, hay que continuar, se debe dejar trabajar a todos los ministros”, sostuvo.
La portavoz de Juntos por el Perú, Ruth Luque, dijo, a título personal, que Maraví ha rechazado las acusaciones en su contra y opinó que la oposición debe dejar trabajar al Gabinete, porque el Parlamento ya ha brindado el voto de confianza.
Los atestados que lo relacionan al terrorismo
1. Atestado N° 12-SE-JDp
Consigna hechos comprendidos desde junio de 1980 a mayo de 1981 en Ayacucho. Los agraviados de las acciones terroristas fueron la estación de Electro-Perú, la oficina N° 2 de cobranzas del servicio de agua potable, el Hotel de Turistas en Huamanga, un local de teatro, una librería, una zapatería y otros.
Entre las 19 personas sindicadas por los atentados cometidos en esos 11 meses figuran la senderista Edith Lagos y Arturo Morote, hermano del cabecilla Osmán Morote, exmiembro de la cúpula de la organización terrorista que dirigía Abimael Guzmán, recluido en la Base Naval del Callao.
2. Atestado N° 001-SE-JDp (del 5 de febrero de 1982)
Está referido a sucesos entre junio de 1980 y octubre de 1981, que incluyen la comisión del presunto delito de homicidio y lesiones graves con arma de fuego, además de los otros actos ilegales mencionados.
En este documento se señala que como agraviados de los ataques terroristas en Ayacucho estuvieron los puestos policiales en Tambo y San José de Secce, el aeropuerto nacional Alfredo Mendívil, el Banco Hipotecario, el Registro Electoral de Huamanga, Electro-Perú, la agencia de una aerolínea y otros.
3. Atestado N° 007-2004- Dirtepol-rp-Divicote/a
En este documento se formula denuncia penal contra Maraví por el delito de terrorismo, en la modalidad de instigación, por un hecho sucedido en julio del 2004 en Huamanga por una protesta magisterial cuando era dirigente del Sute de Huamanga (Ayacucho).
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