(Foto: Reuters)
(Foto: Reuters)

La ex alcaldesa de Lima afronta un pedido de prisión preventiva en su contra por 36 meses por los presuntos delitos de lavado de activos y tráfico de influencias y entre otros. Este requerimiento, que comprende al ex gerente municipal José Miguel Castro y cuatro personas más, será evaluado hoy lunes por el Poder Judicial.

Villarán de la Puente estuvo al frente de la entre 2011 y 2014. En las elecciones ediles de octubre de 2010 fue electa alcaldesa con casi un 40% de votos a su favor. Luego de superar una vacancia en su contra, tentó la reelección, pero no alcanzó el respaldo suficiente.

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Años después de culminar su administración, la ex alcaldesa de Lima fue comprendida en investigaciones en el Ministerio Público por presuntas irregularidades en la adjudicación de los proyectos impulsados.

Además de la prisión preventiva por 36 meses solicitada en su contra, Susana Villarán volvió a ser noticia el fin de semana por haber reconocido que sí tenía conocimiento -a pesar de habler negado en varias ocasiones- que las constructoras Odebrecht y OAS aportaron tanto para su campaña de la No revocación como la de la reelección. 

Sin embargo, a lo largo de su carrera como alcaldesa, ésta no ha sido la única ocasión en la que se han detectado falsedades o inexactitudes en las declaraciones de Susana Villarán.

─La no reelección─
En febrero de 2013, en plena campaña de revocatoria contra Villarán, la entonces alcaldesa de Lima afirmó en una entrevista que, de llegar a superar este proceso, no pensaba postular a una reelección. En ese entonces, la alcaldesa reconoció que no estaba satisfecha con el trabajo que había realizado.

Un año después, en 2014, y ya superada el proceso de la revocatoria, volvió a descartar la posibilidad de postular en los comicios, que se realizarían en octubre de ese año. Semanas antes había evitado responder esa pregunta de los periodistas.

Sin embargo, tuvo que pasar poco tiempo para que ella misma se desdijera y confirme su participación en la contienda electoral. “Lo que yo siempre he dicho es que Lima no debe parar”, apuntó.
Villarán solo obtuvo 10,6% de votos en los resultados oficiales.

─Escaleras infladas─
Durante su gestión, Susana Villarán se atribuyó la construcción de 1.200 escaleras en tan solo dos años de administración. Todo esto en un intento de marcar distancia de la gestión de predecesor, Luis Castañeda Lossio, quien supuestamente había impulsado solo 800 en ese mismo periodo.

No obstante, una investigación del diario Perú21, en base a documentación de la Empresa Municipal Administradora de Peaje de Lima (Emape), se reveló que entre 2011 y 2012 solo se construyeron 168 escaleras. Cifra mucho menor a la que se atribuía la administración de Villarán.

Hacia finales de enero de 2013, la Municipalidad de Lima tuvo que reconocer que no se habían dado las cifras correctas, y que solo se habían inaugurado hasta entonces “176 pasajes-escaleras”.

─Pedir el voto─
Pues bien, al culminar su gestión, Susana Villarán se despidió brindando su última conferencia de prensa en la Municipalidad de Lima. Fue el 30 de diciembre de 2014, cuando mencionó que ya no iba a participar en ningún cargo de elección popular.

“No pienso participar ahora sí en ninguna elección más y pedirle el voto al pueblo jamás, paso a otras formas de hacer política”, refirió en ese entonces, acompañada de José Miguel Castro, quien también afronta una orden de prisión preventiva.

Un año después, en 2015, terminó por integrar formalmente la plancha del entonces candidato nacionalista Daniel Urresti. Postuló a ser primera vicepresidenta del Perú.

─Llamada con Barata─
En mayo de 2017, Villarán de la Puente negó haber tenido “una reunión privada, conversaciones en el WhatsApp, por email o invitaciones” con empresarios de las constructoras Odebrecht y OAS. Según dijo, las reuniones siempre habían sido públicas, en ejercicio de sus funciones o haciendo inspecciones de obras. 

La ex burgomaestre tuvo este pronunciamiento a raíz de un reportaje de Panorama en el que se mostró imágenes inéditas de Villarán con Jorge Barata, ex superintendente de Odebrecht.

En su declaración a fiscales peruanos, en noviembre de 2017, Jorge Barata declaró que recibió una llamada de la propia Villarán agradeciéndole por el apoyo que brindó a su campaña electoral. Según su versión, fueron varias las conversaciones que tuvo con la burgomaestre de ese corte.

─Aportes a la campaña y/o sobornos─
Susana Villarán
había negado en reiteradas ocasiones el haber recibido dinero de las constructoras brasileñas como Odebrecht; así como también el haber realizado algún favorecimiento a las mimas desde su cargo en la Municipalidad de Lima.

“Nunca he recibido dinero sucio, jamás he recibido coimas o sobornos. Pueden investigar todo lo que quieran, no van a encontrar lo que no existe”, escribió en su Facebook, por ejemplo, el 28 de febrero de 2018.

“Nosotros no aceptamos plata grande. Porque después pagamos favores grandes. No queremos eso. […] Ese es un problema muy serio en la política peruana. Ese tipo de padrinos después se la cobran muy cara contra la gente”, comentó en una entrevista a lamula.pe en 2010.

A lo largo de todo este tiempo Villarán había rechazado las acusaciones en su contra. Sin embargo, en la imputación fiscal se advierte que funcionarios de Odebrecht y OAS han reconocido haber dado dinero ─proveniente de su contabilidad paralela─ a las campañas contra la revocación y su posterior intento de reelección. En total, fueron US$10 millones los entregados entre ambas compañías.

La ex alcaldesa Susana Villarán admitió el último sábado que siempre supo de estos aportes para sus dos campañas. Según narró, negó este hecho ─incluso en la fiscalía─ por un acuerdo que tuvo y “para no comprometer a otra persona, porque valoro la lealtad”.
Sin embargo, Villarán insistió en negar que este dinero haya sido a cambio de contratos en su gestión. Incluso, mencionó que lo volvería a hacer.

A la ex alcaldesa de Lima se le imputan los presuntos delitos de lavado de activos, cohecho, negociación incompatible, tráfico de influencias, asociación ilícita para la delinquir y colusión.