(Foto: Presidencia)
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Diana Seminario

El jueves pasado, el Congreso otorgó por amplia mayoría el voto de confianza al Gabinete que preside . La presidenta del Consejo de Ministros contó con el beneplácito de todas las bancadas del Parlamento, con excepción de la izquierda. Esta nueva etapa de relación Ejecutivo-Legislativo ha beneficiado considerablemente al gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, quien ha recuperado ocho puntos en su alicaída aprobación según la última encuesta de El Comercio-Ipsos.

El mismo sondeo publicado ayer por este Diario revela que el 45% aprueba la designación de Aráoz, aunque igual porcentaje desaprueba su nombramiento, por lo que son sumamente importantes los pasos por dar tras esta aparente luna de miel.

En este contexto, resultaron preocupantes las declaraciones del presidente Kuczynski de negarse a responder a la denominada Comisión Lava Jato del Congreso, que investiga los delitos de las empresas constructoras brasileñas Odebrecht y OAS. Estos casos implican a funcionarios de diferentes gobiernos, y el más escandaloso fue el que tiene que ver con el ex presidente , a quien se le atribuye haber recibido una millonaria coima por la construcción de la carretera Interoceánica.

Es, precisamente, en el gobierno de Toledo en el que el ahora mandatario Kuczynski fue ministro de Economía y presidente del Consejo de Ministros.

Y respecto al Caso Toledo, este Diario publicó ayer una noticia importante y reveladora que permite establecer la ruta del dinero en el pago de los sobornos al ex presidente de la chacana.

Según esta información, el empresario Josef Maiman confirmó, a través de testimonio brindado al fiscal Hamilton Castro, que fueron sus empresas las que recibieron el dinero de Odebrecht, el que fue transferido luego a Costa Rica.

Según el propio Maiman, el dinero fue a parar a Costa Rica, precisamente el lugar donde se fundó Ecoteva. Se habla de una veintena de depósitos.

Si bien vivimos en una democracia, en la que hay separación de poderes, la percepción de la opinión pública es que, pese a las evidencias, hay un afán de “proteger” al ex presidente. Además, resulta inexplicable que, contando con esta información, la Fiscalía de Lavado de Activos afirme que no está clara la ruta del dinero.
La actitud del presidente Kuczynski de negarse a responder a la Comisión Lava Jato y el que haya calificado de “circo” al Congreso no ayudan a despejar la sombra que existe en la opinión pública.
Un gesto que demuestre una verdadera voluntad de hacer cumplir la ley, es decir que Toledo regrese al Perú a afrontar sus procesos judiciales, sería un signo innegable de que para este gobierno, y en general para el Estado de derecho, la impunidad no es una palabra que se deba tolerar.

Recordemos que “cumplir y hacer cumplir la ley” es una prerrogativa constitucional del mandatario y de su Gabinete.

Ese es el reto, emprender una decidida lucha contra la corrupción. Se requieren gestos y acciones, solo así podremos hablar de un verdadero voto de confianza.

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