A Don Pedrito nadie le quita lo bailado. Sus peculiares movimientos, su sonrisa contagiosa, su voz ronquita y su famoso “cusí cusá” lo convirtieron en un ícono de la televisión peruana. Su destino y los fogones parecen tener un pacto secreto.
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Cuando Pedro Villalba, alias Don Pedrito, tenía 10 años miraba con curiosidad cómo sus abuelos maternos y paternos se reunían para cocinar en la enorme casa que compartían en Chorrillos. Los señores no dejaban entrar a nadie a la cocina porque eran muy celosos con sus recetas; sin embargo, Pedrito se fue ganando poco a poco su confianza y el derecho de poner el pie en ese espacio de la casa.
Como parte de su estrategia de conquista, Pedrito se ofrecía a hacer las compras en el mercado. Ahí él minimizaba lo más que podía los costos para también poder llevar un vino a la mesa. “Mis cuatro abuelos eran borrachitos, les gustaba su trago. Con ellos descubrí los secretos de la cocina”, recuerda Don Pedrito entre risas.
Tres años más tarde, Don Pedrito consiguió su primer trabajo en el Callao. Él estaba muy contento pues los pescados y los mariscos siempre han sido su alimento favorito. A cambio de limpiar las lanchas, el menor pedía que le den una bolsa repleta de estas delicias marinas.
“Luego me hice amigo de un señor que era dueño de una lancha pesquera que se llamaba ‘La King Kong”, cuyos tripulantes salían en la madrugada a pescar bonito y jurel y me llevaban como cocinero. Yo les hacía las compras de los víveres, me volví su engreído, yo no sabía mucho de pesca, pero les daba de comer bien. Ahí aprendí a ‘agarrar pista’. Me llevaban de una lancha a otra. Ya me pagan de una cuota. Me hice pescador”, cuenta a Provecho el cocinero de 75 años.
Cuando Don Pedrito estaba por cumplir la mayoría de edad, sus padres intervinieron. De las aventuras por el puerto del Callao pasó a integrar las filas de la escuela de la Marina de Guerra del Perú, dentro de la institución era formado para ser sonarista y radarista. Sin embargo, su destino culinario volvió a tocarle las puertas.
“A mitad de año, comenzaron a seleccionar gente para que ingresen a la primera escuela de cocina en la Marina. Nos enviaron al Centro Recreacional Huampaní, que era de Cenfotur, ahí había profesores franceses, alemanes y chinos. Me enviaron tres meses para perfeccionar mi técnica. Salí de la escuela directo a embarcar, yo tenía 19 años. Así comencé como cocinero profesional. Todos los almirantes me agarraron cariño y me llevaban a los cruceros de verano. Éramos cuatro cocineros, yo era jefe de cocina”, dice.
Luego de doce años de cubrir servicio en la Marina, Don Pedrito decidió cambiarse a la Marina Mercante, sobre todo por cuestiones económicas. Es así como ingresó a la Corporación Peruana de Vapores, gracias a este trabajo pudo conocer 37 países en el mundo. En cada uno de estos puertos, lo primero que buscaba eran los mercados. Luego de más de 30 años trabajando en altamar, decidió quedarse en Grecia y luego se trasladó a Francia, país de donde viene mi famosa frase ‘cusí cusá’.
SALTO A LA TV
Una vez establecido en Lima, la personalidad y la sazón de Villalba no pasaron desapercibidas. Primero empezó con la conducción de un programa de cocina en el canal 7 de Iquitos. Sin embargo, una entrevista con César Hildebrandt lo puso sobre la palestra. El cocinero se volvió caserito de los programas matutinos y también del programa de Gisela.
Tanta era su popularidad que Frecuencia Latina le ofreció conducir un espacio en “Por la mañana”. Debido a los cambios de gestiones en este canal de TV, el programa fue cancelado; sin embargo, las puertas de la pantalla chica aún seguían abiertas para don Pedrito. La nueva gestión del canal lo llamó para que tenga su propio programa, en un primer momento el espacio solo duraría 30 minutos, pero con el rating por las nubes, lo ampliaron a una hora.
“Así nos mantuvimos durante 7 años, manteniendo 17 puntos de rating. He estado en Telemundo y TeleSur, que nadie lo ha hecho”, recuerda.
PREMIADO
Don Pedrito regresó a Lima el pasado 20 de diciembre tras ser premiado en la cuarta edición de Inkazteca International Awards 2021. Autoridades de Bélgica y el embajador del Perú en ese país fueron los encargados de entregarle el galardón al cocinero.
Meses atrás, el creador del “cusí cusá” recibió una cuchara de oro por el Bicentenario del Perú. El reconocimiento de la Asociación de Restauradores Marinos y Afines del Perú (ARMAP) le fue otorgado por ser el cocinero más longevo del país. Don Pedrito luce con orgullo sus trofeos en la sala de su casa en Chorrillos, donde también ha implementado un pequeño estudio de grabación.
MOLESTO
Pese a los reconocimientos, Don Pedrito siente que ha sido lapidado y excluído por sus colegas cocineros. Señala que “existe una cofradía que se ha adueñado de la gastronomía peruana”.
“Muchos dicen que yo cocino con cinco soles y no saben que he solucionado el problema de la alimentación con poco dinero y buena comida”, añade.
¿Y qué hay de la llamada comida gourmet? “Representan la internacionalización de la comida peruana. Sin embargo, Lo que no me gusta es que los platos peruanos sean desvirtuados y se le cambie su sazón y su sabor bajo el argumento de que son gourmet”, finaliza Don Pedrito.
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