Jorge Muñoz es un cocinero que ha recorrido el mundo. España fue por muchos años su base de operaciones, pero en 2018 decidió que era momento de volver al Perú para poder aplicar lo que había aprendido fuera. Aunque a su regreso, aceptó el reto de estar al mando de la cocina de Astrid & Gastón, siempre supo que en el 2022 daría un paso al costado para empezar a trabajar en sus propios proyectos. El primero de ellos comenzó a operar en mayo bajo el formato de ‘dark kitchen’.
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La Verdadera nació como jugando, haciendo hamburguesas en casa para sus amigos creó la propuesta que hoy se refleja en una carta de 6 hamburguesas que tienen todo el ADN de la cocina de Muñoz y que cumple con creces el objetivo de un buen ‘fast food’: ser generoso en tamaño y sabor. Pero que, además, reflejan la técnica de un cocinero experimentado y son muy diferentes a lo que usualmente encontrará en las apps de delivery.
Son 3 sabores clásicos y 3 sabores de la casa que se inspiran en sabores de la infancia de Muñoz en Trujillo y en dos pilares de su historia gastronómica: la comida peruana y la comida nikkei. Estos son cuatro ejemplos de la carta de La Verdadera:
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Lleva el nombre del chef, y no lo hace de manera gratuita. Esta hamburguesa es un homenaje a la hamburguesa favorita de la infancia de Jorge en su natal Trujillo, donde poco antes de caer la noche en la plaza de Pacasmayo abría un puesto que vendía la “hamburguesa perfecta”: una hamburguesa royal, a la que él ahora le da su propio toque. Se sirve con tocino crujiente, pepinillos, queso americano, cebolla y un huevo frito de yema aguadita para impregnar de sabor el bocado.
Todas las hamburguesas de la carta son generosas en tamaño, pero la que es ideal para los golosos es la nikkei. Esta es para el que le gusta embarrarse, al que le gusta con harta salsa. Y en este caso, la salsa es una deliciosa bbq coreana, además de un toque de ají amarillo. Pero es en la peruana que se luce aún más este ingrediente infaltable en la cocina nacional: el ají amarillo se sirve en una salsa carretillera que queda mucho más sabrosa con huacatay.
Entre las más pedidas, además de la ‘Yorch’, se destaca la VFC (la ‘Verdadera Fried Chiken’), que aunque está dentro de la carta de sabores clásicos, también tiene la firma de Muñoz: se sirve con una salsa picante, maní tostado, culantro, cebolla china y la salsa Yorch, que no es otra cosa que la clásica salsa golf. Preste atención al crujiente sonido del primer bocado, porque no fue algo fácil de lograr para el mundo de los ‘deliveries’.
(*) Las ‘dark kitchen’ son espacios que funcionan como restaurantes exclusivamente para comida por delivery, con estructuras acordes para generar un trabajo práctico y reparto inmediato. Solamente en 2022, abrieron más de 100 cocinas ocultas en Lima.
La historia detrás de La Verdadera
Para contarnos más del origen de esta propuesta, Jorge Muñoz nos recibió en la cocina oculta de La Verdadera, que se ubica en Surquillo, un distrito que cada vez ha ido alimentando más su perfil gastronómico y que alberga varios de estos tipos de cocina.
Uno de los sueños de Jorge es que las ‘dark kitchen’ sean vistas de otra manera y que los cocineros que estén a cargo de ellas se sientan tan orgullosos de estar allí como en los fogones de una cocina tradicional. Pero ese es uno de los tantos proyectos del chef, que aquí nos cuenta más a detalle sus planes para el futuro y el origen de este primer paso en su camino a la independencia creativa.
-¿Cómo nace la idea de empezar a trabajar en tus propios proyectos?
En el Perú se espera que la gente que estudia cocina, algún día tenga un restaurante. En Europa y Estados Unidos, el objetivo es el de llegar a una gran cocina que te dé todo lo que necesitas como profesional. En mi caso, yo nunca quise ser cocinero ni quise tener un restaurante. Yo en el camino me enamoré de la cocina, porque, además, se convirtió en un puente hacia esa añoranza que tenía de mi país viviendo tanto tiempo fuera. En la cocina encontré un hábitat cómodo para mí y para desarrollar esa creatividad que yo pensaba que no tenía. Porque muchas veces, cuando no tienes esa necesidad de hacer algo o de convencer a alguien, piensas que no la tienes. Además, conocí muchas personas de las que aprendí. Esas personas que pasaron a mi alrededor y yo alrededor de ellas hicieron que me convenza aún más de regresar al Perú y de querer abrir algo mío, personal, al volver.
-¿Cuándo dejaste Astrid & Gastón?
Dejé Astrid & Gastón en 2022. Siempre tuve claro el día en que me alejaría del restaurante, como también tuve claro el día en que volvería al Perú. Yo sabía que el 22 del 2018 sería mi último servicio en Pakta, en Barcelona, y que, al día siguiente, a las 8 de la mañana estaría en el aeropuerto con mis 6 maletas y mi perro para volver al Perú. Cuando llegué, me reuní con Astrid (Gutsche) y Gastón (Acurio) en el Panchita de Chacarilla y me dijeron en persona lo que ya habíamos hablado por teléfono. Mi paso por Casa Moreira, hizo que entendiera mucho más porque me había regresado y que me vuelva a enamorar más aún del producto, de la cocina y de todas las personas que hacen posible que la gastronomía peruana sea lo que es el día de hoy. El resto, a partir de allí, es la pequeña historia que he podido escribir en Lima.
-¿Y cómo surge la idea de hacer hamburguesas?
Un día, como jugando, me puse a cocinar hamburguesas. Porque todo el mundo siempre está pidiendo hamburguesas. Con mi amigo Giancarlo teníamos la idea de poner una sanguchería en Chiclayo. Otra idea era la de intervenir la marca de un amigo. Pero cuando empecé mi sociedad con el grupo Arama, me preguntaron por las hamburguesas. El nombre de la marca nació de una idea mía y de mi amigo Giancarlo, que dijimos ‘esta es la verdadera hamburguesa’. No es desafío a las demás marcas, sino es como decir estas son las verdaderas hamburguesas que yo quiero comer y que quiero hacer. En La Verdadera, lo primero es el sabor, lo primero es que esté rico. Luego viene la técnica. En este caso tenemos sabores nuevos, que para mí son poco convencionales dentro del mundo de las hamburguesas.
-Al comer, ¿eres ‘chatarrero’?
Sí, soy ‘chatarrero’, también soy ‘chatarrero’ en mi casa. Mi ‘guilty pleasure’ es el mac and cheese y de caja. Ayer me comí mi última caja de mac and cheese de colección. Me traje como 20 cajas distintas de un reciente viaje a Nueva York. Francesca (mi esposa) me veía y me decía: ‘no entiendo cómo puedes comer eso’ (Risas). Me gustan las hamburguesas también. En el Perú, todos tenemos en nuestros barrios un chifa, una pollería, un anticuchero y nuestra ‘hamburrata’. Cuando vivía en Trujillo, la ‘hamburrata’ que yo me comía era del puesto de una señora que llegaba entre las 6 p.m. y 7 p.m. a la plaza de Pacasmayo, la pedíamos doble, con tocino, salsa golf, pickles y huevo frito. Para mí esa es la hamburguesa perfecta.
-¿Qué complicaciones encontraste en el formato del delivery?
Voy a contarte algo que me pasó en Astrid & Gastón. Cuando empezamos a hacer delivery (durante la pandemia), teníamos una tarta de queso que a mí me gusta mucho y que yo preparo como una ‘tarta límite’: necesitas de 12 a 18 horas de reposo para que las grasas se asienten y no tenga que ir a la refrigeradora. De esta manera, cuando la comes, tienes un bocado cremoso y no líquido. Yo hice entre 50 o 70 tartas, las ponía en mi moto y recorría todo Miraflores, San Isidro y Surco para ver cómo llegaban. Esas pruebas me permitían ver ese minuto menos de cocción que le tenía que dar a la tarta para que cuando viaje en el delivery no se rompa. Lo mismo hice con La Verdadera. Hacíamos muchas hamburguesas, salíamos con amigos, cada uno en su moto y a repartir. Aunque aún así no era una muestra muy real de lo que podía pasar en el proceso real, en el que a veces no demora el delivery, sino la cocina. También hice ‘rappifavores’, llamaba en lugar de amigos y les enviaba las hamburguesas a sus casas para ver cómo llegaban en factores más reales. Hay tanto que hacer en el rubro del delivery. Hay muchos huecos que cubrir y al final los mejores son los que siempre van a resaltar. Igual que en un restaurante, si tu restaurante funciona, todos van a ir siempre. Si tu hamburguesa, tu lomo saltado, tu chifa es constante, no tienes por qué no triunfar. Entran a tallar varios factores: comunicación, promociones, etc. Pero la base es la misma. Si tu lomo saltado está mal en el restaurante, va a estar mal en el delivery también.
-¿Abrirás un local de La Verdadera?, ¿tienes planes de ampliar la carta?
Mi idea el próximo año es tener un local pequeño de La Verdadera, con onda, que se pueda comer al paso quizás. Sé que hay muchos así, pero no está de más uno más (Risas). Antes de que acabe el año me gustaría hacer alguna colaboración con un amigo cocinero, para crear más cosas. No una carta que varíe mucho, porque si en un restaurante cuando cambias mucho la carta, vuelves loco al cliente, en el delivery más, pero sí quisiera explorar la posibilidad de tener mensualmente una hamburguesa o sánguche nuevo, que solo sea para el fin de semana.
-¿Qué diferencia a estas hamburguesas de las demás?
Lo que queremos con esta hamburguesa es ofrecerle a la gente cero complicaciones. La vida es de la p*** madre y nosotros nos la complicamos, a veces hasta para comer. La Verdadera es esa hamburguesa que te simplifica el momento. Nosotros sí nos la complicamos para entregar esta hamburguesa que está buenaza y que es cero complicaciones.
Próximos proyectos
Además de La Verdadera, Jorge Muñoz también está detrás de Vista Corona, un nuevo rooftop en Magdalena, y es la nueva imagen de Belmond Monasterio y de los trenes Hiram Bingham y Andean Explorer. Además, tiene “varias cosas en la mente y en la computadora”. Quiere abrir un restaurante en Chiclayo y traer a Lima un homenaje a las picanterías norteñas. “La cocina peruana es más que papa, más que choclo, más que ajíes. Y el norte va más allá del zapallo loche, del ají mochero y la guitarra seca. Es mucho más complejo, pero necesitamos la tradición para innovar”, explica de ese proyecto que tiene un lugar especial en su corazón.
Puedes ver la carta completa de La Verdadera en www.laverdadera.pe, su página oficial. Las hamburguesas se pueden pedir por Rappi y PedidosYa. Las hamburguesas tienen un precio de entre 25,90 y 38,90 soles, pero puedes adquirirlas en promociones que van desde los 15,90 soles. Entre los complementos se pueden pedir las clásicas papas fritas, camotes y aros de cebolla.