China apunta a lograr un crecimiento económico más rápido de alrededor del 5% y con una mejor calidad de desarrollo en el 2023, a medida que esta, la segunda mayor economía del mundo, acelera el ritmo de su recuperación e impulsa su modernización.

La meta planteada, más alta que el 3% de crecimiento del producto interno bruto (PIB) registrado el año pasado, es uno de los objetivos clave para el desarrollo, establecido en el informe sobre la labor del Gobierno presentado por el primer ministro Li Keqiang, ante el máximo órgano legislativo que comenzó su sesión anual el domingo.

El mundo está observando de cerca los nuevos movimientos políticos sobre el desarrollo de China, en un momento en que los legisladores nacionales y asesores políticos se reúnen para la primera reunión anual después de la celebración del XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) en octubre del año pasado. Mientras tanto, la rápida recuperación del país tras la epidemia del COVID-19 ha elevado las esperanzas de un mayor crecimiento mundial, lo que aumenta la importancia del evento.

Lograr un crecimiento sostenido y de calidad es clave para realizar el gran plan del Partido de construir un gran país moderno para mediados de este siglo.

“Es imperativo mantener un crecimiento económico razonable a largo plazo, garantizando al mismo tiempo una mejor calidad y eficiencia, y mantener nuestros milagrosos logros de rápido crecimiento económico y la estabilidad social a largo plazo”. Esto es de suma relevancia, ya que el XX Congreso Nacional del PCCh proyectó incrementar el PIB per cápita nacional, de manera que alcance el nivel de los países medianamente desarrollados para el año 2035, según un informe separado presentado el domingo por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (CNDR), el máximo planificador económico de China.

El objetivo de crecimiento de alrededor del 5% “es necesario para garantizar un crecimiento estable, el empleo y los precios”, de acuerdo con el informe de la CNDR sobre la implementación del plan 2022 para el desarrollo económico y social nacional, el cual también abarca el proyecto de plan 2023 para el desarrollo económico y social nacional.

“Será una señal positiva para el mercado y reforzará la confianza, guiará las expectativas, ampliará el empleo, mejorará los niveles de vida, prevendrá y reducirá los riesgos mientras se persigue el desarrollo”, indicó el informe de la CNDR.

El objetivo del PIB de este año también es consistente con el potencial de crecimiento de la economía china en la actualidad y con la capacidad de los recursos y los factores de producción para apoyarla, precisó el informe.

“Para China, 2023 es un año de recuperación económica”, afirma Liu Shouying, decano de la Escuela de Economía de la Universidad Renmin de China.

Si bien el objetivo anual del PIB marca un ritmo de crecimiento adecuado, necesario para estabilizar las expectativas y la expansión económica, igualmente indica que la economía del país seguirá centrándose en el desarrollo de alta calidad, comentó Liu.

REACTIVAR EL CRECIMIENTO

“La economía de China está experimentando una recuperación constante, con una marcada mejora en la demanda de los consumidores, la distribución del mercado, la producción industrial y las expectativas comerciales”, dijo el primer ministro, señalando que la economía está demostrando un gran potencial y un impulso para una mayor expansión.

La recuperación se puede ver y sentir en las calles transitadas, en los cines y restaurantes abarrotados, y en las compras frenéticas tanto en línea como en tiendas. Los últimos datos oficiales mostraron que la actividad manufacturera ha vuelto a su nivel más alto en más de una década, se ha retomado el aumento de la inversión extranjera y los nuevos préstamos bancarios mensuales han aumentado más de lo esperado.

Al tiempo que reconoció los logros del pasado, Li advirtió de las dificultades y desafíos que enfrenta la economía, como las crecientes incertidumbres en el entorno externo, la insuficiente demanda interna y los riesgos y peligros ocultos en el mercado inmobiliario.

Es importante “dar prioridad a la garantía para el crecimiento estable, el empleo y los precios este año”, recalcó Li a los legisladores.

Este año, China tiene como objetivo crear unos 12 millones de nuevos empleos en las ciudades, con una tasa de desempleo urbano de alrededor del 5,5%, precisó el informe sobre la labor del Gobierno. Otros objetivos anuales incluyen mantener el aumento del índice de precios al consumo en cerca del 3% y lograr una producción de granos superior a 650 millones de toneladas.

El informe sobre la labor del Gobierno dio a conocer una serie de medidas para sostener el crecimiento este año. Estas contemplan una proporción proyectada entre el déficit y el PIB del 3 %, esto es, 0,2 puntos porcentuales más altos que el nivel del año pasado, y 3,8 billones de yuanes (549.800 millones de dólares) en bonos de propósito especial que serán asignados a los gobiernos locales.

El informe también hizo un llamamiento para que la política monetaria prudente sea específica y contundente, señalando que la oferta monetaria M2 y la financiación agregada deberían aumentar en general al ritmo del crecimiento económico nominal, para apoyar así la economía real.

En aras de expandir la demanda interna, China dará prioridad a la recuperación y expansión del consumo, subrayó el informe, resaltando que los ingresos de los residentes urbanos y rurales se aumentarán a través de múltiples canales.

“La economía china mejorará en general y es más probable que su tasa de crecimiento alcance un nivel normal”, puntualizó el economista Yu Miaojie, presidente de la Universidad de Liaoning y legislador nacional.

Las instituciones internacionales y los bancos de inversión han elevado sus predicciones sobre China para este año. El Fondo Monetario Internacional elevó a fines de enero su pronóstico para el crecimiento chino en 2023 al 5,2%, frente a una predicción anterior del 4,4%.

LA CALIDAD IMPORTA

Aunque busca dar peso al crecimiento económico, el Gobierno no lo buscará a toda costa. En cambio, quiere una economía más verde y eficiente.

Al entregar el informe sobre la labor del Gobierno, Li destacó una vez más los esfuerzos para lograr un desarrollo de alta calidad, delineando las prioridades políticas, tales como acelerar la modernización del sistema industrial y promover la transición a un patrón de desarrollo verde.

China tiene como objetivo reducir el consumo de energía por unidad de PIB alrededor del 2% este año y “se esforzará por mejores resultados en el trabajo real”, confirmó el informe de la CNDR.

El documento dio a conocer los objetivos para la reducción continua de la emisión de los principales contaminantes, al igual que un mayor control sobre el consumo de combustibles fosilizados y mejoras constantes en el medio ambiente.

Para impulsar la fortaleza tecnológica del país, Li instó a aunar recursos de calidad y realizar trabajos concertados para lograr avances en tecnologías básicas en campos esenciales. Asimismo, pidió a las industrias tradicionales y a las pequeñas y medianas empresas que sean más avanzadas, más inteligentes y ecológicas.

Frente a los graves desafíos planteados por el incrementado proteccionismo y los brotes de COVID-19 en los últimos años, China ha evitado la excesiva dependencia de la inversión como un medio de impulso del crecimiento económico, pero se mantiene centrada en apoyar a las entidades del mercado para superar las dificultades y crecer.

“Hemos tomado medidas decisivas para aumentar el apoyo a las políticas macroeconómicas, al tiempo que nos abstenemos de adoptar una avalancha de políticas de estímulo fuertes que socavarían nuestro potencial de crecimiento futuro”, manifestó Li.

El desarrollo de alta calidad es considerado la “primera y principal” tarea en el esfuerzo de modernización de China. El presidente, Xi Jinping, ha destacado que en lugar de tomar el crecimiento del PIB como el único criterio para el éxito, el país ahora está centrándose en optimizar la calidad y la eficiencia del crecimiento.

Como parte de la mejor calidad del desarrollo, China ha visto un aumento del gasto en investigación y desarrollo en los últimos cinco años, con una reducción de la intensidad energética y las emisiones de carbono, menciona el informe sobre la labor del Gobierno.

“Una China moderna debe ser una con un desarrollo de alta calidad”, expuso Han Baojiang, director del departamento de economía de la Academia Nacional de Gobernación y asesor político nacional.

“Sólo poniendo igual énfasis en el crecimiento y la calidad y creando una fuerte sinergia para el desarrollo de alto nivel podemos construir una base económica sólida para la modernización china”, planteó Han.

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