Con la irrupción del COVID19, la educación superior atraviesa un proceso acelerado de reinvención. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), 188 países del mundo han suspendido sus clases presenciales, lo que ha llevado a las casas de estudio a explorar la educación online. El resultado —la combinación de e-learning y educación presencial— subraya el rol transformador que tiene la universidad.
Para Jordi Sevilla, presidente del Consejo Social de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) —la universidad en Internet más grande de habla hispana— la revolución educativa ocasionada por la digitalización “es similar al impacto que tuvo la imprenta en la universidad del siglo XVI”. De hecho, las nuevas tecnologías están cambiando los parámetros de espacio y tiempo que definían a la universidad, lo que ha democratizado el acceso a la educación.
CERRANDO BRECHAS
Esta migración hacia lo digital pone al alumno en el centro del escenario. Por un lado, puede elegir universidades que han migrado a la educación digital con materias 100% virtuales y/o con formatos híbridos —como la Universidad de California, Harvard o Cambridge — o puede optar por los campus totalmente virtuales y que reúnen a destacados catedráticos de todo el mundo.
UNIR es un resaltante ejemplo de este último modelo. Con una experiencia de 11 años, constituye una gran posibilidad para que miles de estudiantes accedan a maestrías, grados o especializaciones, con metodologías innovadoras y un carácter interdisciplinario, con visión de futuro.
UN NUEVO ECOSISTEMA
Con el surgimiento de estos nuevos modelos educativos, se ha fortalecido también la función social de la universidad, como lo señala el Harvard Bussines Publishing, pues se alcanza una comunidad que va más allá de mensajes repetidos y que es capaz de analizar la realidad. Por eso la educación superior remota es una oportunidad no solo para continuar con las clases, sino para repensar cómo abordamos la educación en el país.
En lo que va del año, unos 174.000 estudiantes peruanos han dejado la universidad. Más allá de las causas de este problema, que parte de lo económico, se debe buscar una educación superior accesible y de calidad, de acuerdo al contexto y a las exigencias del futuro. Precisamente, se acaba de modificar la Ley Universitaria para incorporar la educación 100% virtual, que se desarrollará a la par con los sistemas presencial y semi presencial.
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