José Antonio Cassinelli, vicepresidente de Segmento B2C de Movistar Perú.
José Antonio Cassinelli, vicepresidente de Segmento B2C de Movistar Perú.

Totalmente. Esa fue la conclusión de la mesa digital “Retos y oportunidades para ampliar el Internet fijo en el Perú”, en el que participaron José Antonio Cassinelli, vicepresidente de Segmento B2C de Movistar Perú; Carlos Huamán, especialista en telecomunicaciones y director ejecutivo de DN Consultores; y Gonzalo Luis Díaz, expresidente del Consejo Directivo de Osiptel y exviceministro de Comunicaciones del Ministerio de Transportes Comunicaciones.

El evento —que fue transmitido a través del Facebook Live de El Comercio— dejó en claro que hay actividades que se impulsaron durante la pandemia y hoy son indispensables en el día a día, como trabajar a distancia, vender por Internet, llevar clases on line, brindar servicios educativos virtuales, acceder a consultas de salud desde casa sin necesidad de desplazarse, etc. Esto ha llevado a un aumento sostenido en el consumo de conectividad y un mayor requerimiento en velocidades de conexión.

Expansión del servicio

Los expertos coincidieron en que la mejor manera de satisfacer esta necesidad es ampliar el servicio de Internet fijo de fibra óptica. “Recordemos cuando solo podíamos entregar 4 y 8 megas de velocidad máxima. Nuevas y mejores tecnologías nos permitieron llegar hasta 200 megas y desde hace algunos años a partir del despliegue de la fibra óptica, podemos brindar hasta 1.000 megas de velocidad”, explicó José Antonio Cassinelli.

Agregó que hace cinco años Movistar decidió implementar redes de fibra óptica como solución de banda ancha en el Perú. Este despliegue se inició en ciudades como Puerto Maldonado, Jaén, Pucallpa, Abancay, Chepén, entre otras; y hoy casi dos millones de hogares en todo el país cuentan con esta tecnología.

En el evento también se concluyó que es necesario una visión compartida entre el ámbito privado y público, en el que las políticas nacionales acojan rápidamente las tendencias mundiales, como la educación digital, el trabajo remoto, el comercio electrónico, la banca digital, etc. Asimismo, se recalcó que esto implica una política pública enfocada en la sustitución de la tecnología que promueva la migración a la fibra óptica, lo cual pasa por facilitar los trámites y moderar una serie de normativas que impiden la expansión de la red de fibra óptica.

Más desafíos

En el webinar se enumeraron los factores que influyen en la conectividad y que pueden generar una mala experiencia, lo cual no es responsabilidad de la conexión fija como tal. Por ejemplo, en el 80% de los casos el cliente no accede a los servicios de banda ancha a través del cable, sino de una red wifi. El inconveniente es que la señal wifi puede verse fácilmente afectada por factores externos, como las emisiones de un horno microondas, la cantidad de dispositivos conectados, la distancia entre el usuario y el router o, simplemente, por tener un ancho de banda de baja potencia. A su vez, influye la antigüedad del equipo, el uso de softwares desactualizados y el peso del contenido que se consume.

Finalmente, quedó claro que la conectividad digital está inmersa en todos los sectores económicos del país y que su crecimiento ha impulsado a las pymes y a la microexportación. Así, el tema ha dejado de ser un problema de política pública sectorial para convertirse en un asunto de interés nacional vinculado al desarrollo.

“Nuestra red de fibra óptica al hogar es la que tiene mayor presencia en el territorio nacional y contamos con un plan muy ambicioso para seguir con este despliegue en el país. En los últimos cinco años hemos aumentado en más de 400% la cantidad de hogares que tienen posibilidades de contratar este servicio”, puntualizó José Antonio Cassinelli, de Movistar Perú.

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